Hacia un humor feminista | Los 90: sátira y feminismo

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Este nuevo ciclo de La Primera Piedra analizará películas de diferentes épocas que demuestran cómo la comedia, en el cine, evolucionó hacia un humor feminista. Comienza con estrenos de los 90 en donde el humor negro era lo que permitía, en las películas, burlarse de los estereotipos adjudicados a las mujeres de ese entonces. Clueless, Drop Dead Gorgeous y Ghost World: tres proyectos que, en el pasado, supieron parodiar el machismo.



1 – Clueless (Ni idea)

En 1995 Amy Heckering (directora de Mira quién habla) estrenó Ni idea, un film sobre la vida adolescente de Beverly Hills, en la década de los 90. Esto si se lo analiza superficialmente, porque lo que verdaderamente es Ni idea es una previa a Legalmente Rubia, un hito de Hollywood y el comienzo de un humor satírico que lograba burlarse de la propia burla dirigida hacia las mujeres. La protagonista, Cher (Alicia Silverstone) vive en una mansión de Los Ángeles con su padre millonario, quien la nombra, por supuesto, tras la cantante pop.

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Cher, aburrida en su mundo perfecto de ropa de marca, fiestas y tardes de shopping, decide subir en la escala de popularidad escolar: con sus habilidades discursivas y su encanto hegemónico logra que dos profesores empiecen a salir y así ponerlos de buen humor para que den mejores notas a los alumnos. Y este es tan solo el primer triunfo de su nuevo proyecto.

Clueless no busca escaparle a los estereotipos sino que se los apropia, se los adueña y los convierte en una prenda más de un atuendo maravilloso.

Con su mejor amiga Dionne forman un equipo y deciden, tras el logro de la pareja de profesores, empezar a ayudar a más personas. El nuevo objetivo: la chica nueva, incómoda, que no sabe vestirse bien ni socializar. Cher y Dionne, divas pop y dueñas de los outfits más icónicos del cine, agarran a Tai para convertirla en reina de la popularidad y conseguirle un novio. La trama se enrosca cuando Tai parece ganar más fama que Cher y esta se enfrenta con el monstruo al que ella misma creó.

En este hito de los 90, los estereotipos femeninos son explotados al máximo y en el mejor de los sentidos: el placard de Cher, igual que el de Hannah Montana, da vueltas y ocupa un cuarto entero. Su conjunto amarillo escocés, inspiración de gran porcentaje los disfraces de Hollywood de hoy en día, nos habla a gritos desde hace 30 años.

Una confianza que nos grita, desde la pantalla, que es posible satirizar las críticas, parodiar el machismo, reirnos de los estereotipos y, simplemente, admirar a una princesa de Beverly Hills que, sin tener idea, va descubriendo su camino por la adolescencia.

Estas reinas de la moda se adueñan, con los mejores conjuntos, de la burla en contra de las mujeres. Sí, soy esto, pareciera decirnos Alicia Silverstone caminando entre la fiesta con su vestido rojo, ¿Y quién no quisiera serlo? Clueless no busca escaparle a los estereotipos sino que se los apropia, se los adueña y los convierte en una prenda más de un atuendo maravilloso.

Cher, al igual que Elle Woods en Legalmente rubia, no quiere dejar de ser una reina de la moda con tacos altos para tener éxito. Al contrario, su orgullo y confianza nacen del ruido de sus zapatos. Una confianza que nos grita, desde la pantalla, que es posible satirizar las críticas, parodiar el machismo, reirnos de los estereotipos y, simplemente, admirar a una princesa de Beverly Hills que, sin tener idea, va descubriendo su camino por la adolescencia.

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2 – Drop dead gorgeous (Muérete, bonita)

Si de sátiras se habla, no hay mejor ejemplo que esta comedia negra. En un pequeño pueblo de Minnesota, Estados Unidos, conservador, católico, blanco y meritócrata, se desata una verdadera batalla, registrada en este falso documental. La película simula estar filmada por un equipo de cámaras que va a cubrir el concurso anual de belleza de este pueblo. El material muestra el proceso de selección de las posibles reinas de belleza, las entrevistas a las chicas y a las juradas del concurso y, también, algunas escenas de la vida personal de las adolescentes que participan.

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La ganadora de ediciones anteriores, Gladys Leeman (Kristie Alley), ahora jurada de la competencia, quiere asegurarse, por cualquier medio, que su hija sea la nueva ganadora. Los Leeman, la familia más rica del pueblo, tienen los recursos necesarios para hacer que su hija Rebecca (Denise Richards) derrote a las otras concursantes. Y estos recursos se volverán el toque especial, lo oscuro, de Drop dead gorgeous.

Drop dead gorgeous parodia la búsqueda imparable de hegemonía, la idea de competencia constante entre mujeres y la oposición definida entre buenos y malos (en este caso: buenas y malas). Pero, también, se ocupa de reírse (y mucho) de la sociedad norteamericana y sus costumbres.

El título traducido fue Muérete, bonita: una descripción corta pero eficaz de lo que Rebecca, Becky, y su madre son capaces de hacer, con tal de que la chica sea la nueva ganadora. La contrincante principal de Becky es Amber (Kirsten Dunst), una chica dulce que, sin maldad, va haciéndose un lugar en la competencia y que es apoyada por el séquito de participantes, unidas para defenderla contra la villana popular.

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La violencia incrementa con el correr de la trama mostrando todas las maldades que las Leeman son capaces de hacer para conseguir la corona. El misterio se entromete en la comedia, con cadáveres que aparecen sorpresivamente y crímenes sin resolver. Todo teñido de un tono humorístico, que pone rosa sobre negro.

Drop dead gorgeous parodia la búsqueda imparable de hegemonía, la idea de competencia constante entre mujeres y la oposición definida entre buenos y malos (en este caso: buenas y malas). Pero, también, se ocupa de reírse (y mucho) de la sociedad norteamericana y sus costumbres. Su final, un tanto moraleja paródica, resalta el humor negro de este film, que levanta la bandera feminista tras una máscara satírica.

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3 – Ghost world

Para cerrar la década noventera, en donde la crítica hacia la sociedad patriarcal parece estar plasmada en la parodia, llega Ghost World.Con elementos de Ni idea y Drop dead gorgeous: dos adolescentes que están por terminar la secundaria y aún no saben cómo enfrentarse a la vida, divagan durante el verano por las calles de su pueblo remoto, tratando de esquivar las mentes cerradas y los prejuicios que las rodean.

Enid (Thora Birch) y Rebecca (Scarlet Johansson) no son, exactamente, reinas de la popularidad ni competidoras para un concurso de belleza. Más bien, lejos de los estereotipos de la secundaria yanki, son dos chicas que logran escaparle a lo establecido y viven en su propio mundo. Pero la adultez llega de golpe y Rebecca la recibe con brazos abiertos, lo que la aleja de Enid, caprichosa y empecinada en mantenerse siempre diferente y alejada del mundo.

A pesar de que en Ghost World los estereotipos no tengan lugar y Seymour se presente como un hombre frágil ante la imponente protagonista, la incomodidad ocupa un lugar importante en gran parte del film.

Este alejamiento es, también, el que senta las bases para una nueva polaridad entre ambas, que se afianza con el correr de la trama: Rebecca, hermosa y centrada, buscará desprenderse de su personalidad nerd para encontrar su lugar en el mundo. Enid, en las antípodas, irá adentrándose cada vez más en el estereotipo freak.  Esta personalidad se ve resaltada cuando Enid, en su búsqueda personal, conoce a Seymour (Steve Buscemi), un hombre adulto dueño de vinilos viejos que parece tener mucho más en  común con Enid que la gente de su edad.

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Se genera, entonces, un vínculo polémico entre ambos, que abre posibles interrogantes. Una amistad demasiado cercana entre un hombre adulto, desconocido, y una adolescente rebelde. A pesar de que en Ghost World los estereotipos no tengan lugar y Seymour se presente como un hombre frágil ante la imponente protagonista, la incomodidad ocupa un lugar importante en gran parte del film.

Esta incomodidad es la base de la trama entera: una historia de dos adolescentes que no encuentran su lugar en el mundo y que, a los golpes, deben entender el rol de las mujeres en la sociedad. Pero nada se define, todo está abierto en este éxito indie: nadie tiene respuestas para estas dos chicas que, con paso lento e inseguro, deberán ir conociendo el mundo que las rodea.

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