El feminismo también incluye a Araceli González

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El feminismo sigue ganando terreno en los grandes medios y sus caras más representativas. Eso incluye también comentarios cargados de errores y prejuicios, como el de Araceli González, quien afirmó no ser feminista por tener «un hijo varón precioso y un marido hermoso». Casos similares ocurrieron con Pampita y Lali Espósito en el pasado. Sin embargo, contra lo que se suele pensar, el feminismo las incluye a ellas y a todos.



«Yo no soy feminista; las respeto muchísimo, pero tengo un hijo varón precioso y un marido hermoso y respeto mucho a los hombres también», dijo Araceli González, en un móvil para el programa de espectáculos Intrusos. Como no podía ser de otra manera, las críticas no tardaron en llegar, ya que la declaración de la actriz reproduce uno de los errores más groseros que se tiene cuando se piensa al feminismo: un supuesto odio hacia el hombre que no es tal. 

(Leer nota relacionada: 5 errores comunes sobre el feminismo)

Al filo de las 5 de la mañana, tras las discusiones que surgieron al respecto en redes sociales y los medios de comunicación, Araceli González escribió un descargo en su cuenta de Twitter. «Al decir que no soy feminista y que las respeto, mi género me trató de ignorante», se lamentó. «Nadie tiene que explicarme qué es el feminismo y que es lo que defiende. ¡Lo sé!», aclaró, para después finalizar: «Yo elijo defender nuestros derechos. ¡Siempre! Sin pertenecer a ningún movimiento. Respetando a todos y todas». En otras palabras, su aclaración oscurece.

Nadie tiene que explicarme qué es el feminismo y que es lo que defiende. ¡Lo sé!», aclaró, para después finalizar: «Yo elijo defender nuestros derechos. ¡Siempre! Sin pertenecer a ningún movimiento. Respetando a todos y todas». En otras palabras, su aclaración oscurece.

Obviamente, esa escueta y dudosa forma de aclarar sus equivocados dichos, también generó respuestas. Malena Pichot se colocó en la vereda de enfrente, con un mensaje directo hacia González. «Dijiste en la televisión que ser feminista es odiar a los hombres. Por lo tanto no, no sabés lo que es feminismo. Estás muy equivocada», le dijo la humorista, antes de puntualizar: «No es tu género el que te dice ignorante, son algunas personas».


¿Por qué el feminismo no es el «machismo invertido»?

Comparar el movimiento feminista con el machista es uno de los errores más comunes a la hora de pensar la lucha por la igualdad de género. Tal como señalamos en La Primera Piedraa pesar de la similitud sonora entre ambas palabras que puede llevar a Araceli González a la confusión, es importante destacar que el machismo es un sistema de creencias y valores traducidos en prácticas sociales e institucionales que concibe a las mujeres como inferiores por su condición de género. 

El machismo, a diferencia del feminismo, perpetúa patrones de comportamiento arraigados en la cultura, en función de los cuales son agredidas, disciplinadas y relegadas de los privilegios reservados para los varones en múltiples ámbitos.

El machismo, a diferencia del feminismo, es un pensamiento que perpetúa patrones de comportamiento arraigados en la cultura, en función de los cuales son agredidas, disciplinadas y relegadas de los privilegios reservados para los varones en múltiples ámbitos. No se trata de prejuicios personales o de acciones aisladas de algunos individuos, sino de una estructura social que influye en el sentido común y en la naturalización de una forma particular de ver el mundo, basada en el punto de vista masculino y heterosexual.

El feminismo no “odia al hombre”, como también se suele decir, sino que desnuda las desigualdades basadas en la primacía del varón para que las mujeres ya no sean violentadas. En este sentido, trastocar las categorías en la que la cultura machista descansa cómodamente sea quizás lo que despierte esta idea del feminismo como una “amenaza”, ya que hablar de una sociedad igualitaria implica la pérdida de privilegios construidos históricamente a costa de la opresión de las mujeres. Para lograr eso, no queda otra alternativa que convertirse en un movimiento lo más articulado posible. 


Pampita, Lali Espósito y el feminismo en los medios

Además de Araceli González, otras famosas también hablaron con desconocimiento sobre el feminismo. “No soy tan feminista, que puedo sola con todo, me gusta tener un hombre al lado, me hace bien y me potencia. Cuando estoy enamorada todo se me hace fácil”, comentó la modelo y conductora Carolina “Pampita” Ardohain, hace ya varios meses. La desafortunada frase de Pampita cobró una rápida repercusión en redes sociales, pero lo que más hay que preguntarse es: ¿por qué ningún periodista repreguntó al respecto? ¿Por qué poner esa frase en el zócalo?

Resulta sencillo criticar a Pampita, al igual que a Araceli González pero el verdadero eje sería debatir el rol de los medios en dichas construcciones e imaginarios sociales que demonizan al feminismo como un movimiento violento, revanchista y separatista en su relación con el género masculino. Lejos de guardar silencio, la presencia de comunicadores informados al respecto y con una voz valiente para romper la chatura de mucho de los debates resulta imperiosa.

Lejos de guardar silencio, la presencia de comunicadores informados al respecto y con una voz valiente para romper la chatura de mucho de los debates resulta imperiosa.

Algo similar ocurrió hace poco tiempo con la actriz y cantante “Lali” Espósito, cuando en una entrevista para la revista Gente tuvo lugar una pregunta y su respuesta dio lugar al escándalo: “¿Cuál es tu aporte a este nuevo poder femenino?”, consultó el periodista. La respuesta de Lali fue la siguiente: “No soy feminista porque sería tan grave como ser machista”, reproduciendo uno de los errores a los que hacíamos referencia antes.



Lejos de empezar a medir feminismos o querer dar mensajes aleccionadores, es importante visibilizar estos casos para prender la mecha de un debate profundo que pueda interpelar no solo a las famosas o famosos (porque los varones también suelen mostrar un serio desconocimiento al respecto, en muchos casos mucho más grave), sino también al público al que dichas personalidades tienen llegada.

En ese sentido, y a contramano de lo que suelen hacer los grandes medios de comunicación, los medios independientes y las organizaciones feministas tienen que asumir la responsabilidad de evitar el exitismo del escándalo y el lugar común de ser quienes siempre están “enseñando a ser feministas”, para abrir terreno al intercambio de ideas, la información concreta y una búsqueda de justicia e igualdad de género para que en un futuro todos estos debates parezcan arcaicos. Después de todo, si el feminismo no es equiparable al machismo, no debe caer en prácticas similares para ganar terreno. El camino y la lucha son largos, pero irreversibles y el feminismo incluye a Araceli González. Y a todos los que busquen la igualdad de género.

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