En este último tiempo, son muchos los productos culturales que han buscado reversionar los roles impuestos a las mujeres a la hora de hablar de maternidades. Workin’ Moms y The Letdown son dos comedias de Netflix que podrían mencionarse dentro de ese repertorio, donde se replantean los vínculos con hijos e hijas en clave de humor, pero sin dejar de poner en tensión los estereotipos y las tensiones que surgen en la realidad.
Aún hoy en día, las representaciones sobre la maternidad siguen adaptándose en muchos casos a modelos estancos, que reafirman ese supuesto instinto y abnegación de las mujeres. Aunque desde lo audiovisual puedan mencionarse numerosos ejemplos que discuten la idea, el hecho de que en una plataforma como Netflix haya series que intenten mostrar otro lado de las maternidades es una señal de la masividad que ha adquirido el cuestionamiento de estereotipos.
Creada y producida por la canadiense Catherine Reitman, Workin’ Moms se estrenó en 2017. Tuvo tanto éxito que continuó por cuatro temporadas – la última recientemente lanzada – y fue renovada para una quinta. Comienza con un grupo de mujeres que comparten sus sensaciones al terminar su licencia por maternidad y regresar a sus trabajos. De ahí en adelante, los episodios van avanzando entre la experiencia de adaptarse a una rutina diferente y la tensión entre las expectativas laborales y personales, que visibilizan las contradicciones entre el deseo propio y la presiones sociales.
Si bien en esta serie las protagonistas comparten un contexto privilegiado – clase media alta, trabajos bien posicionados – dejándose fuera un abanico de realidades en lo que respecta a las maternidades y lo laboral, se logran también varios aciertos. Ninguna de estas mujeres se posiciona desde la culpa, lo que en diálogos y acciones permite romper con ciertos mandatos, como el cuidado y la atención constantes y exclusivos, la crianza e incluso las formas de alimentación. El sacaleches, por ejemplo, se muestra con total naturalidad – algo no tan común en las ficciones -, así como también la falta de un espacio adecuado en el trabajo para utilizarlo.
El cambio del cuerpo con el embarazo, la depresión post parto, el agotamiento, la frustración, el aborto, la defensa de la carrera profesional en ámbitos discriminatorios son algunos de los temas que también se recorren. Aunque se descarta la posibilidad de crítica filosa, cabe destacar la visibilización de estos elementos y la puesta en escena de ciertos tabúes en tanto ejes centrales. Entreverados con el humor, los prejuicios que surgen al conjugar la maternidad y la vida laboral son parte troncal de muchos de los episodios.
Emparentada con la serie anterior, pero con varias diferencias, The Letdown es otra de las series que escenifican el lado B de la maternidad. Dirigida y protagonizada por Allison Bell, esta comedia australiana tiene momentos que oscilan entre el humor y el drama, con un tono ligeramente más oscuro que la producción canadiense. El personaje de Audrey encarna con autenticidad miedos, inseguridades y, sobre todo, agotamiento. Una sensación que se explicita de principio a fin, a lo largo de las dos temporadas, pero que se cruza con el aislamiento y la soledad que atraviesa al alejarse de su círculo íntimo.
Como en Workin’ Moms, la trama se conforma también con las historias de otras mujeres y, aunque en un principio parecerían personificar diferentes estereotipos, la serie logra desarmarlos retratando dudas y arrepentimientos, que disipan esa visión idealizada sobre la maternidad. Un elemento con el que se juega desde el mismo título: en inglés «Letdown» puede traducirse como la bajada de la leche durante los primeros días de pos parto, o también, como «desilusión».
Más allá de las particularidades de cada caso, el éxito que tuvieron ambas series en la plataforma da cuenta también de otra necesidad de representación de la maternidad, que ponga en escena las tensiones que surgen al correrse de los lugares asignados y reivindique el poder de decisión.
