La organización Amnistía Internacional en Argentina lanzó recientemente una campaña en la cual exige el compromiso público de los candidatos a presidente en torno a cumplir con nueve puntos centrales de la agenda de Derechos Humanos a partir de su asunción el 10 de diciembre de 2015.
Amnistía es una organización internacional que promueve los derechos humanos en todo el mundo, investigando y exigiendo su cumplimiento a los diferentes gobiernos. En este caso, se compromete a evaluar públicamente la labor del próximo gobierno en dicha materia, interpelando y promoviendo la adhesión de sus aspirantes a ejercerlo.
Los principios que se incluyen en este compromiso público son:
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Prevenir y combatir la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes;
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Continuar el compromiso por la Memoria, Verdad, Justicia y Reparación;
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Garantizar el derecho a la libertad de expresión y el derecho de reunión, en particular en el contexto de la protesta social;
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Asegurar el pleno respeto, protección y cumplimiento de los derechos de los pueblos originarios;
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Garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia;
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Garantizar el derecho a la salud de mujeres y niñas;
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Garantizar derechos de las personas migrantes;
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Promover la Justicia Internacional;
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Promover una política exterior en derechos humanos
Ingresando a cada link se detalla mejor de qué se trata cada uno de estos nueve puntos, no obstante, es necesario destacar que en ellos se incluyen el compromiso por seguir afianzando los juicios por los delitos cometidos en la última dictadura militar y el atentado a la AMIA, legalizar el aborto, suspender los desalojos a pueblos originarios, luchar contra la trata y asegurar el ejercicio de los tribunales argentinos en materia de derechos humanos en todo el mundo.
Hasta el momento sólo se adhirieron tres candidatos de los trece que están en competencia hasta las PASO del 9 de agosto: Margarita Stolbizer por el Frente Progresista, Nicolás del Caño por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y Alejandro Bodart por el Movimiento Socialista de los Trabajadores – Nueva Izquierda.
¿Para qué sirve este compromiso?
No es muy difícil dar cuenta de por qué los principales candidatos no han dado respuesta a su adherencia o no a estos compromisos, pero lo mismo puede decirse de aquellos que sí lo hicieron. Este tipo de convocatorias tienen la facilidad de caer en el oportunismo político y de colaborar en la construcción de una imagen progresista o de izquierda, según convenga. Es muy simple para ciertos candidatos asumir dichos compromisos sabiendo realmente que no van a ser los principales elegidos. Ya han sucedido muchas convocatorias que permitieron adherirse a personajes que muy extrañamente asuman dicha consigna, quizás el ejemplo más claro sea la multitudinaria marcha por #NiUnaMenos.
De la misma manera, sería extraño creer que los principales candidatos a ser electos presidente de la Nación puedan comprometerse realmente a cumplir con puntos claves como la legalización del aborto, la protección de los pueblos originarios o la erradicación de la violencia institucional; sus propios gobiernos locales dan cuenta de que muy raramente apoyen semejantes propuestas.
En este punto es que debemos preguntar: ¿para qué sirve entonces este compromiso –sea asumido o no? Específicamente, no deja de tratarse de un “papel” que no es obligatorio a la hora de ejercer el poder. Pero también al negarse a asumirlo se puede conocer a priori la falta de importancia que ciertos candidatos le dan al cumplimiento efectivo de los derechos humanos, si ni siquiera los contemplan en una campaña electoral. Por otra parte, Amnistía es una organización que va a monitorear, investigar y publicar los resultados del cumplimiento o no de estos derechos, es decir, que adquiriríamos la información necesaria para poder luchar por ellos.
Si bien este tipo de alternativas están muy lejos de poder producir un cambio concreto en la forma en que se dan varios mecanismos estatales, es un camino para seguir visibilizando una sociedad en la que los derechos humanos no son plenos ni son para todos sus habitantes. Es por eso que hay que seguir generando herramientas y exigir a los gobernantes, además de comprometerse en la lucha por su efectivo cumplimiento.
