Reseñas Caprichosas – «De la materia en forma de sonido» de Óscar de Pablo: la energía insatisfecha

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El poemario De la materia en forma de sonido (Audisea, 2017) de Óscar de Pablo es un libro tan profundo como potente, donde una energía insatisfecha parece hacer todo lo posible para salir a la luz. Demostrando que la poesía en el continente no solo no murió, sino que goza de excelente salud, el libro del autor mexicano es un claro ejemplo de cómo la realidad política y social de la región se refleja en la literatura.



Sobre el autor

Óscar de Pablo nació en Nació en Cuernavaca, México, en 1979. Es autor de varios libros de poesía, entre ellos Los endemoniados (2004), Debiste haber contado otras historias (2006) y Dioses del México antiguo: coreografía cívica (2012). También es autor de la novela El hábito de la noche (2011) y de varios artículos y ensayos de crítica literaria y política.


La energía insatisfecha

Siempre que se abre un libro de poesía se tiene el mismo reparo que cuando se abre una de esas bromas infantiles: algo nos puede saltar e impactar en el rostro. A veces, sin embargo, uno se queda esperando el golpe pero nada sucede. Ese no es el caso del libro De la materia en forma de sonido (Audisea, 2017) del mexicano Óscar de Pablo. Con una voz potente, irónica y crínica, sus versos hacen coexistir la crítica social con los momentos poéticos y también el humor.

En un constante diálogo consigo mismo, pero también con toda una sociedad dormida por el capitalismo tranquilizador de los últimos siglos,  hay una fuerte presencia de arenga política en los textos de Óscar de Pablo, queriendo sacudir a la gente de ese «insomnio público y socializado». Sus escenarios, que muestran la historia con el presente inmediato, no se ahorran en sutilezas y también transmiten emociones potentes: «besándose a la luz/ ya ciega/ del cartel/ de un McDonald’s en quiebra».



Puede leerse en De la materia en forma de sonido: «La verdad es pesada/ y es dura/ y es concreta. La verdad es concreta. Pero el concreto más». Esas líneas parecen transmitir el espíritu general de todo el libro, donde existen cruces entre el mundo de las ideas, de los sentimientos y también con un mundo material que atenta contra toda voluntad. Para eso, visibiliza el lugar desde donde escribe y contra quienes: «lo que hace falta aquí, en nuestro nichito repelente, sin remedio ni cura, remedo de cultura, en nuestra -subcultura/ del sub-occidente/, es que llegue un pequeño sacerdote polaco». 

Evidenciando la buena salud de la que goza la poesía en la región, por más que gran parte del ambiente literario quiera afirmar que todo pasado fue mejor, los versos de Oscar de Pablo despiertan a un lector dormido con un gran manejo de la denuncia social, algo que no es simple de hacer de manera efectiva (y no efectista) dentro de este género. Mientras «un reloj que llora/ para darte la hora, sin darte/ la razón» marca nuestro tiempo en la región,  la literatura sigue abriendo nuevos caminos. Después de todo, afirma el autor: «Pero mis instrumentos/ no los conoce nadie:  yo soy mis instrumentos».


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