Reseñas Caprichosas – «Hay tierra bajos mis pies» de Cecilia Carballo: deshacerse para ser

por
Invitame un café en cafecito.app

Los poemas que forman parte de Hay tierra bajo mis pies (El ojo del mármol, 2017) de Cecilia Carballo ponen en escena un lirismo al servicio de la autorepresentación en constante diálogo con el entorno. Con imágenes precisas y sin la necesidad de dar grandes rodeas, la autora planta una estrategia: deshacer el yo para rearmarlo nuevamente con fragmentos viejos y nuevos.




Sobre la autora

cecilia carballoCecilia Carballo nació en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Es Profesora y Licenciada en Comunicación (UBA). Especialista en TIC y Educación (INFOD). Trabaja como docente. Sus poemas forman parte de distintas antologías.

(Leer nota relacionada: Editoriales Independientes #11 – El Ojo del Mármol: “Se pretende un catálogo que no gire en círculos, sino que se expanda buscando lectores”)


Deshacerse para ser

La poesía casi siempre parece querer emprender una búsqueda, sin que ello requiera necesariamente recorrer distancias en kilómetros. El poemario Hay tierra bajo mis pies (El ojo del Mármol, 2017) de Cecilia Carballo encarna ese propósito, donde las palabras, los paisajes y las imágenes propuestas por la autora giran en torno al descubrimiento del yo y a las distintas formas que este puede asumir.

En esa dirección, existe una suerte de correlato entre los distintos poemas, sin que se note a priori que sea intencional, sino que comparten esa búsqueda que no es posible saciar con un par de versos y, al igual que el mar de noche, necesita expandirse más allá de la orilla. De esta manera, en ese camino interno, la poesía de Carballo parece llegar a una conclusión: «ya no hay camino/ para salir de esta playa».


cecilia-carballo-2


Valiéndose de la brevedad como su recurso principal, los versos que van dando vida a Hay tierra bajo mis pies concentran una gran dosis de lirismo, dejando que las escenas vayan sucediéndose con peso propio. Puede leerse, por ejemplo: «Tal vez/ era mejor ser un iceberg/ mostrar sólo una parte», para afirmar un par de líneas después «hoy prefiero/ ser el Titanic/ un gigante que se quebró/ y demostró ser vulnerable».  O también, en otro poema: «río sin cesar/ me olvido del invierno/ de la lluvia/ de que soy casi una estatua». 

En ese constante deshacer y rehacer que plantea Carballo, donde el yo se desintegra para juntarse, por un lado, con la naturaleza y, por el otro, con sus propios sentimientos, la poesía aparece desplegada como forma de narración y descripción al mismo tiempo: «no había un refugio/ donde olvidarse/ de la tempestad».  Tal como señala Carmen Iriondo en la contratapa, los poemas de este libro se suceden como en un collar, que a su vez puede cumplir otra función si se desprende del cuello.


Leé otras “Reseñas Caprichosas”, acá


TE PUEDE INTERESAR