Hacia un humor feminista en el cine | Los 2000: la era del make over

por
Invitame un café en cafecito.app

En los 2000, el nuevo milenio trajo un humor feminista que era llevado adelante por protagonistas que se transformaban para ser reinas populares. Parodias que mostraban la necesidad de una metamorfosis hacia la belleza hegemónica para alcanzar una verdadera identidad femenina: Thirteen, Mean Girls y Easy A.



1 – Thirteen

Tiros bajos, piercings y música pop son los verdaderos protagonistas de esta comedia dramática de principios de los 2000. Dirigida por Catherine Hardwicke, quien después hizo Vanilla Sky, Thirteen ganó en 2003 el premio a la dirección del festival de Sundance.

(Te puede interesar: Hacia un humor feminista | Los 90: sátira y feminismo)

Todo empieza con un golpe: dos adolescentes sentadas en la cama, en una tarde de sol, se golpean la una a la otra para “sentir algo” porque la sustancia que inhalan parece haberles entumecido el cuerpo. Este es el principio de la película, que empieza por el final de la historia de las dos protagonistas. Tracy (Evan Rachel Wood), rubia de ojos celestes, angelical y vestida todavía como una nena, camina por los pasillos del colegio observando a Evie (Nikki Reed), la chica popular. Su rechazo hacia ella se convierte en admiración y, poco a poco, los dos polos opuestos comienzan a unirse y convertirse en uno. Una trama cliché que no falla.

Un poco golpe bajo, un poco comedia negra, Thirteen es un hito de los 2000, que desde una visión estética rinde honor a la vestimenta, la música y los consumos de esos años.

Situada en un barrio de clase media baja de Estados Unidos, Thirteen muestra la vida de la familia de Tracy: ella vive con su mamá (Holly Hunter), quien trabaja como peluquera en el living de su casa y convive con un novio que intenta salir de su adicción a las drogas. La hija adolescente, desesperada por atención y por escapar de la relación problemática de su mamá, se pegará a Evie y a todas sus costumbres.

Esa transformación personal se verá reflejada en su ropa, que muta de un vestuario inocente a un estilo pop dosmilero, con jeans ajustados que dejan ver las tiras de su tanga, remeras cortísimas que muestran el nuevo piercing en el ombligo, pulseras, aros y collares. Evie y Tracy, ahora igualadas, se meterán de lleno en un mundo desprotegido.

Un poco golpe bajo, un poco comedia negra, Thirteen es un hito de los 2000, que desde una visión estética rinde honor a la vestimenta, la música y los consumos de esos años.  Desde el punto de vista narrativo, la película abre paso a una seguidilla de comedias transcurridas dentro de la secundaria o con tramas que giran en torno a una historia similar: la chica inocente que se vuelve popular, la adultez que llega a los golpes, la rebeldía frente a los padres. Todo aquello protagonizado por mujeres.

(Te puede interesar: Cine nacional en streaming: cinco películas con mujeres protagonistas)




2 – Mean Girls

No es necesario profundizar sobre el personaje icónico de Regina George, ni sobre la espectacular metamorfosis de Lindsay Lohan (de jean a minifalda navideña), ni del dúo dinámico Janice y Damian, ni de Tina Fey siendo la mejor profesora de la ficción, ni del burn book, ni del aniversario mundial cada 3 de octubre. Pero es imposible hablar de humor feminista sin mencionar a Mean Girls.

(Te puede interesar: Cine feminista: cinco películas sobre mujeres deportistas)

Dirigida por Mark Waters (quien también dirigió Un viernes de locos) Mean Girls, traducida como Chicas Pesadas, se convirtió en un clásico del cine de humor. Tal vez su éxito sea porque este film es, en sí mismo, un gigante cliché sin miedo a serlo.

Mean Girls muestra la incansable lucha por pertenecer, por ser parte, por ser popular, por ser vista en la secundaria, siempre con gracia y ridículo. Una comedia de los 2000 que quedó plantada para siempre como un clásico del humor feminista.

El mundo femenino se pone en paralelo con el mundo de los animales salvajes cuando la protagonista, Cady Heron (Lohan), llega directo de África a los suburbios de Estados Unidos. Ella, acostumbrada a vivir en la naturaleza y observar a los leones pelear, se verá inmersa en un nuevo territorio en donde las leonas pelean en silencio: el mundo de la secundaria. Este paralelismo entre mundo salvaje y mundo de chicas se ríe de los estereotipos, llevándolos al extremo. Los pasillos del colegio en la adolescencia son otro tipo de jungla que Mean Girls logra parodiar.

La reina, Regina George, y sus secuaces, el grupo llamado “Las Plásticas”, reciben a la chica nueva y la sumergen en su mundo maravilloso y errático, de ropa, maquillaje, citas, traición y venganza.  Cady, quien comienza observando desde afuera e intenta imitar las vestimentas con chombas rosas de sus amigos varones, termina transformándose en una muñeca plástica con tacos y minifaldas apretadas. Y esta nueva modelo creada por Las Plásticas, transformada por dentro y por fuera, hará tambalear todo el reino secundario.

Mean Girls muestra la incansable lucha por pertenecer, por ser parte, por ser popular, por ser vista en la secundaria, siempre con gracia y ridículo. Una comedia de los 2000 que quedó plantada para siempre como un clásico del humor feminista.

(Te puede interesar: Un mundo de sensaciones: only fans, porno feminista y beboteo capitalista)




3 – Easy A

Otro make over externo con transformación interna; otra chica inocente convertida en reina popular. El primer papel protagónico de Emma Stone fue Olive, una chica aplicada que transitaba la secundaria sin estar sumergida en el mundo de la histeria problemática. Hasta la llegada de un rumor… que ella misma empieza.

(Te puede interesar: El terror fue siempre feminista)

Una demostración de la estigmatización que sufren la mujeres en la secundaria: Easy A muestra las desgracias a las que se ve expuesta Olive después de que todos creen que tuvo sexo con varias personas. Pero antes de que el rumor transforme su vida y de que ella sufra una exagerada discriminación, la trama de Easy A tiene una vuelta de tuerca: algunos chicos aprovechan aquel rumor y le piden a Olive que simule y divulgue que ella tuvo relaciones con ellos. Ella acepta porque, en principio, no puede ver el horizonte turbio adelante. No cree que aquello pueda estar mal, que aquello pueda perjudicarla, que aquello pueda costarle amigas y dignidad.

Una demostración de la estigmatización que sufren la mujeres en la secundaria: Easy A muestra las desgracias a las que se ve expuesta Olive después de que todos creen que tuvo sexo con varias personas.

Ella asume ese rol y, en honor a la novela La letra escarlata, se viste con corsets apretados marcados con una A en rojo, jeans ajustados y tacos. Como llevando adelante un personaje, un negocio, que había empezado por un simple rumor, un simple favor. Pero todo se enrosca y las miradas de los pasillos se vuelven cada vez más fulminantes cuando, de pronto, Olive parece haber estado con casi todos los chicos del colegio.

El rechazo hacia ella, con un sostén absolutamente machista, crece hasta dejarla sola. Y así, en soledad, Olive hace una confesión online, que comparte con toda su escuela, explicando su versión de los hechos.  Una historia humorística sobre las mujeres excluidas de la sociedad por sus pecados que, aun en el 2010 (año de estreno de la película) seguían sufriendo la misma exclusión que en siglos pasados.

(Te puede interesar: Legalmente rubia: una mirada feminista a 20 años de su estreno)




** Conscientes del momento económico complejo en el que gran parte de la sociedad se encuentra, dejamos abierta una vía de colaboración mínima mensual o por única vez para ayudarnos a hacer nuestro trabajo, sobre todo a la hora de solventar los gastos – muchas veces invisibles- que tienen los medios digitales. Sumate a LPP y HACÉ CLIC ACÁ 🙂.

☕ ☕También podés donarnos un cafecito o la cantidad que quieras ❤️.


TE PUEDE INTERESAR