«Feminismos» de Leticia Martin: la riqueza de un movimiento

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Los ensayos y entrevistas que componen Feminismos (Letras del Sur, 2017), de Leticia Martin, construyen un diálogo enriquecedor que tensiona múltiples discursos acerca de la cuestión de género. Las voces de casi veinte mujeres exponen posiciones que se contradicen y complementan, en un intento por definir un movimiento central para los tiempos que corren.


Argentina está atravesando un momento particular en lo que al debate por la violencia de género se refiere. Si bien el trabajo de la militancia feminista se viene desarrollando desde hace décadas, en el último tiempo estuvo tomando un lugar cada vez más importante en la agenda social y mediática. La primera movilización convocada por el colectivo Ni Una Menos, el 3 de junio de 2015, permitió una mayor visibilización de las desigualdades sufridas y las batallas necesarias al interior del sentido común. En este contexto, donde miles de voces se entrecruzan y oponen, la posibilidad de definir al feminismo aparece como un interrogante central.

Siempre supe que pensar era un ejercicio colectivo, una construcción, un devenir de influencias”, sostiene la autora que, desde un inicio, se propone profundizar sobre aquellas verdades naturalizadas al interior de la sociedad.

¿Qué significa ser feminista? ¿Qué acciones llevar adelante para frenar la violencia de género? ¿Cómo articular las categorías de la igualdad y la diversidad? Estas son solo algunas de las preguntas que se presentan en Feminismos, de Leticia Martin, un libro en donde se reúnen las voces de casi veinte mujeres que exponen una multiplicidad de perspectivas sobre un movimiento heterogéneo, problematizando un objeto en constante cambio. “Siempre supe que pensar era un ejercicio colectivo, una construcción, un devenir de influencias”, sostiene la autora que, desde un inicio, se propone profundizar sobre aquellas verdades naturalizadas al interior de la sociedad.

Haciendo un breve recorrido por su propia experiencia, Martin reflexiona acerca de las conquistas de las mujeres y las opresiones históricas que continúan vigentes, pero desde lo que ella llama un lugar “marginal y distante”, sin encadenarse a ningún rótulo que pueda clausurar las discusiones. Es mediante esa posición que busca alejarse para observar los matices que configuran un conjunto de colectivos cada vez más presentes en la escena pública, allí donde los cuerpos antes relegados al ámbito privado ocupan ahora un espacio en el que reclaman libertades y derechos.


Leticia Martin. Foto: Luis Andrade


“¿Es acaso el feminismo capaz de aceptar las voces disidentes o estamos obligadas a incorporar todas las discusiones masticadas por otras bocas?”. Este es uno de los interrogantes que funciona como un hilo invisible de los discursos que dialogan en el libro, y con los que la autora se propone un ejercicio de deconstrucción de una muestra del amplio universo feminista del siglo XXI. En este sentido, si hay algo que Martin logra plasmar a partir de ese punto de inflexión que sostiene a la obra es la pluralidad de enfoques críticos de mujeres pertenecientes a distintos ámbitos, como el académico y artístico, a partir de los cuales transmiten sus propias experiencias y convicciones.

Si hay algo que Martin logra plasmar a partir de ese punto de inflexión que sostiene a la obra es la pluralidad de enfoques críticos de mujeres pertenecientes a distintos ámbitos, como el académico y artístico, a partir de los cuales transmiten sus propias experiencias y convicciones.

Así, se encuentran voces como la de Graciela Morgade, Decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que afirma que “hay un feminismo para cada etapa de la vida”; o la docente y psicoanalista Alexandra Kohan que expresa: “…no sé si soy feminista, pero sí puedo decir que me interesan las reivindicaciones de esa minoría llamada mujeres”. También aparecen testimonios sobre las posiciones asumidas frente a los mandatos que se gestan desde el interior de la cultura patriarcal, como en la entrevista a Florencia Kirchner, en la que habla acerca de la maternidad; o Josefina Anselmo, música que cuenta sobre los estereotipos y prejuicios machistas que tiene que atravesar  como mujer en su carrera.



De esta forma, Martin busca poner en tensión problemáticas de suma importancia para pensar las distintas aristas de la violencia de género, como la cosificación de la mujer, el disciplinamiento de los cuerpos, la sexualidad en tanto construcción histórica y social, la influencia del lenguaje y las diferencias entre clases sociales. Además, una de las dimensiones en la que la autora hace especial énfasis, y en la que también coinciden varias entrevistadas, es en la necesidad de políticas públicas concretas, en tanto campos de batalla con los que se pueda lograr una verdadera transformación. «El feminismo no puede pensarse por fuera de sus condiciones materiales de existencia«, sostiene Martin.

Leer este libro implica recorrer un entramado complejo formado a partir del encuentro y el reconocimiento con otros, de la búsqueda de autonomía y de estrategias que enriquecen un panorama de gran potencial para lograr una sociedad en donde haya lugar para todas las identidades.

Leer este libro implica recorrer un entramado complejo formado a partir del encuentro y el reconocimiento con otros, de la búsqueda de autonomía y de estrategias que enriquecen un panorama de gran potencial para lograr una sociedad en donde haya lugar para todas las identidades. El lector no encontrará respuestas certeras, sino que se enfrentará con cuestionamientos que se ramifican a lo largo de las páginas, que se contradicen y complementan, planteando un desafío que va más allá de la definición de un movimiento esencial para nuestra época.


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