Las luchas de la calle coparon los Martín Fierro

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Ayer fue la 48º edición de los Premios Martín Fierro y el eco de las luchas sociales llegó a la alfombra roja del Alvear Icon Hotel, en el barrio porteño de Puerto Madero. A lo largo de tres horas de ceremonia se vieron muchos pañuelos verdes en pantalla y se escucharon varios discursos en apoyo al reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito. Además, fuera del hotel un grupo de trabajadores de los medios públicos se manifestó contra los despidos y denunció el vaciamiento impulsado por la gestión de Hernán Lombardi.


«Las mujeres sean unidas, porque si entre ellas se pelean las devoran los de afuera», recitó Violeta Urtizberea parafraseando uno de los pasajes más conocidos del Martín Fierro en clave feminista. La actriz —galardonada como Protagonista de Ficción Diaria por su labor en Las Estrellas— envolvió su estatuilla con el pañuelo verde para apoyar los reclamos de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Y Urtizberea no fue la única: la actriz Eva De Dominici y las periodistas Cristina Pérez y Mariana Contartesi también expresaron su adhesión desde el discurso.

Otras artistas lo hicieron con su look como herramienta de lucha: vestidos, clutch, apliques, joyas, bordados y todo tipo de accesorios a tono.  Julieta Ortega lució un vestido verde de Adrián Brown para la ocasión, y la joven Eva De Dominici llevó un vestido intervenido por la diseñadora Verónica de la Canal, con leyendas estampadas en cursiva que rezaban: «aborto legal», «educación sexual», «vivas nos queremos», «las argentinas votamos por el aborto legal», «la clandestinidad nos mata».

Por otra parte, el dueto compuesto por Nancy Duplaá y Carla Peterson fue el elegido para leer un documento contra la violencia de género, a propósito de la marcha #NiUnaMenos programada para hoy. Las voces de las actrices del éxito prime time de 2018 —100 días para enamorarse— se hicieron escuchar con una intervención en vivo desde el icónico Puente de la Mujer.

Esto dijeron: «En la Argentina cada 30 horas una mujer muere por violencia de género. El año pasado 295 mujeres fueron asesinadas sólo por el hecho de ser mujeres, y 407 hijxs se quedaron sin su mamá. Ni una menos es el grito de las que hoy ya no tienen voz, un grito que dice ‘basta’. Nos queremos vivas, libres y sin miedo. Por ellas, por todas. Ni una menos».

Pero las voces femeninas no fueron las únicas en pronunciarse: el actor Esteban Lamothe y el humorista Roberto Moldavsky acompañaron la lucha también desde sus discursos; Juan Minujín subió al escenario para anunciar el Martín Fierro de Oro junto a Martina Guzmán (vestida de verde), y lo hizo con el pañuelo de la Campaña desplegado sobre uno de sus hombros; a otros como Adrián Suar o Pablo Codevila se los vio luciendo crespones al tono desde sus mesas.

Mariano Iúdica fue el caso paradigmático de la noche, porque intentó adherir a la causa pero sin ningún tacto: se refirió con sarcasmo a los límites del humor, y al reciente episodio en el que besó al aire y sin consentimiento previo a su compañera Pía Shaw. «Estoy reversionando mi humor, estoy aprendiendo todos los días», dijo el conductor sin cosechar demasiados aplausos. Simultáneamente, el triunfo de Polémica en el bar como Mejor Programa Humorístico recibió fuertes críticas en las redes sociales.

Además de la lucha por el aborto, un grupo de trabajadores de los medios públicos nucleados en SIPREBA y SATSAID (y acompañados por la Asociación Argentina de Actores) se reunió en las puertas del hotel para repudiar el vaciamiento y los despidos de la gestión de Hernán Lombardi. Con algunos puntos altos y otros completamente olvidables, la ceremonia de los Martín Fierro cerró con un Oro bien dado a esa gran producción de Sebastián Ortega (Underground): Un gallo para Esculapio. El director fue uno de los primeros en ingresar al hotel con los carteles que rezaban: «Que no te apaguen los medios públicos». Entre premios, «gracias APTRA» y canapés, los reclamos sociales de las calles se hicieron escuchar sobre la alfombra… y bien fuerte.

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