Pabellón 4: un superhombre contra la desidia del Estado

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Mañana se estrena Pabellón 4, el documental escrito y dirigido por Diego Gachassin que se enfoca en las experiencias de Alberto Sarlo, un abogado y escritor que desde el año 2010 está al frente de la cooperativa editorial “Cuenteros, Verseros y Poetas”. El proyecto funciona justamente en el Pabellón 4 de la Unidad de Máxima Seguridad Nº 23 de Florencia Varela, y persigue un sueño que para muchos podría resultar ingenuo e incluso utópico: llevar literatura, filosofía y boxeo a la población carcelaria ante la fatal ausencia del Estado. Todos los viernes del mes en MALBA a las 19 hs.


En la web de “Cuenteros, Verseros y Poetas” pueden leerse las siguientes palabras de Alberto Sarlo a modo de presentación: “Es la concreción de un sueño: el sueño de llevar libros a los que nada tienen. El sueño de enseñar a escribir, debatir, trabajar y esforzarse por medio de la literatura. Sueño que tal vez corresponda a ingenuos y a ilusos. Pero son ingenuos e ilusos luchando contra todo y contra todos, y por eso, al menos por eso, es que merecen nuestro reconocimiento. ¿Por qué hacemos todo esto? Porque podemos”.

El documental de Diego Gachassin recupera buena parte del espíritu expresado en esas líneas. Se trata de un film honesto, para nada complaciente y sin golpes bajos; una película que —de la mano de Sarlo— viene a derribar algunos mitos sobre el universo carcelario. ¿Por qué Alberto hace todo esto? ¿Por qué “sacrifica” horas de su vida familiar para dedicarlas a quienes (según recomiendan los «justos») deberían «pudrirse en una cárcel»? El abogado niega hacer lo que hace en pos de una futura reinserción. “Yo solamente vengo a enseñar”, aclara como para marcar una distancia prudencial con respecto a cualquier idea de redención. Y aún así, más de una vez —sin siquiera proponérselo— es justamente eso lo que logra a través de sus aportes.

Entre las paredes del SUM del pabellón 4 —un espacio que el mismo Alberto ha financiado con dinero de su bolsillo y sin ayuda de nadie— retumban los principios de Hegel y Nietzsche, las frases más memorables de Dostoievski y también algunos fragmentos de poesía y cuentos escritos por los propios presos. Literatura, filosofía y cárceles: ¿términos antagónicos? No necesariamente. El otro personaje importante del relato es Carlos “Kongo” Mena, un preso que acaba de cumplir su condena y, ya en libertad, regresa al penal como mano derecha de Alberto. Él puede aportar algo que quizás otros asistentes o pasantes no podrían: una empatía genuina y la proximidad con quienes aún continúan tras las rejas.

No es esta la primera vez que Gachassin se sumerge en el mundo carcelario; en su anterior documental —Los cuerpos dóciles— ya había indagado las sombras del aparato judicial argentino y su vínculo con la marginalidad de la mano de Alfredo García Kalb, un abogado penalista. Allí surgieron varias preguntas, y con Pabellón 4 parece hallar algunas respuestas tentativas a partir de la cultura y la comunicación de saberes. “El discurso mediático tiene la necesidad de crear un enemigo de la sociedad para luego ocultarlo en las cárceles, darle oscuridad y quitarle la condición de persona. La violencia que se vive dentro de las cárceles es promovida por el Estado, que permite su autogobierno”, sentencia el director.

Pabellón 4 expone de manera cruda la ausencia del Estado y la desidia que impera en el sistema penitenciario: el proyecto editorial y las clases impartidas por Sarlo no cuentan con ningún tipo de apoyo estatal (más bien todo lo contrario). Él destina varias horas de su vida a este proyecto y no percibe por ello ninguna remuneración; a duras penas —y luego de mucha insistencia— ha logrado conseguir un contrato provisorio para Carlos en el Ministerio de Trabajo (y aún así el Estado adeuda varios meses).

Gachassin da con un relato potente que desestigmatiza a la población carcelaria y desmitifica algunas teorías en torno a las prisiones de máxima seguridad. ¿Acaso no hay violencia? Por supuesto que sí, pero Pabellón 4 evita caer en la denuncia al “estilo Ciccioli” o en el relato complaciente. Paradójicamente, la escena más violenta del documental no está protagonizada por los presos sino por los mismos trabajadores de la unidad al momento del “engome” (un procedimiento con ciertos rasgos coreográficos a través del cual se recluye a los presos en sus celdas de máxima seguridad).

Pabellón 4 construye a Alberto Sarlo como este “superhombre” (así lo ha definido el mismísimo director en conferencia de prensa) dispuesto a luchar desde la literatura, la filosofía y el boxeo contra la abrumadora ausencia del Estado. Una historia que merece ser descubierta por los espectadores interesados.


Todos los viernes del mes en el MALBA (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415) a las 19 hs.

FICHA TÉCNICA

Guión y dirección: Diego Gachassin
Producción ejecutiva: Diego Gachassin
Asistencia de dirección: Diego Osidacs
Dirección de fotografía y cámara: Diego Gachassin
Sonido directo: Gino Gelsi / Agustín Pereyra
Postproducción de Sonido: Fernando Vega / Hernán Gerard
Montaje: Fernando Vega
Corrección de color: Javier Hick

Distribuye: SantaCine

Protagonistas
Alberto Sarlo y Carlos «Kongo» Mena

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