Entrevista a Tute: «El humor hace que todo sea más soportable»

por
Invitame un café en cafecito.app

«Mi primera lectura fue Mafalda, prácticamente aprendí a leer con esos libritos. Y no estaba destinada a un público infantil para nada», señala Tute (Juan Matías Loiseau), sobre las fronteras entre lo infantil en el humor gráfico. En ese sentido, la reciente publicación de Batu 6 (Sudamericana, 2017), trae de vuelta al personaje que acompañó durante tanto tiempo a los lectores de uno de los diarios de mayor circulación del país. «Es un poco la vida propia del personaje, porque cuando uno deja de publicarlo a diario, empieza a quedar en el olvido», señala.



Con un nombre y peso propio desde hace ya varios años, Tute es uno de los referentes actuales en lo que a humor gráfico se refiere. Mezclando la ternura, el humor y la ironía, las tiras de este autor no dejan indiferente a quien las vea. En ese sentido, el hijo del también célebre dibujante Caloi, expande las fronteras de sus intereses e incursiona en las muestras escénicas y la música.

«Yo siento como influencia todo lo que consumo. Desde las cosas más líricas hasta las más llanas y superficiales. Por supuesto, me marcan aquellas cosas que de alguna manera me llegan, que suelen tener que ver más con el arte», responde Tute sobre sus influencia. En esa dirección, se encuentra trabajando en el disco Canciones Animadas, que cuenta con la participación de reconocidos músicos y dibujantes para hacer 11 canciones -con música y letra del propio Tute- y sus respectivos videoclips.

Dueño de una productividad y una inquietud constante, Tute puede desenvolverse en distintos territorios  y la publicación de Batu 6 (Sudamericana, 2017) da cuenta de ello.  «Para mí es una alegría que el personaje siga cosechando nuevos lectores», afirma Tute, y agrega que nunca modifió «un texto para que un chico de 10 años lo entendiera ni nada por el estilo, no estuvo pensado para eso. Después, que se hayan sumado tantos a la tira es un accidente que celebro». Leé la entrevista completa con el autor, a continuación.

«Me llama la atención lo vincular, las dificultades para expresarnos o comunicarnos»

— Teniendo en cuenta la reciente publicación de Batu 6 (Sudamericana, 2017), ¿qué te genera que la tira haya perdurado tanto en el tiempo?
— La tira duró 5 años en La Nación  y después se metieron en la tira Tifonia y Baldomero, un poco por casualidad y «se quedaron» con la tira durante dos años más, hasta que volví al primer amor que es el cuadro sin personaje fijo. En ese tiempo, la tira produjo una cantidad de material que genera 10 libritos de Batu, así que la idea siempre fue sacarlos. Lo que ocurre también es que otras publicaciones mías fueron relegando a Batu, por eso hace dos años prácticamente que no salía un librito. Eventualmente también está la idea de hacer un volumen grande con todo reunido.

— ¿Qué te produce que el personaje, a pesar del paso del tiempo, siga vigente?
 Para mí es una alegría que el personaje siga cosechando nuevos lectores, es un poco la vida propia del personaje, porque cuando uno deja de publicarlo a diario, empieza a quedar en el olvido. Pero ver que los reviven los lectores, es fantástico.

 Es un poco la vida propia del personaje, porque cuando uno deja de publicarlo a diario, empieza a quedar en el olvido. Pero ver que los reviven los lectores, es fantástico.

— ¿No sentís el impulso de retomarlo?
 No, pero sí me dan ganas de que siga con vida, que los lectores lo sigan leyendo. Por ejemplo el CCK me propuso una muestra sobre Batu con las tiras, muñecos gigantes, juegos para los chicos, que va a tener lugar en octubre.También desde Paka Paka me acercaron el proyecto para que Batu sea una serie animada y estamos viendo si es viable.


Tute-2


— ¿Por qué pensás que Batu generó tanto arraigo en el público infantil y también en el adulto?
 Nunca lo pensé para chicos este personaje, siempre lo pensé para mí, que soy adulto (risas). De hecho salía en La Nación para la gente que leía el diario, algo que los pibes no hacen. Nunca modifiqué un texto para que un chico de 10 años lo entendiera ni nada por el estilo, no estuvo pensado para eso. Después, que se hayan sumado tantos a la tira es un accidente que celebro.

— En esa dirección, Batu sirve para pensar que no hay que subestimar tanto a los chicos en su nivel de comprensión tanto intelectual como sentimental, ¿no?
 Claro, mi primera lectura fue Mafalda, prácticamente aprendí a leer con esos libritos. Y Mafalda no estaba destinada a un público infantil para nada, pero desde tu infancia podías hacer una lectura divertida de las tiras. Además, lo que tiene de interesante Mafalda es que lo podés agarrar a los 10, a los 15, a los 30 años y siempre vas a encontrar algo distinto.

(Leer nota relacionada: La vuelta a Mafalda en 80 citas)

Me llama la atención lo vincular, las dificultades para expresarnos o comunicarnos, y eso se ve reflejado en mis tiras. Es para donde apunta mi ojos, siempre digo que el dibujante antes de agarrar el lápiz es un observador de la realidad que lo rodea y la interna. Es un ojo que interroga.

— Para cada libro de Batu, ¿hacés un recorte en especial? Por ejemplo, en Batu 6 se puede una temática relacionada con la amistad, tanto en sus aspectos positivos como negativos.
 En general busco recrear un poco mi infancia y le agrego algunos ingredientes que si tiene la infancia de hoy, que es todo lo relacionado con la tecnología. Ahí hay un cruce de temporalidades. Después, en la característica de cada personaje busque que cada fuera distinguible del resto. Batu es un chico soñador con mucho arrojo, frente a un pibe incrédulo y eso te da un contrapunto interesante para abordar.

(Leer nota relacionada: Editoriales Independientes #3 – Mágicas Naranjas: “Creemos que no hay que subestimar a los chicos”)

— Tanto en Batu, como en las tiras sueltas a las que antes hiciste referencia, se pueden ver guiños a la psicología. ¿Cómo trabajás eso?
— 
 La psicología es algo que me interesa mucho, siempre presto atención a las conductas sociales, cómo nos movemos, cómo somos. Me llama la atención lo vincular, las dificultades para expresarnos o comunicarnos, y eso se ve reflejado en mis tiras. Es para donde apunta mi ojos, siempre digo que el dibujante antes de agarrar el lápiz es un observador de la realidad que lo rodea y la interna. Es un ojo que interroga.


Tute-3


— Recién hiciste referencia a la tecnología y la infancia. ¿Vos cómo llevás que tus tiras tengan tanta repercusión en las redes sociales?
— 
Me interesa, me gusta ver la respuesta de la gente inmediatamente. Eso es algo que antes no era para nada habitual. Yo empecé a publicar en una época en la que no había Internet, por lo que llevaba todos los días mi tira en papel para que se escanee. Yo no tenía respuesta de la gente hasta que no presentara un libro o en alguna feria, muy pocas veces al año. Ahora con las redes sociales es algo similar a lo de un actor, que termina de hacer la obra de teatro y ya tiene la recepción del público. Yo hago el dibujo, lo subo a las redes y ya están las reacciones. Es algo que celebro ese feedback, además se producen idas y vueltas interesantes.

Yo hago el dibujo, lo subo a las redes y ya están las reacciones. Es algo que celebro ese feedback, además se producen idas y vueltas interesantes.

— ¿Qué distancia mantenés con ese fenómeno para no entrar en la vorágine que pude producir Internet?
 Hay veces que no llego a leer todos los comentarios, más porque estoy presente en todas las redes sociales. Me gusta ver qué le parece a la gente eso que uno hace en la más absoluta soledad.

— ¿Por qué pensás que Argentina tiene una historia tan rica dentro del humor gráfico?
 Debe tener que ver con que somos un país con una gran capacidad para la crítica y la autocrítica, además de tener un gran humor. Nos gusta reírnos y reírnos de. También creo que el humor es un sostén para una sociedad. Lo mismo para un individuo. Cuando se atraviesan muchas crisis, el humor hace que todo sea más soportable. La sociedad argentina sabe de crisis y creo que por ahí se puede entender, como un mecanismo de defensa.

(Leer nota relacionada: Entrevista a Rep: “El humor gráfico argentino tiene mucha calidad”)

— Al ser el hijo de Caloi y ya haber nacido dentro de este ámbito, siempre decís que entendiste al dibujo como un trabajo. ¿Cómo llevás la relación entre el disfrute y la obligación?
 Ya con tantos años en esto se da naturalmente. El dibujo por supuesto como un disfrute, pero también es una necesidad para el dibujante. No existen los dibujos inocentes, siempre están expresando algo, incluso a pesar de su autor. Cuando el autor piensa que no está diciendo anda, el dibujo sí lo hace. Mezclo las dos cosas: por un lado es un disfrute, pero por el otro es algo que hay que hacer si se termina transformando en un trabajo. No podés sentarte a esperar que venga la inspiración, sino sentarte a producir.

— En ese sentido, ¿tenés alguna rutina?
 Sí, el que labura de esto, lo hace todos los días, por lo que tenés que organizarte. Yo, que soy bastante desorganizado, necesito de todas formas un marco de organización.


Tute y Caloi

Tute y Caloi


— Vos te movés por distintos territorios más allá del dibujo. ¿Qué influencias tenés de otras artes?
 Yo siento como influencia todo lo que consumo. Desde las cosas más líricas hasta las más llanas y superficiales. Por supuesto, me marcan aquellas cosas que de alguna manera me llegan, que suelen tener que ver más con el arte: la música, la literatura, el cine.

Yo siento como influencia todo lo que consumo. Desde las cosas más líricas hasta las más llanas y superficiales

— ¿Cuáles son tus próximos proyectos? Además de lo que comentabas al principio sobre Batu.
 Lo que se viene es la salida del disco con canciones propias, tanto en letra como en música, que se va a llamar Canciones Dibujadas. Ahí colaboraron grandes músicos, una especie de dream team, donde están Ricardo Mollo, Kevin Johansen, Lisandro Aristimuño, Victor Heredia, entre muchos otros. Son 11 canciones que tienen su respectivo videoclip, los cuales están hechos con dibujos míos y de un dream team de dibujantes también. Se va a presentar en un teatro de la Ciudad de Buenos Aires en unos meses. Después estoy trabajando en la muestra Universo Tute, que es muy grande, abarca mis 20 años de producción, que ya se presentó en Rosario.

— ¿Qué te produce esa retrospectiva?
 Sí, produce muchas cosas. Una muy linda fue en Rosario: dentro de ese gran laberinto que se forma con todos mis dibujos, yo estaba recorriéndolo y a la vez escuchaba la risa de la gente, sin verlos. Es como perderse en el tiempo además. Dicen que 20 años no es nada, pero es un montón (risas).


También te puede interesar:

Entrevista a Paula Sosa Holt: “¡Claro que es posible un amor como el de Pip y Pep!”
Entrevista a Litto Nebbia: “Tratar de conseguir una popularidad mayor casi siempre conlleva a cambiar tus sentimientos”
“Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo”: seis cuentos de película
La vuelta a Julio Cortázar en 80 citas

 

TE PUEDE INTERESAR