¿Qué hace a Special una serie especial?

La serie de Netflix, centrada en la vida Ryan Kayes, un joven de 28 años con caso leve de parálisis cerebral, estrenó recientemente su segunda y última temporada. La comedia, sátira y drama, subió la apuesta en este nuevo estreno, pero ¿qué hace a Special, verdaderamente, especial?

Lejos de traer un tono solemne, la creación de la (por el momento) más grande plataforma de contenidos logra un sentido del humor agridulce. Es probable que esto se deba a que está basada en el libro I’m Special: And Other Lies We Tell Ourselves, de Ryan O`connel, en quien está inspirado el protagonista y que es a la vez actor protagónico, guionista y productor.

¿Quién mejor que el propio Ryan para crear una sátira sobre su vida? Los límites entre lo correcto y el humor incómodo se desdibujan cuando él mismo escribe los chistes de la serie basada en sus experiencias. Esto permite, entonces, un tono agrio y satírico que acompaña ambas temporadas y que le dan su color tan particular. Con la certeza que una autobiografía, contada y actuada por el propio protagonista, puede tener, Special retrata las dificultades de Ryan para lograr independizarse y andar su camino.

El gran acierto es que, a pesar de hacer foco en la inserción de alguien joven y homosexual con parálisis cerebral, Special toca muchos otros temas.

El gran acierto es que, a pesar de hacer foco en la inserción de alguien joven y homosexual con parálisis cerebral, Special toca muchos otros temas. Además del protagonista, la trama se centra en la nueva amiga de Ryan, Kim, una periodista con problemas económicos. También en muchos otros personajes recurrentes que aparecen en citas y en el trabajo. Por último, en la madre de Ryan, Karen, una mujer soltera que dedicó toda su vida a su hijo discapacitado y que ahora debe dejarlo crecer y conocerse a sí misma.

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Kim, encarnada por Punam Patel, es la amiga que Ryan conoce en su nuevo trabajo, en una revista digital. Ella es la estrella del medio, creadora de notas sobre la auto aceptación de una mujer con cuerpo no hegemónico. También es esta quien lo impulsa al protagonista a alejarse de los prejuicios que tiene consigo mismo, tanto por su condición física como por su elección sexual, y a poder disfrutar de su juventud.

Al romper con la máscara de seguridad que muestra en los primeros capítulos, Kim logra, también gracias a su nueva amistad, desprenderse de sus mentiras y del papel de “salvadora” que parecía encarnar. En la segunda temporada se muestra aún más sobre su historia: viene de una familia hindú religiosa que la juzga por sus elecciones de vida, su peso, sus relaciones y su trabajo. Es un personaje vivaz y profundo que se ocupa de mostrar los problemas y consecuencias que conlleva mantenerse con un empleo free lance y luchar con las condiciones de trabajar en un medio periodístico.

Este también es un tema recurrente en Special: las condiciones laborales. La serie logra retratar la lucha, tanto de Ryan como de todos los periodistas que trabajan junto a él, para mantenerse solos y a la vez satisfacer los reclamos de una empleadora despreciable

Este también es un tema recurrente en Special: las condiciones laborales. Puede caer en algunos lugares comunes de las comedias estadounidenses, como la jefa “graciosa” que maltrata sin filtro a sus empleados y los obliga a escribir sobre su vida personal, exponiendo información (que, a veces, no se sabe cómo consigue). Pero más allá de los recursos, quizás errados y que se utilizan para darle más humor, el personaje de la jefa, Olivia, también es uno que viene con un mensaje para dar.

A pesar de la, a veces exagerada, discriminación y abuso laboral, la serie logra retratar la lucha, tanto de Ryan como de todos los periodistas que trabajan junto a él, para mantenerse solos y a la vez satisfacer los reclamos de una empleadora despreciable, que apela incluso a la discapacidad para conseguir lectores.

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Special, una de las series que hay que ver en Netflix

Otro foco interesante de Special es el elenco estable que se forma en cada capítulo: Ryan comienza su camino a la independencia y, con él, llega el descubrimiento sexual, cargado de nuevas parejas. Se mete en el mundo de las apps de citas, de las fiestas y de las relaciones abiertas. En la primera temporada todo se ve teñido por “el nuevo Ryan” que parece opacar a los demás personajes que se le presentan. Pero en la segunda, con él más armado, se abre la posibilidad de darle más protagonismo a quienes llegan a su vida.

En este segundo estreno llega el personaje de Tanner (Max Jenkins), que casi al instante le roba el corazón al protagonista. Con este se abre un nuevo debate, presente en la sociedad actual: las relaciones abiertas y la responsabilidad afectiva. ¿Hasta dónde y cómo funciona el poliamor? ¿Cuándo es responsabilidad y cuándo es crueldad? Estos son interrogantes que el personaje principal deberá hacerse en su nuevo vínculo y a los que, difícilmente, encontrará respuesta.

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Al principio de la serie se muestra a un Ryan dependiente de su madre y a ella, una mujer adulta, con la vida dividida en su hijo discapacitado y su mamá anciana. Al avanzar la primera temporada y tras el impulso que le da conseguir un trabajo y conocer nueva gente, Ryan entiende su necesidad de independizarse y se muda solo. Crecer es complicado y empezar a hacerlo a los casi 30 años, después de haber delegado todo en una madre sobreprotectora, hace de la tarea algo casi imposible.

La serie logra mostrar ambas perspectivas de esta evolución interna y lo interesante es que no les da más importancia a los logros de Ryan por ser quien lucha con parálisis cerebral.

Pero el crecimiento se hace posible cuando Karen (Jessica Hecht) también se da cuenta de que la soledad le sienta bien. Gracias a que su hijo sale al mundo, ella nota lo poco que se dedicaba a sí misma y así, decide abrir sus propias puertas: se compra ropa nueva, empieza a tener citas y se redescubre sexualmente.

La serie logra mostrar ambas perspectivas de esta evolución interna y lo interesante es que no les da más importancia a los logros de Ryan por ser quien lucha con parálisis cerebral. Al contrario, la historia de una mujer adulta que se encuentra sí misma y logra desprenderse de su hijo, toma protagonismo durante gran parte de la primera temporada, con capítulos dedicados exclusivamente al personaje de Karen. Es conmovedor verla luchando por ser sexy, independiente, madre y por mantener una relación estable, con las demandas de su hijo que siguen presentes, casi todos los días.

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Todos estos aspectos arman a la serie y construyen la humanidad de sus personajes, lo que hace que la inserción social de Ryan no sea algo primordial, a pesar de hacerse presente todo el tiempo. En este sentido, tanto afuera como en su interior, Ryan se encuentra con paredes que no le permiten estar abierto a relacionarse con otra gente discapacitada: no puede terminar de aceptarse, ni a nadie que lo haga sentirse identificado.

La magia es ver cómo estas paredes, sobre todo las internas, se van derribando con un enorme esfuerzo, del protagonista y de quienes lo rodean, acompañado siempre de un sentido del humor agudo y la capacidad de reírse de uno mismo. Special es una serie humana, que muestra mucho más que la experiencia de vivir con una discapacidad. Se ocupa de retratar, también, las luchas que se desarrollan al crecer, el logro de generar nuevas amistades, en cualquier momento de la vida y, sobre todo, la importancia de estar abierto a gente nueva, que siempre puede sorprender.

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