Inéditos: cinco poemas de Ariel Bermani

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«Si te miento/ solo lo hago/ cuando es/ estrictamente necesario/ o divertido», se lee en uno de los poemas de Ariel Bermani, en donde despliega un ritmo narrativo para dar lugar a imágenes precisas de escenarios, situaciones y sentimientos. Desde el pasado revisitado hasta el presente confuso, el autor y tallerista literario, encuentra en los detalles una nueva manera de acercarse al amor y a la introspección. (Foto: Bruno Szister)



Sobre el autor

Ariel Bermani nació en el Gran Buenos Aires, en 1967 y vive en la ciudad de Buenos Aires desde 1990. Es autor de seis novelas: Leer y escribir, Veneno, El amor es la más barata de las religiones, Quedarme acá, Furgón y Agua. Un libro de cuentos, Ciertas chicas. Un libro de crónicas, Inochi wa takara. Un libro de reflexiones sobre el oficio de escribir, Procesos técnicos. Y dos libros de poemas, No sé nada de ballenas,  La relación con los objetos y Até mi caballi. Recibió el premio Emecé 2006, la Segunda Mención en el Premio Clarín 2003 y la Beca Bicentenario a la creación literaria del FNA, en 2016. Parte de su obra fue traducida al hebreo y al francés. Es narrador, poeta, editor y coordinador de talleres de escritura y de lectura.

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1 –

Una calle por la que no me atrevo
a pasar
una casa en la que viví hace
treinta años
una época a la que me gustaría
volver
una foto que clavé en el ropero
con chinches
una remera de la época
del secundario
una entrada para un recital
de Porcheto
una calle en la que perdí la entrada
al recital
una casa de la que no recuerdo
nada
una época en que me sentía capaz
de cualquier cosa
una foto en la que estoy con el pelo largo
y la barba larga
una chica que me regaló un póster
del Che
una pelea que preferí
evitar
una calle donde jugábamos
a la pelota
una casa que tenía las paredes
húmedas
una época en que me dormía
vestido
una foto que tiré y no sé cómo
reapareció
una carta que mandé a una dirección
equivocada
una billetera que usé hasta perderla
y era de mi abuelo
una calle de tierra que se llenaba de barro
con las lluvias
una casa en la que entraron tres tipos
a robar
una época que pasé casi sin hablar
con nadie
una foto que busco desde hace
años
una noche que duró varias
noches
una madrugada en que sentí
que me moría.

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2 –

No te quiero mentir
al menos en esto
además
tampoco vas a creerme
si te miento
solo lo hago
cuando es
estrictamente necesario
o divertido
bueno
entonces
ya que no voy a mentirte
no te digo
que estuve buscándote
durante todos estos años
ni que me asfixio si no te veo
ni que me casaría con vos
ni que me jode
que los hijos
los hayamos tenido antes
con otras personas
el amor romántico no es lo tuyo
ni lo mío
si ni siquiera tenemos una fecha
a la que podríamos llamar
nuestro aniversario
tampoco veo cercano
o posible
eso de vivir juntos
más allá de todo
y después de tantas aclaraciones
que no me pedís
te cuento algo:
cuando te veo
me gustás
y cuando no te veo
también
estar con vos
es una de las cosas
que me hacen feliz
ojalá vos sientas
algo parecido
pero no quiero
preguntártelo
no quiero meterte
en líos.

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3 –

Un gato que no es un gato
sino la sombra de un gato
o tal vez algo parecido
el contorno
el dibujo
incompleto
un gato negro
destacándose apenas
en el fondo negro
de otra noche que empieza
a perder protagonismo
creo que es eso lo que veo
mientras ella duerme
de costado
nuestros cuerpos pegados
mis piernas se fusionan
con las suyas
sus brazos los míos
afuera hay ruido de coches
colectivos
gente que habla fuerte
y también grita
yo me sumerjo
mas en ella
sin despertarla
sin saber cuál de los dos
escribe este poema.

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4 –

Esa raigambre
esos hábitos
esos momentos compartidos
entregarse al abrazo
sabiendo
que vamos a envejecer
y sin embargo
el amor como la roca
donde hacemos equilibrio
la arena movediza
que nos sostiene.

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5 –

Hay una hora de la tarde
en que los perros ladran
son muchos
imposible saber cuántos
no los veo
ladran en un tono lastimoso
todos a la vez
como si estuvieran quejándose
como si quisieran decirse algo
o decirme algo
no sé si esos ladridos
me están dirigidos
pero me gusta pensar que sí
los espero
sé que a las seis
a las seis y media
van a empezar
y yo voy a dedicarme
a escucharlos
con la esperanza de que hoy
o mañana
o cuando sea
pueda saber qué cosas
están tratando
de hacerme entender.

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