El caso de Joe Lemonge: criminalizado por ser varón trans

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Joe Lemonge, el joven trans de 25 años de Santa Elena, provincia de Entre Ríos, fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión por «tentativa de homicidio», luego de que en 2016 se defendiera de un ataque transfóbico. Activistas de organizaciones LGBTIQ se movilizaron para exigir justicia en un caso que evoca muchas similitudes con el de Analía Eva de Jesús, mejor conocida como Higui, también discriminada por un Estado que continúa demostrando su impronta patriarcal.



«A las mierdas como vos hay que matarlas, si sos un macho, viejo», le decían a Joe Lemonge, un varón trans de 25 años oriundo del pueblo de Santa Elena, provincia de Entre Ríos. En un video que publicó en redes sociales describe cómo fue hostigado desde que tiene memoria, por su orientación sexual y su identidad de género. «Siempre fui objeto de su constante discriminación, primero como homosexual y luego, cuando se enteraron que era un hombre trans, con mucho más énfasis», cuenta. Joe daba clases de Inglés y hasta hace poco tiempo estudiaba Derecho, pero lo perdió todo. Tal como relata Aegncia Presentes, el 13 de octubre de 2016 fue atacado en su casa por tres varones que ya lo habían agredido en reiteradas ocasiones.

«A las mierdas como vos hay que matarlas, si sos un macho, viejo», le decían a Joe Lemonge, un varón trans de 25 años oriundo del pueblo de Santa Elena, provincia de Entre Ríos.

«A estos hombres los conocía: había intentado denunciarlos pero como la Justicia es transfóbica, nunca tomaron mis denuncias», dice Joe en una entrevista para Página/12. Según la reconstrucción del defensor oficial reproducida en ese mismo diario, el atacante tenía una trincheta escondida bajo la manga.  «Joe manoteó un tacho, donde su padre siempre guardaba un arma, un aire comprimido, transformado en calibre 22, que lo usaba para ahuyentar a matreros. Joe creyó que era un fierro, lo agarró para azuzarlo, hasta tomó el arma con una sola mano, blandiéndola para que él se fuera, y dispara y le pega en el cuello». De acuerdo al abogado, el atacante estuvo internado pero nunca estuvo en riesgo su vida. El 3 de diciembre, ese mismo hombre prendió fuego la casa de Joe. Esa causa todavía no llegó a juicio.




Luego de lo sucedido con su atacante, Joe fue él mismo a la comisaría pero la policía no tomó su denuncia ni fue escuchado. Lo detuvieron y pasó seis días preso. El abogado logró que le otorgaran prisión domiciliaria durante un mes. En ese tiempo, su padre cayó enfermo y murió. Ni siquiera consiguió el permiso para visitarlo en el hospital y solo pudo asistir al velorio esposado con dos custodios. El pasado 23 de abril fue el inicio del juicio oral en el Tribunal de Juicio de Apelaciones de Paraná con asiento en La Paz (Entre Ríos) a cargo de la jueza Cristina Lía Vandembroucke. Ayer se conoció la sentencia: fue sentenciado por «tentativa de homicidio» a 5 años y seis meses de prisión. El fiscal Santiago Alfieri había pedido 8 años. 

«La situación de Joe da cuenta cómo a los varones trans en la Justicia no solo les es negado el reconocimiento a su identidad de género, sino que son también objeto de criminalización selectiva y sus voces no son escuchadas», afirma Iñaki Regueiro, abogado perteneciente a la organización Abosex, que acompaña el caso de Joe.

«La situación de Joe da cuenta cómo a los varones trans en la Justicia no solo les es negado el reconocimiento a su identidad de género, sino que son también objeto de criminalización selectiva y sus voces no son escuchadas. El acceso a la Justicia no existe y el derecho a la defensa tampoco», afirma Iñaki Regueiro, abogado perteneciente a la organización Abosex, que acompaña el caso de Joe. “Fue sometido a un proceso signado por la transfobia, discriminación en su lugar de origen, y sin ningún tipo de acompañamiento terapéutico, asistencia, o ayuda (…). La defensa en un contexto de hostigamiento sistemático y de vulneraciones de derechos humanos no puede ser tratada por la justicia como una agresión más», dice el documento que organizaciones de activistas entregaron a la Casa de la Provincia de Entre Ríos en Buenos Aires.


Foto: Agencia Presentes



Joe no irá preso hasta que el fallo no quede firme. Las organizaciones LGBTTIQ que estuvieron acompañándolo en el tribunal, continúan movilizándose, para revertir la situación y exigir justicia frente a la Casa de la Provincia de Entre Ríos en Buenos Aires. Con carteles con las consignas #DefenderseNoEsDelito #AbsoluciónParaJoe y #BastaDeJusticiaTransfobica, ya realizaron varias sentadas. El caso evoca similitudes con lo que sucedió con Analía Eva de Jesús, mejor conocida como Higui, quien estuvo presa por siete meses luego defenderse de un grupo de hombres que intentaron violarla por ser lesbiana. Luego de numerosas reclamos parte del movimiento feminsta, finalmente fue liberada y espera su absolución.

(Leer nota relacionada: Higui: presa por ser mujer, lesbiana y pobre)

Una vez más, el Estado demuestra su carácter machista y patriarcal, al discriminar y silenciar las voces de las identidades disidentes. La Justicia, como ya en hecho en casos como el de Higui, avala así el castigo y la criminalización de todos aquellos cuerpos que no encajan en los parámetros heterosexuales y son violentados de forma constante por una sociedad que los continúa expulsando.

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