El jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó la renuncia del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, mientras el presidente Mauricio Macri continúa de vacaciones con su familia. Como consecuencia, la cartera más estratégica del gobierno se dividirá ahora en dos: el área de Finanzas a cargo de Luis Caputo, hasta este momento secretario, y la de Hacienda bajo el ala de Nicolás Dujovne, conductor de TN y columnista de La Nación. Prat-Gay es el primer miembro que sale del gabinete del Ejecutivo en tan sólo un año de gestión de Cambiemos, dejando atrás una serie de desaciertos en la marcha de la economía.
El “mejor equipo de los últimos 50 años” hoy tuvo su primera baja. Mauricio Macri, que se encuentra de vacaciones hasta el 9 de enero, pidió la renuncia de Alfonso Prat-Gay por “diferencias en el manejo del equipo”. El ahora ex ministro de Hacienda y Finanzas, que una semana atrás había calificado su primer año de gestión con un 8, mantenía una relación tensa con Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, asesores de Gabinete, y con el titular del Banco Central Federico Sturzenegger, partidario de una política de ajuste monetario, respaldada por el presidente Mauricio Macri.
Al frente de la cartera de Hacienda estará Nicolás Dujovne, conductor de TN, columnista en La Nación, asesor de Cambiemos durante la campaña presidencial y ex director de Papel Prensa. Dujovne, además, es el cuñado del socio argentino de Donald Trump, Moisés Yellati, con el que mantiene lazos comerciales a partir de dos emprendimientos mobiliarios realizados en 2007 y 2012.
Como resultado de la renuncia de Prat-Gay el ministerio se dividirá en dos. El área de Finanzas quedará a cargo de el hasta ahora secretario, Luis Caputo. Al frente de la cartera de Hacienda estará Nicolás Dujovne, conductor de TN, columnista en La Nación, asesor de Cambiemos durante la campaña presidencial y ex director de Papel Prensa. Dujovne, además, es el cuñado del socio argentino de Donald Trump, Moisés Yellati, con el que mantiene lazos comerciales a partir de dos emprendimientos mobiliarios realizados en 2007 y 2012. El padre de Dujovne, Berardo, es dueño de la constructora que Trump eligió para desarrollar su torre en Punta del Este, Uruguay, y que también planea establecerse en Buenos Aires.
Lejos de la “lluvia de inversiones” y “brotes verdes” tan proclamada para el segundo semestre, el breve recorrido de Prat-Gay deja a sus sucesores una herencia que difícilmente podría calificarse con un 8. Uno de sus “logros” más festejados fue la negociación con los fondos buitre que posicionó al gobierno con un endeudamiento 22% mayor respecto al del 2015. Así, la emisión de de deuda del Estado alcanzó un preocupante récord de 50.000 millones de dólares, medida aplaudida por el capital financiero internacional, beneficiario al lucrar con los bonos que pagan una altísima tasa en términos internacionales.
Lejos de la “lluvia de inversiones” y “brotes verdes” tan proclamada para el segundo semestre, el breve recorrido de Prat-Gay deja a sus sucesores una herencia que difícilmente podría calificarse con un 8. Uno de sus “logros” más festejados fue la negociación con los fondos buitre que posicionó al gobierno con un endeudamiento 22% mayor respecto al del 2015.
De acuerdo al Informe de avance del nivel de actividad, publicado por el Indec el pasado 22 de diciembre, Prat-Gay sale del ministerio luego de una caída del 3,8% en el Producto Bruto Interno, acumulando un retroceso del 2,4% en el año. La inflación no cedió, sino que, por el contrario, aumentó un 1,6% respecto del mes anterior y superó, en el año, la barrera del 40%. A su vez, el poder adquisitivo de los salarios cayó un 8%, lo que generó una consecuente baja en el consumo de un 4%.
Ya a principios de 2016, Prat-Gay había perfilado su imagen de economía: una con «menos grasa», sin «ñoquis», en la que los despidos formaron parte del ajuste fiscal y los tarifazos equivalían sólo a «dos pizzas», que para muchos representaron la asfixia financiera y hasta el cierre de negocios. Les toca ahora a Caputo y Dujovne continuar la tarea, profundizar la política para los sectores más concentrados, dueños de la escala numérica de donde salió el 8 que a Prat-Gay no le alcanzó.
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