Las obras menos conocidas de Akira Kurosawa: una mirada presente

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El realizador japonés Akira Kurosawa es uno de los cineastas más aclamados del cine moderno. Sus films Los siete samurais y Rashomon son sus más grandes éxitos. Pero, dentro de su filmografía, hay algunos proyectos menos conocidos que valen la pena revisar. El Teatro San Martín se ocupa de traer estos “no clásicos” de Kurosawa al presente, en un ciclo llamado Lado B de Kurosawa.



Previo al reconocimiento mundial de la audiencia, Kurosawa estrenó proyectos que fueron un fracaso de taquilla: Dodes’ka-den, de 1972, es un ejemplo de esto. Este largometraje del director no tuvo éxito para el público, a pesar de haber estado nominada al Oscar como mejor película extranjera. El tiempo y las obras posteriores de Kurosawa fueron lo que revalorizó a Dodes’ka-den, ahora entendida como un film de culto del cine japonés. Situada en los barrios pobres alrededor de Tokio, la película logra mostrar otra cara de Japón.

El director se desprende de todo lo mainstream que tienen otras películas de su autoría (Los siete samurais, por ejemplo) para hacer un retrato sensible de pequeñas casas y calles de tierra. Dodes’ka-den es quizás el relato más plantado en su estética japonesa.

El largometraje cuenta con un protagonista colectivo: un grupo variado, compuesto por niños, adolescentes y adultos, que entrelazan sus historias en las calles de su pueblo. Quizás, el verdadero protagonista de Dodes’ka-den sea el marco de acción: aquel suburbio de la ciudad de Tokio que funciona como contención y espacio para que aquellos personajes y sus historias personales puedan cobrar vida. El director se desprende de todo lo mainstream que tienen otras películas de su autoría (Los siete samurais, por ejemplo) para hacer un retrato sensible de pequeñas casas y calles de tierra. Dodes’ka-den es quizás el relato más plantado en su estética japonesa. Dentro del ciclo Lado B, en el Teatro San Martín, este film es ofrecido en cartel el día 17 de octubre.


Akira Kurosawa

Akira Kurosawa



La capacidad de mezclar lo oriental y occidental, el cine japonés y el cine de Hollywood, es tal vez lo que le otorga a este director su gran prestigio. Pero también son aquellas películas que aún no tenían el tinte de Hollywood – las ocultas –  las que vale la pena rememorar. En 1965 Kurosawa estrena Barbarroja. La trama ocurre en un barrio de la ciudad de Tokio, en aquel entonces llamada Edo. El protagonista es un joven médico proveniente de una familia adinerada que sigue las doctrinas estrictas de la escuela de medicina holandesa.  Para terminar su formación médica, el joven es trasladado a una clínica rural en donde se encontrará con Barbarroja, un médico maestro. En este film se rememora la figura del viejo sabio, presente en proyectos que retoman la estética y filosofía japonesa desde un lugar más occidental, como Kill Bill o Karate Kid. 

La capacidad de mezclar lo oriental y occidental, el cine japonés y el cine de Hollywood, es tal vez lo que le otorga a este director su gran prestigio. Pero también son aquellas películas que aún no tenían el tinte de Hollywood – las ocultas –  las que vale la pena rememora

Este maestro, duro y estricto, debe enseñarle al joven arrogante, que se niega a estudiar en una clínica rural bajo los métodos antiguos de Barbarroja. Lo central del film es esta relación entre ambos. Un vínculo que se forjará por la evolución de los personajes hacia un punto en común. Una historia conmovedora que trata el conflicto entre la tradición y lo nuevo, entre el joven y el anciano y -¿por qué no? – entre lo occidental, representado en el protagonista, y lo oriental, encarnado por el viejo sabio. Barbarroja también será proyectada como parte del ciclo Lado B de Kurosawa, el 16 de octubre.


Barbarroja, de Akira Kurosawa


Otro film que retoma desde otra perspectiva la figura del sabio y que también puede ser entendido como parte del “lado B” del creador es Los bajos fondos, estrenada en 1957. Situada en un albergue en la ciudad de Edo, un matrimonio empobrecido alquila habitaciones y camas a un variado grupo de inquilinos. En su mayoría, estos son personajes decadentes: borrachos, ladrones, adictos. Parece ser un relato de perdición hasta la llegada de un nuevo inquilino, el anciano Kahei, que alquila una cama y se instala.

Otro film que retoma desde otra perspectiva la figura del sabio y que también puede ser entendido como parte del “lado B” del creador es Los bajos fondos, estrenada en 1957

De alguna forma, este personaje asume el rol de abuelo para todos los vecinos, aunque siempre con un tinte misterioso y distante, característico de las figuras de maestros orientales. Los conflictos personales se entrelazan dentro del albergue, rememorando el relato de Dodes´ka den y su marco de acción barrial. Pero aquí son las intervenciones de Kahei las que llevan adelante la trama y logran otorgarle la mística del cine japonés al proyecto de Kurosawa. Los bajos fondos será proyectada el 20 de octubre, en el San Martín.



Los bajos fondos, de Akira Kurosawa


La película El idiota, de Kurosawa, es una adaptación de la obra de Dostoievksi. Aquí, el protagonista, Kameda, es un veterano de la Segunda Guerra Mundial que sufre demencia. Sus ataques repentinos cambian su personalidad, volviéndolo generoso y bondadoso al extremo, por lo que la gente empieza a llamarlo “el idiota”. El veterano realiza un viaje en el que se encuentra con un personaje misterioso, Akama, que le habla del amor que siente por una mujer. Una mujer que Kameda llegará a conocer y la cual convertirá la trama de El idiota en un relato de amor y tragedia. Este film se podrá ver el 17 de octubre.

En 1947, Kurosawa estrena Un domingo maravilloso. Con poco dinero pero mucho optimismo, la película viaja por las travesías de la pareja, que intenta vivir las mejores horas de su vida en el Tokio de la posguerra.

En 1947, Kurosawa estrena Un domingo maravilloso. La película está situada en tiempo de posguerra, en Japón. Los personajes principales son Yuzo y Masako, un matrimonio que espera en la estación de tren para realizar un viaje en su día libre:  lo que buscan que sea un domingo inolvidable. Con poco dinero pero mucho optimismo, la película viaja por las travesías de la pareja, que intenta vivir las mejores horas de su vida en el Tokio de la posguerra. Visitan distintas locaciones de la ciudad, afectadas por la pobreza y la destrucción vigente en el Japón de su época, pero observadas con ojos de enamorados.

El amor que se tienen entre ellos y con el que encaran su viaje, su pequeño descanso,  les permite soñar con un futuro próspero para sí mismos y para su ciudad. Kurosawa explota aquí su lado sensible y su capacidad de realizar obras maestras desde la sencillez. Es un relato en honor a la historia japonesa, vista con ojos del presente. Una mirada esperanzadora que refleja todas las consecuencias trágicas después de la guerra, pero vistas con ojos sabios y plantados en un presente mejor. Un domingo maravilloso será proyectada los días 14 y 22 de octubre.



Un domingo maravilloso, de Akira Kurosawa


No añoro mi juventud, estrenada en 1946, también se permite una revisión ideológica, desde la actualidad, sobre la historia de Japón y  encierra en su trama una importante crítica social. La protagonista, Yukie, es hija de un profesor universitario. Su padre es echado de su trabajo por sus enseñanzas políticas a los jóvenes alumnos. La censura es un tema principal en este film de Kurosawa, dado que el novio de Yukie también es atacado por esta. El joven es arrestado y ejecutado por ser acusado de espionaje. Este proyecto podrá verse los días 15 y 23 de octubre.

No añoro mi juventud, estrenada en 1946, también se permite una revisión ideológica, desde la actualidad, sobre la historia de Japón y  encierra en su trama una importante crítica social

En 1950, Kurosawa escribe y dirige Escándalo, una comedia dramática que también contiene una crítica social pero, esta vez, dirigida hacia el periodismo y el rol de los paparazzis. Un artista plástico y una cantante, ambos muy famosos, se cruzan de casualidad en un viaje. Estos son descubiertos por los paparazzis de una revista, Amour, que los invade con fotografías y  les adjudica un romance. El artista se decide, entonces,  por demandar a la revista. Aparece aquí la figura de su abogado que necesita el dinero desesperadamente por lo que, en vez de defender a su cliente, acepta un soborno de la revista para perder el juicio.

La trama de esta comedia gira en torno a los personajes y a sus conflictos, llevados a cabo con humor pero no sin realizar un análisis, característico de Kurosawa, frente a fenómenos sociales presentes por fuera del cine, como lo es, en el caso de Escándalo, el periodismo sensacionalista. Esta película puede ser vista en el Teatro San Martín los días 13 y 21 de octubre.


El ciclo Lado B de Kurosawa se ocupa de rememorar estos proyectos no tan conocidos del director. Se proyectarán en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, por entradas al precio de 200 pesos (entrada general) y 100 pesos (jubilados y estudiantes).


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