I may destroy you: una serie diferente sobre violencia sexual y consentimiento

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“Antes de ser violada nunca le presté atención al asunto de ser una mujer. Estaba demasiado ocupada siendo negra y pobre”, dice la protagonista de I may destroy you. Interpretada, escrita y co dirigida por Michaela Coel, esta serie producida en colaboración entre HBO y BBC ofrece una narrativa distinta para hablar del abuso sexual, de las herramientas que tiene una persona sobreviviente de violencias y, sobre todo, de la complejidad de los vínculos, con una profundidad en los personajes difícil de lograr en productos audiovisuales. 



Arabella está frente a la computadora, el cursor titila y tiene las horas contadas para entregar el avance de su segundo libro. El primero, Crónicas de una millennial harta que publicó y difundió ella misma, tuvo un éxito avasallante que le dio popularidad en redes sociales y la convirtió en autora best seller. Decide tomar un descanso, se encuentra con un amigo en un bar, se desmaya y recobra la conciencia horas después, de vuelta frente a la computadora. La frente sangrando, la pantalla de su celular quebrada e imágenes difusas que se mezclan en su cabeza hasta que distingue una: un hombre visto desde abajo que bloquea la puerta de un baño. Al principio, Arabella no quiere creer en ese recuerdo, busca videos en Youtube que expliquen cómo puede el cerebro mostrar algo que no vio. Finalmente, decide ir a una comisaría. “Me drogaron, creo que es algo que debería denunciar”, le dice a su amiga Terry.

I may destroy you trata sobre violencia sexual, pero también sobre muchos otros temas que aborda de una forma distinta a la de otros productos audiovisuales. No solo muestra las vivencias de la protagonista, sino también de sus amigos, Kwame y Terry, problematizando y abriendo la reflexión sobre el consentimiento en todos sus niveles y las maneras en que se lo discute y expresa.

Así se desarrollan los primeros de los doce episodios de I may destroy you, la serie escrita, co-dirigida y protagonizada por la inglesa Michaela Coel, en colaboración entre HBO y BBC. La producción está basada en la vida y experiencia personal de Coel que, una noche, fue drogada y violada, y como Arabella, volvió en sí frente a su computadora, escribiendo la segunda temporada de otra serie en la que estaba trabajando en ese momento. I may destroy you trata sobre violencia sexual, pero también sobre muchos otros temas que aborda de una forma distinta a la de otros productos audiovisuales. No solo muestra las vivencias de la protagonista, sino también de sus amigos, Kwame y Terry, problematizando y abriendo la reflexión sobre el consentimiento en todos sus niveles y las maneras en que se lo discute y expresa.

De esta forma, se muestran situaciones de todo tipo, incluyendo violencias que no suelen ser reconocidas o tipificadas como tales. Coel no ahorra la crudeza y esquiva lugares comunes, así como también categorías fijas, permitiendo que los personajes se pregunten constantemente por los vínculos y por su rol dentro de los mismos, dejando abierto el camino para indagar sobre lo que se encuentra naturalizado. La escritura de Coel da forma a algo que parece sencillo, pero que no siempre es bien logrado: humanizar a los protagonistas, mostrar toda su complejidad y sus facetas, permitir que generen empatía e incluso rechazo, no estancándose en reacciones o comportamientos modélicos, que se ajusten a las expectativas de la sociedad y del público.

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I may destroy you

Terry, Arabella y Kwame. Protagonistas de I may destroy you


Lo distintivo de la serie es el hecho de preguntarse por la vida de Arabella después de la violación, por la búsqueda de reparación y las herramientas que tiene para reconstruirse, sin quedarse en los estereotipos que la sociedad forma alrededor de una víctima de violencia sexual. Deja entonces en claro que no hay una única manera de abordar un abuso, de hablar al respecto, de procesarlo. En ese sentido, Coel es hábil a la hora de mostrar lo que quizás no se vio antes en otras series o películas: las alternativas y los escenarios que una persona puede imaginar alrededor de las violencias que sufrió y de la posibilidad de encontrarse con el agresor. En ese camino no hay una sola línea, sino múltiples opciones que dan una voz particular a las personas sobrevivientes de violencia, mostrando que no hay historias generalizables.

Lo distintivo de la serie es el hecho de preguntarse por la vida de Arabella después de la violación, por la búsqueda de reparación y las herramientas que tiene para reconstruirse, sin quedarse en los estereotipos que la sociedad forma alrededor de una víctima de violencia sexual.

“Antes de ser violada nunca le presté atención al asunto de ser una mujer. Estaba demasiado ocupada siendo negra y pobre”, dice Arabella, mostrando así otro de los ejes de la serie: la discriminación, el racismo y las interrelaciones constantes de la clase social y económica que no son factores ajenos al desarrollo de la trama. La propia Coel, invitada a dar un discurso en el Festival de Televisión de Edimburgo, relata sus experiencias como mujer negra a lo largo de su formación en el mundo del teatro y también al interior de la industria televisiva. Como en la escritura de sus guiones, Coel va hilando situaciones que, lejos de ser anecdóticas, demuestran las relaciones de poder que conforman una dinámica de la que es difícil escapar, acompañada de largos silencios y de frases que ponen punto a los reclamos: “Así es cómo funcionan las cosas”.

En esa conferencia, Coel cerró su discurso contando públicamente la historia de su propia violación y de cómo fue ella quien exigió una licencia después de lo que le había pasado, ante un equipo de producción que oscilaba entre “saber qué es la empatía humana y no saber lo que es la empatía en lo absoluto”. Uno de los caminos de su terapia fue escribir, tomar y convertir lo que llamó “una narrativa de dolor en una narrativa de esperanza, e incluso humor, y compartirla como parte de un drama ficcional de televisión, porque la trasparencia ayuda”. Aunque I may destroy you parte de una experiencia particular, es solo el punto de inicio para múltiples perspectivas que Coel deja trazadas, invitando a profundizar no solo sobre la violencia sexual y los límites del consentimiento, sino sobre los vínculos entre personas, las instituciones, las políticas de cuidado y las herramientas, siempre dinámicas, para enfrentar las violencias.



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