Distancia de rescate: el peso intangible de la maternidad

por
Invitame un café en cafecito.app

El pasado 13 de octubre se estrenó en Netflix Distancia de rescate, una adaptación cinematográfica de la aclamada novela escrita por la argentina Samanta Schweblin. La película es una apuesta a un viaje onírico entre la realidad y la fantasía, un thriller psicológico que se va iluminando y abriendo paso a un ritmo distinto y propone pensar los vínculos de la maternidad, la posibilidad vedada de la libertad y el terror de la pérdida desde un escenario de pueblo rural que se torna demasiado real.



Tras estrenarse en el Festival de San Sebastián, Distancia de rescate llegó a Netflix el 13 de octubre. Ser una adaptación de una novela premiada internacionalmente seguramente le dio un primer empujón de popularidad, pero es solo una de las razones por las que merece ser vista. La película en sí misma es una invitación a un viaje a lo desconocido que comienza al momento de darle play, un tren al que vale la pena subirse sin preguntar el destino y sentarse simplemente a disfrutar del recorrido.

La película se va construyendo lentamente como un rompecabezas temporal del que el espectador en un comienzo no conoce ni siquiera las piezas. Las protagonistas son dos jóvenes madres que se encuentran de forma fortuita en un pueblo del interior argentino: una de ellas es local, la otra, extranjera. Entre ellas se forma una relación de amistad atravesada por un misterio que se balancea entre el terror de lo posible y el desvío del delirio. ¿Qué es real y qué no en esta historia? El título que se le dio tanto a la novela como a la película en su versión internacional es Fever Dream («sueño febril» en español) y ese término describe muy bien la esencia de este desarrollo: el tiempo no es lineal, los recuerdos se mezclan con los miedos y al despertar es necesario tomarse el tiempo de separar la realidad de la ficción, por más difícil que parezca.


distancia de rescate


El guion adaptado fue realizado por la propia autora de la novela en colaboración con la directora de la película, Claudia Llosa.  Distancia de rescate es también una apuesta por parte de Netflix al cine en español, co-producida desde diferentes partes del mundo para darle un matiz internacional que apunta al éxito: la historia transcurre en Argentina pero la protagonista (María Valverde) es española, fue filmada en Chile y su directora (Claudia Llosa) es peruana. Esa combinación hace que la película busque conscientemente estar en todos lados y en ninguno a la vez, en un espacio etéreo que podría ser cualquier punto del planeta que se sienta interpelado por las premisas de este film.

La forma en la que está planteada la maternidad es rica en matices y merece un párrafo aparte. Las dos protagonistas son madres jóvenes que se ven y se describen como atadas a su condición de madres. La «distancia de rescate» que da nombre a la película es la conexión entre madre-hije que se visualiza como un hilo que nunca se corta: siempre deben estar atentas, expectantes, esperando el peligro para salir al rescate. Esa sensación se vive desde el amor incondicional pero también desde el hartazgo de las noches en vela y de los sueños de escapar a otra realidad que ya no está en su universo posible. Distancia de rescate es una película que vale la pena ver, sin leer mucho antes, dejarse llevar y saborear el gusto amargo sin saltar a la siguiente recomendación de Netflix apenas termina. Merece su propia distancia.


 


** Conscientes del momento económico complejo en el que gran parte de la sociedad se encuentra, dejamos abierta una vía de colaboración mínima mensual o por única vez para ayudarnos a hacer nuestro trabajo, sobre todo a la hora de solventar los gastos – muchas veces invisibles- que tienen los medios digitales. Sumate a LPP y HACÉ CLIC ACÁ 🙂.

☕ ☕También podés donarnos un cafecito o la cantidad que quieras ❤️.