En este 8M 2022, vuelve Detrás de lo invisible, el podcast de La Primera Piedra en el que nos preguntamos por todas aquellas cosas que naturalizamos sin saber por qué. ¿Qué se esconde detrás de lo que llamamos «lo normal»? Hoy, traemos un episodio especial: 8M – La lucha no está a la venta. Aprovechamos para repasar los orígenes de esta jornada pero también para analizar qué es lo que pasó para que en un momento de la historia se lo relacionara con hacer regalos. ¿Qué hay detrás de algo que nada tiene que ver con un reclamo colectivo por derechos? (Foto: Nadia Díaz)
Llega otro 8M, el sexto desde aquel momento en que el primer Paro Internacional de Mujeres y Disidencias en 2016 resignificó esta jornada de lucha y le dio una articulación global como nunca antes había existido. El grito en contra de las violencias se extendió por todo el mundo, pero también se denunciaron de forma masiva las desigualdades que tienen su correlato en un sistema económico que requiere de la opresión para seguir reproduciéndose. «Si nuestras vidas no vale, produzcan sin nosotres», fue uno de los lemas que más resonó aquella vez. Hoy volvemos a reunirnos, recuperamos las calles después de dos años de pandemia, esta vez en un contexto diferente.
«Si nuestras vidas no vale, produzcan sin nosotres», fue uno de los lemas que más resonó aquella vez. Hoy volvemos a reunirnos, recuperamos las calles después de dos años de pandemia, esta vez en un contexto diferente.
Fueron muchos los cambios que se llevaron adelante en este tiempo, las violencias que dejaron de naturalizarse, los silencios que se rompieron. Pero por supuesto que queda un largo camino y que la agenda de reivindicaciones de los feminismos continúa luego del derecho al aborto legal. Este año, bajo la consigna «La deuda es con nostras y nosotres«, las consignas giran en torno a la remuneración adecuada para las trabajadoras de la economía popular, salarios que ganen a la inflación para las trabajadoras registradas y la aplicación del cupo laboral travesti trans, por nombrar solo algunas. La implementación efectiva de la ESI en todo el país y una reforma judicial con perspectiva de género son otras que se hacen más evidentes cada vez que suceden casos como el de la violación grupal en Palermo o el femicidio de Úrsula Bahillo, ocurrido a pocas semanas del 8M del año pasado.
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Desde aquel 2016, cada año el 8M fue resignificándose y extendiéndose, generando una consciencia colectiva que permitió que se alejara de los usos comerciales que se le dan a la fecha y que transformaron lo que originalmente siempre fue parte de una lucha colectiva. Sabemos que lo que en un principio se conoció como «Día de la Mujer» no fue un día de felicitaciones, flores o bombones, sino una fecha para reclamar por la igualdad y el fin de las violencias, recordando a trabajadoras que, por reclamar mejores condiciones laborales en distintos momentos de la historia, fueron reprimidas o asesinadas.
Pero hubo un momento en que las consignas fueron absorbidas para maximizar las ventas de productos que solo reafirman estereotipos. ¿Cuántas veces seguimos viendo publicidades que ofrecen descuentos en ropa y maquillaje todos los 8 de marzo? ¿Cuándo fue que comenzó esto y qué es lo que busca reafirmar?
Pero hubo un momento en que las consignas fueron absorbidas para maximizar las ventas de productos que solo reafirman estereotipos. ¿Cuántas veces seguimos viendo publicidades que ofrecen descuentos en ropa y maquillaje todos los 8 de marzo? ¿Cuándo fue que comenzó esto y qué es lo que busca reafirmar? ¿Y cómo se modificaron esas publicidades a lo largo del tiempo? ¿Cómo es que continúan desdibujando las luchas? ¿Bajó realmente la venta de chocolates y flores o simplemente se transformó bajo la apariencia de mensajes empoderadores?
Algo de esto nos preguntamos también en el primer episodio de esta segunda temporada de Detrás de lo invisible, el podcast de La Primera Piedra que investiga qué hay detrás de aquello que naturalizamos a lo largo de la historia y lo que se esconde bajo la etiqueta de «lo normal».
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