Kryptonita: una de superhéroes en pleno conurbano bonaerense

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Hoy se estrena Kryptonita, y la frase con la que se sintetiza su trama para la difusión es: “No cayó en Metrópolis; cayó en La Matanza”, por lo tanto, hay que ir a verla. Se trata de la película argentina dirigida por Nicanor Loreti, basada en la novela homónima de Leonardo Oyola y protagonizada por Juan Palomino, Diego Velázquez, Nicolás Vázquez, Lautaro Delgado, Pablo Rago, Susana Varela y Diego Cremonesi, con la participación especial de Luis Ziembrowski y Diego Capusotto. Repito: hay que ir a verla.

La frase con la que se sintetiza su trama para la difusión es: “No cayó en Metrópolis; cayó en La Matanza”, por lo tanto, hay que ir a verla (…) ¿Por qué?, podrán preguntarse ustedes. Entonces expondremos algunos argumentos

¿Por qué?, podrán preguntarse ustedes. Entonces expondremos algunos argumentos. En primer lugar, porque se trata una producción local, y es preciso brindarle el apoyo siempre que sea un producto con calidad e ingenio. En segundo lugar, porque incluye una participación especial de Peter Capusotto y –para los fanáticos de este humorista– sobran las razones (aunque él aparezca tan sólo en algunos minutos del metraje). Y en tercer lugar, porque se trata de una historia original, alocada, divertida e inserta en pleno conurbano bonaerense, lo cual ya es todo un pronunciamiento en el marco de una industria que acostumbra priorizar los escenarios de las grandes ciudades modernas y la estética de lo urbano. Entonces, ya tenemos algunos buenos motivos que pueden impulsar al lector a decidirse por esta opción de la cartelera.

El Tordo (Diego Velázquez) –“doctor” al revés– trabaja como médico de guardia en el hospital Paroissien (ubicado a un par de cuadras de Ruta 3, en el barrio de Isidro Casanova perteneciente al Partido de La Matanza). Ahí atiende a los enfermos que van cayendo en la noche brava del conurbano, se ocupa de los casos urgentes junto a Nilda (Susana Varela), la enfermera de turno. El Tordo pasa sus días y noches manteniéndose despierto a fuerza de pastillas, para sobrellevar no sólo una profesión ingrata sino también una vida familiar difícil. Este personaje se debate entre las presiones de sus jefes y los reproches de su esposa e hija.

En primer lugar, porque se trata una producción local, y es preciso brindarle el apoyo siempre que sea un producto con calidad e ingenio.

Pero esa existencia insulsa cambia rotundamente la noche en que cae en el hospital La Banda del Nafta Súper, con su líder en brazos (Juan Palomino) y suplicando –con alguna navaja de por medio– que le salven la vida. En esa aventura se embarcan el Tordo y Nilda. No pueden dejarlo morir como han hecho con tantos delincuentes y rateros de poca monta, a pedido del comisario de la zona (Luis Ziembrowski) con su flamante dictamen: “uno más en tu larga lista” (lo que nos remite directamente a esa frase que resuena tantas veces en el discurso del medio pelo argentino: “uno menos”).

Así, el Tordo tendrá que ingeniárselas con ayuda de Nilda para mantener vivo al líder de esta banda de ladrones integrada por extraños personajes: Lady Di (Lautaro Delgado), el Ráfaga (Diego Cremonesi), Faisán (Nicolás Vázquez), Federico (Pablo Rago), Cuñataí Güirá (Sofía Palomino) y Cabeza de Tortuga (Pablo Pinto).

En segundo lugar, porque incluye una participación especial de Peter Capusotto y –para los fanáticos de este humorista– sobran las razones (aunque él aparezca tan sólo en algunos minutos del metraje)

El Ráfaga y Faisán son los dos muchachotes más rudos que secundan al Nafta Súper en sus empresas delictivas; Federico es el federal traidor de la institución; Lady Di es la travesti sensible del grupo, aunque tampoco podría decirse que carece de rudeza; Cuñataí Güirá es la novia paraguaya del Faisán, y Cabeza de Tortuga es el sustento emocional de la banda (todas tienen uno), es el hombre a quien preguntan sobre cada maniobra a realizar, y quien responde con monosílabos o con un simple movimiento de cabeza desde su pedestal de la sabiduría.

Kryptonita

Nafta Súper es el líder mítico de la zona por su fama de invencible y quien supo ganarse el prestigio a costa de numerosos incendios (todos con su origen en la sustancia que le ha dado el apodo). Pero, al parecer, alguien ha osado poner en entredicho esa fama de invencible. Está claro que esto algún día iba a ocurrir porque, más tarde o más temprano, todo superhéroe construye su propio alter ego y se hace fuerte gracias al villano que compadrea en la vereda opuesta. Nafta Súper, por supuesto, no iba a ser la excepción. Así, entra en escena la contracara del superhéroe: Carca (Juan Raro), quien intentará derribar a Nafta Súper y quedarse con su poder sobre el conurbano.

Y en tercer lugar, porque se trata de una historia original, alocada, divertida e inserta en pleno conurbano bonaerense, lo cual ya es todo un pronunciamiento en el marco de una industria que acostumbra priorizar los escenarios de las grandes ciudades modernas y la estética de lo urbano

Lo que ocurre después, mejor véanlo ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones. La toma del Paroissien, el secuestro de los profesionales de la salud que entre esas paredes enmohecidas intentan salvar una vida por primera vez en lo que va de las suyas, las negociaciones con los miembros de la Policía Bonaerense (Sebastián De Caro en el rol de Ranni) y su fatal enviado: Corona (Diego Capusotto), en una versión argenta del esquizofrénico Guasón en Batman. Los breves minutos en los que Capusotto hace su aparición en pantalla bastan para ir a ver esta película y reírse a carcajadas.

Hay que decir que todo el resto funciona más que bien. El director ha encontrado una estética que, por supuesto, está sustentada en los estereotipos caricaturescos y las estéticas propias del conurbano, pero que en ningún momento intentan negarse u ocultarse.

Y hay que decir que todo el resto funciona más que bien. El director ha encontrado una estética que, por supuesto, está sustentada en los estereotipos caricaturescos y las estéticas propias del conurbano, pero que en ningún momento intentan negarse u ocultarse. No se reniega de estos personajes, de estas tramas y de estos escenarios; se los reivindica desde el lugar de la exacerbación, del grotesco y el exceso. Se trata de un mecanismo que, quizás para algunos paladares finos puede llegar a verse como una reducción de esos mundos y submundos, pero que en definitiva se valen de esos instrumentos para producir el humor más eficaz.

Apuesten por el cine argentino (y nada más argento que el conurbano), y corran a ver esta película.

FICHA TÉCNICA

Título original: Kryptonita

País: Argentina

Año: 2015

Dirección: Nicanor Loreti

Guión: Nicanor Loreti y Camilo de Cabo con la ayuda de Paula Manzone y Nicolás Britos (basado en la novela homónima de Leonardo Oyola)

Edición: Nicanor Loreti y Francisco Freixá

Música: Darío Georges

Reparto: Juan Palomino, Diego Velázquez, Nicolás Vázquez, Lautaro Delgado, Pablo Rago, Susana Varela, Diego Cremonesi, Luis Ziembrowski, Diego Capusotto

 

 

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