El Día de las Infancias siempre se presenta como una buena oportunidad para sacar de la biblioteca libros para compartir con las niñeces, pero también para repreguntarse por el origen de las historias clásicas que se siguen transmitiendo de generación en generación, más allá de las reversiones. En este nuevo episodio de Detrás de lo invisible, el podcast de La Primera Piedra, investigamos sobre eso.
¿Qué se esconde detrás de los cuentos para las infancias? ¿Cuál fue su origen? ¿Cómo surgieron las versiones que conocemos hoy en día? Estas son las preguntas que nos hacemos en este nuevo episodio del podcast Detrás de lo invisible, donde buscamos los rastros de las historias clásicas que, si bien hoy son conocidas como parte de la literatura para las infancias, en realidad no siempre tuvieron destinatarios definidos. La realidad es que cuentos tradicionales como Caperucita Roja, La Bella Durmiente o Cenicienta, por nombrar solo algunos, eran en realidad fuente de entretenimiento de las clases populares, en un momento en que las infancias no eran vista como tales.
La realidad es que cuentos tradicionales como Caperucita Roja, La Bella Durmiente o Cenicienta, por nombrar solo algunos, eran en realidad fuente de entretenimiento de las clases populares, en un momento en que las infancias no eran vista como tales.
Como investigamos oportunamente en otro episodio de la primera temporada de este podcast, la niñez no siempre fue una etapa de la vida diferenciada de la adulta, con características propias e incluso con derechos. Niñas y niños eran parte del mundo adulto y lo único que los diferenciaba era la capacidad o no de trabajar. Pero cuando esto cambia, pasada la Edad Media, empieza a surgir la necesidad de generar un sistema pedagógico que transmitiera determinados valores y pautas morales. Los cuentos populares fueron parte de ese proceso que, por supuesto, no fue lineal.
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Charles Perrault fue el primer autor que plasmó por escrito los cuentos tradicionales en su libro Cuentos de Mamá Oca, publicado en 1697. Pero no fue el único que se dedicó a trabajar estos relatos. Años antes de la publicación de esta edición una mujer escribía sus propios cuentos de hadas que resultaron muy populares entre los salones literarios. Se llamaba Marie-Catherine le Jumelle de Barneville y contamos su historia en el newsletter de esta semana que pueden recibir suscribiéndose acá. Sin embargo, sus versiones no trascendieron. Tampoco lo hicieron las de Perrault. Los cuentos que conocemos hoy en día son en realidad herencia de las ediciones de los hermanos Grimm que modificaron elementos de las versiones de Perrault. Algunos los adaptaron para incluir un tono más aleccionador e incluso a otros les agregaron finales violentos, como es el caso de la historia de Cenicienta, de la que también hablamos en este episodio.
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Hoy en día, hace ya varios años que gracias al cambio de época que estamos viviendo con los movimientos feministas, se han reelaborado múltiples versiones de los cuentos populares que conocemos y que buscan modificar sentidos y valores, muchos de ellos a partir de un cambio en el rol de las mujeres en la historia. Esto por supuesto no significa que todas estén libres de moralejas. Un recorrido que abre más preguntas en este nuevo episodio del podcast ya disponible en Spotify.
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