El hombre más buscado: La última mirada de Philip

por
Invitame un café en cafecito.app

“El hombre más buscado” se estrena un 11 de septiembre y la fecha elegida no podría ser más representativa: es una película de espías que retoma la obsesiva idea estadounidense de evitar cualquier potencial atentado después de la tragedia del 11S. Esta temática ha sido explotada por múltiples series y películas en los últimos años, pero adquiere mayor atractivo al ser la adaptación de una novela de John le Carré, famoso escritor de espionaje cuyos libros ya fueron llevados al cine con éxito (el último fue “Tinker Tailor Soldier Spy”, protagonizada por Gary Oldman). En este caso el papel protagónico fue para Philip Seymour Hoffman, por lo cual la película siempre será recordada por ser la última que filmó completa antes de su muerte en febrero de este año.

Dirigida por Anton Corbijn, “El hombre más buscado” se sitúa en Hamburgo, Alemania (ciudad clave, ya que allí se llevaron a cabo tareas de inteligencia para el atentado a las Torres Gemelas) en la actualidad. Issa Karpov, un joven checheno que aparece como una amenaza para los espías antiterroristas, llega ilegalmente a Alemania buscando asilo en la comunidad musulmana. Esos movimientos llaman la atención de Günther Bachmann (Hoffman) y de todo su equipo alemán al mismo tiempo que de la CIA, que también comenzará a seguir sus pasos. En el medio aparecen Annabel Richter (Rachel McAdams), una abogada interesada en los derechos de los inmigrantes que intenta protegerlo y ayudarlo a cobrar una enorme dinero que le ha dejado su padre y Thomas Brue (Willem Dafoe), el banquero que mediará en el trato. Al mejor estilo “Homeland”, la película transita la incertidumbre de saber si las intenciones de Issa en Alemania son buenas o malas para la seguridad del país, y la respuesta se va dibujando a medida que la historia avanza.

Una película interesante, aunque lenta por momentos, que pinta a la ciudad y a la vida del espía de un color gris constante. Los conflictos de la película se resuelven bastante rápido y eso hace que todo parezca demasiado fácil para ser verdad. Se destaca la actuación de Philip que nos recuerda a todos que, de no haber sucedido esa tragedia, tendría mucho más para darle al mundo del cine. Las idas y vueltas, las traiciones y los entretelones del mundo del espionaje están muy bien narradas y los límites entre los buenos y los malos no siempre están muy claros. Los recursos clásicos de los espías tradicionales pueden verse mezclados con la burocracia y las dificultades a las que se enfrentan en el día a día. Con un giro sorpresivo hacia el final, la película es una buena elección para los fanáticos del cine de espionaje, y para todos los que quieran recordar el talento de Philip Seymour Hoffman a través de lo más valioso que nos dejó: su eterna mirada impresa en la pantalla.

TE PUEDE INTERESAR