Tras la publicación de su último libro de poesía, Ahora sabemos esto (Rosa Iceberg, 2022), Adriana Riva se consagra como una de las voces referente contemporáneas. Si bien ella asume sus inicios en la escritura literaria hace relativamente poco, su hogar repleto de libros y su paso por el periodismo forjaron en la autora una mirada del mundo que se trasmite en cada género en el que incursiona.
Por Julieta Blanco
Adriana Riva nació en Buenos Aires en 1980. Es periodista, escritora y editora. También es madre, hija y amiga. Dicta junto a Ana Navajas los talleres “Personas que escriben”– Su escritura fresca se atreve a ir por los intersticios de lo no dicho, desromantizando algunos vínculos y escenarios con un tono que ya tiene sello propio.
En esa dirección, publicó su primer libro de cuentos, Angst (Tenemos las máquinas, 2017). Compuesto por once relatos, Angst que significa “miedo” en alemán, tiene a este sentimiento como hilo conductor para las distintas mujeres que protagonizan estas historias. Se dice que los epígrafes de un texto enmarcan la lectura, la guían y en este caso, la autora eligió nada menos que a Emmanuele Carrère para echar luz al mundo en el que nos adentraríamos:
“Dicen que cuando tenés un año de vida no sabés, no comprendés, pero incluso sin palabras debés adivinar que a tu alrededor ocurre algo de una gravedad inmensa, que la vida se está tambaleando, que nunca más habrá una seguridad real”.
En el 2019 publicó su primera novela, La sal (Odelia Editora) la cual relata la historia de una mujer y su familia, pero por sobre todo, la historia de un vínculo materno-filial. Alrededor de un viaje, la protagonista comienza a redescubrir a ese ser enigmático y por momentos oscuro, que resulta ser su madre. Esta novela rompe con los ideales románticos de madres instintivas y amorosas al poner en el centro de la escena la fragilidad, la incertidumbre y el hastío.
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“Poco después de la muerte de papá, quise volver a ser chica para estar en los brazos de mamá. Necesitaba sentirme a salvo, pero ella no lo registró. Lleva en su interior el arte del origami. Se pliega sobre sí misma”. Capítulo 2, El viaje– La Sal
Adriana Riva. Foto: Télam
Recientemente, la autora presentó su última publicación: Ahora sabemos esto (Rosa Iceberg, 2022). Este es su primer libro de poesía y a través de este género, Adriana Riva, vuelve al núcleo originario: la maternidad, las tradiciones, los silencios y los enigmas. Un vínculo narrado en prosa, en retazos, entre los huecos.
33.
Cada jueves me recibe
incrédula
como Laertes
recibió a Ulises.
¿¡Viniste!?
Recién entonces
la feligresa de la duda
enciende luces
calienta agua
ayudar a armar
el ritual.
(Ahora sabemos esto)
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«Para escribir siempre hay que leer mucha poesía»
— ¿Cuándo nacieron las ganas de escribir literatura?
— El deseo de escribir empezó después de la muerte de mi papá. Si bien antes era periodista no había escrito ni diarios ni nada personal. Diría que empecé en el 2014.
— ¿Qué escritores te inspiran?
— Escritores que me inspiran hay muchísimos. Creo que me inspiran todos aquellos autores que me conmueven, que es lo que intento hacer con mi escritura. Me gustan esos escritores que al leerlos, siento que me interpelan.
— En una entrevista mencionaste que no sos de las personas que se sientan y escriben de un tirón. Que en tus textos hay mucha corrección y esfuerzo, ¿Cómo es eso?
— Soy muy desprolija y muy vaga para escribir. Me cuesta muchísimo. Tengo que tener muchas horas por delante. Y eso no significa que vaya a escribir durante todas esas horas pero si tener despejado eses momento y estar tranquila y sola, tener silencio. Necesito tiempo y espacio para mi.
Creo que me inspiran todos aquellos autores que me conmueven, que es lo que intento hacer con mi escritura. Me gustan esos escritores que al leerlos, siento que me interpelan.
— ¿Cuándo te parece que un texto que escribiste está cerrado o decís: “listo”?
— Creo que nunca se cierra un texto. Creo que siempre se puede seguir tocando. Uno finalmente lo hace cuando hay tiempos de alguien ahí reclamando o también, hay veces que uno se cansa de determinado material y necesita decir: “bueno, ya está”.
— ¿Crees que hay escritura por fuera de lo autobiográfico?/ ¿Crees que la escritura puede escaparse de lo autobiográfico?
— Creo que todo lo que escribo es autobiográfico pero no entiendo la autobiografía como algo limitado a hechos que me pasaron sino a todo lo que siento, lo que percibo. O sea es mucho más amplio lo que yo entiendo por autobiográfico. Lo entiendo como mi manera de ver y concebir el mundo.
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Ahora sabemos todo esto (Rosa Iceberg, 2022), de Adriana Riva
— Escribiste cuentos, novela y tu último libro es de poesía, ¿qué consejo darías para la escritura en sus distintos géneros?
— Creo que un consejo que daría para la escritura es tratar de mezclar los géneros lo más posible. A mí me encanta la poesía narrativa y me encantan las novelas poéticas. Así que creo que, en principio, para escribir siempre hay que leer mucha poesía. Eso seguro. Para cualquier género.
— ¿Tenés algún ejercicio favorito de escritura?
— Un ejercicio de escritura preferido es el de las listas. Todo tipo de listas y dentro de las listas uno que me parece infalible y que no falla nunca es el “me acuerdo”. (Si les interesa pueden leer el libro “Me acuerdo” de Martín Kohan publicado por Ediciones Godot en el 2020 estructurado alrededor de esta idea).
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Un ejercicio de escritura preferido es el de las listas. Todo tipo de listas y dentro de las listas uno que me parece infalible y que no falla nunca es el “me acuerdo”
— ¿Cómo empezó el proyecto (ahora editorial) Diente de León?
— Diente de león surgió hace unos seis, siete años con una amiga con la que nos dimos cuenta que había pocos juegos para niños de la primera infancia vinculados con nuestra identidad nacional. Desde ahí, todo lo que hacemos en Diente de león tiene que ver con Argentina. Al principio, empezamos con rompecabezas y después seguimos con libros que, por supuesto, es lo que a mí más me gusta.
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— ¿Cómo fue tu inicio como lectora?
— En mi casa se leía muchísimo. Vengo de una de esas familias en las que mis papás leían, mis hermanas leían, mi tía leía. Una de esas familias en las que se enaltecía la cultura y los libros. Siempre se regalaban libros, para los cumpleaños, las navidades. Se compraban libros hasta en el supermercado.
—¿Marcas los libros? Si la respuesta es sí, ¿cómo? (acá se abre la verdadera grieta)
— Por supuesto que marco los libros. Les dibujo al costado corazones, signos de exclamación, encuadro los títulos cuando los encuentro, los subrayo, hago comentarios. Los intervengo muchisimo a los libros, eso sí, siempre con lapiz negro.
Creo que todo lo que escribo es autobiográfico pero no entiendo la autobiografía como algo limitado a hechos que me pasaron sino a todo lo que siento, lo que percibo. O sea es mucho más amplio lo que yo entiendo por autobiográfico.
—¿Qué tres libros nos recomendarías?
— Recomiendo ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? de Jeanette Winterson, El corazón de un perro de Laurie Anderson y Manual para mujeres de la limpieza de Lucia Berlin.
— Por último, ¿qué estás leyendo ahora?
— Actualmente estoy leyendo “El libro de las semejanzas” de Ana Martina Marques.
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