Una especie de familia: el instinto como brújula

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El quinto largometraje de Diego Lerman —Una especie de familiaaborda con gran profundidad y sin antagonismos moralizantes una temática contemporánea de lo más compleja: la adopción de niños en Argentina, las vías ilegales para alcanzar un deseo humano y esa microindustria que suele generarse en torno a la clandestinidad a partir de la ausencia y el silencio del Estado. Aquí emerge el instinto como única brújula, que guiará las acciones de la protagonista a lo largo de toda la trama. ¿Hasta dónde estará dispuesta a llegar para conseguir lo que más desea? Hoy es el estreno comercial en las salas argentinas.


El film fue pensado por Diego Lerman como una analogía inversa a su última película, Refugiado. Aquella giraba en torno al proceso de demolición de una familia a causa de una serie de episodios de violencia de género. En este caso se trata justamente de lo opuesto: el proceso de formación de una familia, al menos en el planteo inicial que instalan las expectativas de los personajes de la historia.

Malena (Bárbara Lennie) es una médica de Buenos Aires y, tras haber perdido a su bebé, el deseo de adoptar un niño y formar la familia tan anhelada se vuelve motor en cada una de sus acciones. En las primeras escenas ella recibe un llamado desde Misiones con la noticia del parto inminente: su hijo está por nacer. En ese viaje a una de las zonas calientes de la microindustria de las adopciones ilegales, Malena se pondrá a prueba a sí misma y desafiará los límites éticos y morales impuestos por una sociedad que muchas veces elige el camino más fácil: mirar para otro lado y callar.

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A partir de aquí comienza su periplo, que tendrá como principal objetivo el armado de una familia que quedó resquebrajada por la muerte de ese niño. Pero no será un camino fácil. «Estoy cansada de tener mala suerte», suelta Malena en medio de una de sus tantas crisis. La potencia interpretativa que Bárbara Lennie despliega al momento de encarnar su personaje es verdaderamente admirable. Primeros planos memorables capturan ese cúmulo de emociones, y su rostro constituye un elemento indispensable en ese lenguaje tan peculiar que manejan todos los personajes en la trama: el «idioma Lerman» se atreve a indagar en la profundidad de esos personajes, lejos de cualquier caricatura reduccionista.

Malena se pondrá a prueba a sí misma y desafiará los límites éticos y morales impuestos por una sociedad que muchas veces elige el camino más fácil: mirar para otro lado y callar.

Aún en esa complejidad dramática donde no hay dicotomías al estilo buenos/malos, Lerman señala que «hay una víctima clara y es Marcela», la madre biológica que se ve obligada a vender a su hijo a causa de las condiciones sociales que le impiden hacerse cargo de los gastos que supone esa crianza. Y aquí el director introduce otro eje interesante para pensar la problemática: la desigualdad social, las brechas insalvables.

Quien interpreta a Marcela es Yanina Ávila, quien además de tener la peculiaridad de ser una actriz amateur, llegó al rodaje con una historia personal que la vincula directamente a la temática abordada en el film. El contrapunto entre Lennie y Ávila es muy poderoso, pese a que se trata del debut de Ávila en la gran pantalla y también fue la primera vez que Lennie trabajó con una actriz no profesional. «Fue una experiencia increíble», aseguró Bárbara en declaraciones a La Primera Piedra.

El «idioma Lerman», que se atreve a indagar en la profundidad de esos personajes, lejos de cualquier caricatura reduccionista.

En la escena de la discusión  previa a la salida del hospital entre Malena y Marcela, se evidencian todos los matices de esa tensión que estructura el relato: la madre biológica acusa a Malena de «tenerlo todo» y estar en una situación de privilegio; la madre adoptiva replica: «¿A vos te parece que yo tengo todo?». Una carece de recursos para mantener a su hijo; la otra carece de un hijo.

La cuota masculina en pantalla está condensada en los personajes de Mariano (Claudio Tolcachir) y el Dr. Costas (Daniel Aráoz). Mariano es el marido de Malena, y su aparición (ya avanzado el metraje) de algún modo marca un viraje en la trama porque trae una perspectiva externa, un punto de vista que no es el de la protagonista aunque se trate de su pareja. El Dr. Costas, por su parte, es un eslabón más en esa cadena turbia de las adopciones ilegales y saca provecho de la situación. Sin embargo, no es un personaje que pueda ser fácilmente juzgado porque también presenta sus propios grises (algo de eso se expone en la escena donde trata de convencer a Malena mostrándole un álbum de fotos con todos los niños adoptados).

Una especie de familia es un gran film porque aborda esta problemática sin direccionar de manera ostensible un punto de vista ni generar una clausura de sentidos. Por supuesto que hay una mirada y una lente (la de Lerman), pero aún así se trata de una obra que, además de su excelencia en términos cinematográficos y técnicos, nos permite pensar una realidad que ocurre a kilómetros de distancia o quizás a la vuelta de la esquina. Elenco potente. Gran fotografía. Locaciones deslumbrantes. Memorables planos secuencia y escenas de gran dificultad técnica. De esas películas que habilitan la charla posterior en el café más próximo a la sala de cine. ¡Vayan a verla!



FICHA ARTÍSTICA
Malena | Bárbara Lennie
Dr. Costas| Daniel Araoz
Mariano| Claudio Tolcachir
Marcela | Yanina Avila
Dra. Pernía | Paula Cohen
 FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN |Diego Lerman
GUIÓN | Diego Lerman / María Meira
PRODUCTORES | Nicolás Avruj  / Diego Lerman
CO-PRODUCTORES | Denise Gomez, Paula Cosenza, Dominique Barneaud, Adrien Ouhmani, Malgorzata Staron, Oliver Damian, Gastón Gallo, Sebastián Gallo, Marcelo Parga, Malte Udsen, Axel Kuschevatzky
PRODUCTOR EJECUTIVO | Nicolás Avruj
FOTOGRAFÍA Y CÁMARA | Wojtek Staron
DIRECCIÓN DE ARTE | Marcos Pedroso
DIRECCIÓN DE SONIDO | Leandro de Loredo
VESTUARIO | Valentina Bari
MONTAJE | Alejandro Brodersohn
DIRECCION DE CASTING Y COACHING | María Laura Berch
DIRECTORA DE PRODUCCIÓN | Inés Vera
ASISTENTE DE DIRECCIÓN | Bruno Roberti
MÚSICA | José Villalobos

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