Inéditos: cinco poemas de Boris

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«Al clima no le importamos/ ni él a nosotras/ vamos a tener que aprender a vivir/ con lo que nos quiera dar», se lee en los poemas de Boris. La autora nacida en Córdoba en 1995 es dueña de una voz en donde se entrecruzan el humor, la sensibilidad, la juventud, la ironía y el pensamiento sobre un futuro que nunca termina de tener una forma clara para una generación nacida en épocas de cambios cada vez más vertiginosos. 



Sobre la autora

Boris, nació en Córdoba en 1995. Optimista teórica. Publicó el fanzine «Extraño a mi perro que esta en el patio»  (Editorial Fantasma, 2017) y el libro Te convertí en literatura y encima te quejas  (Hiedra Editora, 2018), además de una infinidad de tuits sobre perritos y gatitos.


1. Hay veces que me pongo mi bombacha preferida un día cualquiera

Se corrió de lugar
el colchón sobre el que planeaba tirarme
si todo salía increíblemente mal
así que cuando todo se prendió fuego
(increíblemente rápido)
y tuve que saltar
el asfalto me hizo un favor y se abrió
dándome paso al centro de la tierra
si no hay amor, que haya magma.

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2. Ya no leo tu horóscopo, ya no te quiero más

Amiga me dijo
que esta noche
“es imposible que llueva
porque si mañana sale el sol
la humedad, finalmente, nos va a matar”
pero, Michi
al clima no le importamos
ni él a nosotras
vamos a tener que aprender a vivir
con lo que nos quiera dar.
Mientras decía eso se me vino a la cabeza
tu cara como el sol bebé de los Teletubbies
riéndose de mí, prendiendo fuego mi pelo
muy lejos del mar
mientras escribo en papel, lo mucho que creo que te quiero

Ahora creo que llueve

A mi casa no llega el mar
peor
pasa un río que arrastra cosas viejas
y en vez de tener tiburones
tiene anchoas
y en vez de tener gaviotas
lo sobrevuelan libélulas
a veces cazo y pesco
para sentirme espectacular, aunque
cenar salado y crujiente
con el eco de tu nombre dando vueltas
me suele caer mal

Ahora digo “llueve”

Cuando las cosas
se empezaron a apilar
dejé todo bien doblado
y sin pasión
por lo menos esta vez
no tenemos nada que devolvernos
hoy me encontré a mi misma
llorando por vos
acostada en el piso de una cocina
y me empecé a reír
porque de todas las veces que nos vimos
la última
fue la única
en la que no llovía

Ahora yo digo llueve
y quiero creer que llueve
pero, fuck, decir agua no te moja

Miro por la ventana
me acuerdo que tuviste una banda
que no conocí
pero de la que me hubiera encantado ser fan
veo caer la tarde, esperando que se vuelva noche
sin querer darme cuenta

de vuelta, digo llueve
y me faltan muchos instrumentos
para tratar con lo obvio
desde que digo llueve
quiero que llueva
pero
la tormenta que refresca
todavía
está en el horizonte

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3. si esto fuera 2006 tendría tu risa de ringtone

nos encontramos a la tarde
cerca de un río calmo
nos sostuvimos las caras con las manos
una de las dos dijo en voz alta
las decisiones vienen a vos en forma de nubes raras
y te asusta
podrías aprender
a confiar en un cielo nuevo
las decisiones nos llevaron a puentes rotos
y a pequeñas multitudes emocionadas
porque esa es la naturaleza de elegir:
la de empujarnos.

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4. Cap.87/ Te enterré para no verte nunca más y germinaste

Me contaron cosas feas de vos
y me dolieron
sentí lo que creo que se siente
cuando una lluvia de flechas te atraviesa el cuerpo
nos pasamos cerca
por las peatonales angostas del centro
te veo sostener un alfiler entre las cejas
te miro desde lejos
no te saludo porque no puedo:
todavía me gusta como quedan mis manos
alrededor de tu cara

me contaron cosas feas de vos
calculé mal el salto
y caí renga al suelo
ahora me arrastro
como otro de los cadáveres que te conocieron
quemo las naves y los puertos
dice Marechal que con el número dos
nace la pena
y mi pena con vos
tiene seis ceros.

me contaron cosas muy feas de vos
y las creí todas
las creí como se cree
en la caída de una bomba
en un lugar casi acabado
la piel y los ojos me picaban
pero no tuve miedo
corrí y después caminé lento
no puedo parar ahora de alejarme
porque si paro vomito
y si vomito
sería negro.

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5. Cap.94/ Cómo entrenar a tu drogón

Soñé que viajaba en el tiempo
para enseñarle a nadar a Michael Phelps.
Michael era chiquito
y yo le mostré cómo era
eso de dar brazadas perfectas
como flechas suaves
su respiración vibraba
sin un ápice de asma,
tiburón de Baltimore
el agua se corría para que él pasara.

Te enseñé todo lo que sabía sobre el agua Mike
con el tiempo
decidiste que en forma de nubes
de vodka y de mis lágrimas
era cuando más la preferías
te conté muchas cosas de mi vida
vos pocas de la tuya
pero no hacía falta
nadabas tan bien Mike
pez en el agua te quedaba chico
eras flor en un pantano
eras lluvia que refresca en verano
eras vos Mike
en mi sueño nada nos podía parar
de charco en charco
tuvimos una vida espectacular
supimos cómo olía la tierra
mojada por la lluvia
juntos y de la mano estuvimos
para ver morir al rock and roll
escuchamos al árbol
caer en el bosque
y lo fumamos
derretimos el oro de tus medallas e hicimos botes
para cuando ya estuvieras cansado de nadar
fuimos nosotros Mike.
(Ahora vayamos siempre
a lugares donde haya agua
y si me canso de vos
a dos cuadras
está la playa)

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