Lecturas de verano: Otras crónicas marcianas, los relatos de Ray Bradbury que no conocíamos

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Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, es uno de los libros de ciencia ficción más reconocidos de la historia reciente. Aquellas expediciones a Marte publicadas originalmente en 1950 hoy se expanden con esta colección de diez relatos reunidos por Marcial Souto e ilustrados por David de las Heras en Otras crónicas marcianas (Libros del zorro rojo, 2022). Una serie de cuentos que quedaron fuera de la versión original y que hoy son recuperados para ampliar un universo donde la belleza y el horror se funden con un sello particular.



Cuando Ray Bradbury cumplió doce años, sus padres le regalaron una máquina de escribir de juguete. Una de sus primeras tareas fue imaginar la continuación de The Warlord of Mars, novela de ciencia ficción publicada por Edgar Rice Burroughs en 1913. Ese fue el inicio de una inquietud que lo siguió durante mucho tiempo y que lo llevó a crear buena parte de lo que años después se convirtió en su obra más prolífica. Durante su carrera escribió alrededor de 600 historias, muchas de ellas reunidas en libros que cultivaron un imaginario común sobre la exploración espacial, los avances tecnológicos y la contracara de lo que se aclama como progreso.

Entonces Bradbury, que solía “escribir corto”, recibió la propuesta de unir varias de sus historias, encontrar un hilo para formar una novela que permitiera ir hacia el pasado y el presente de un largo viaje, o mejor dicho, de varios.

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Había mucho material para ser descubierto, pero todos los editores neoyorquinos tenían una sola respuesta: los cuentos se vendían poco. Entonces Bradbury, que solía “escribir corto”, recibió la propuesta de unir varias de sus historias, encontrar un hilo para formar una novela que permitiera ir hacia el pasado y el presente de un largo viaje, o mejor dicho, de varios. Así nació Crónicas Marcianas (1950), una serie de relatos que el autor ubicó entre 1999 y 2026, donde el planeta Marte es colonizado por expediciones que abandonan la Tierra ante la amenaza de una guerra nuclear. Cohetes que llegan con la ambición de reproducir lo que llaman civilización, arrasando todo a su paso, incluyendo a quienes habitan el planeta rojo.

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Ilustraciones de David de las Heras, Otras crónicas marcianas (Libros del Zorro Rojo, 2022)


En ese trayecto y con esos grupos de astronautas, el autor indaga en la soledad, el desarraigo, el egoísmo y la batalla por el poder, todo logrado desde un extrañamiento que cambia de óptica, dependiendo de la narración terrícola o marciana según el relato. Una habilidad para descripciones poéticas, cargadas de imágenes que logran combinar en unas pocas líneas escenas escalofriantes dentro de paisajes armónicos.

La belleza y el horror se funden, la muerte puede estar acompañada del silencio del ambiente marciano y, sobre todo del olvido y del desconocimiento. Esa tensión es una de las tantas cualidades de los textos de Bradbury que acompañan también Otras crónicas marcianas (Libros del Zorro Rojo, 2022), una compilación de diez cuentos que quedaron fuera del libro original y que el escritor, traductor, editor y amigo personal de Bradbury, Marcial Souto, reúne por primera vez y saca a la luz.

Esa tensión es una de las tantas cualidades de los textos de Bradbury que acompañan también Otras crónicas marcianas (Libros del Zorro Rojo, 2022), una compilación de diez cuentos que quedaron fuera del libro original y que el escritor, traductor, editor y amigo personal de Bradbury Marcial Souto reúne por primera vez y saca a la luz.

Siguiendo un criterio cronológico paralelo a Crónicas marcianas, esta edición sigue explorando los bordes de aquel mundo creado por el autor estadounidense e invita a conocer las historias que se desarrollaban a kilómetros de las expediciones originales. Acompañan las ilustraciones del artista plástico David de las Heras que, con cada detalle y color, recrea montañas, lagos, visiones, miedos y sueños cumplidos en un ambiente tan extraño como familiar. Así, Otras crónicas marcianas recupera y expande un universo que sigue latente, que se actualiza más allá de los avances tecnológicos, dando la oportunidad de mantener viva la ficción marciana, pero también la crítica política que la acompaña.


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