Entrevista al Colectivo Ni Una Menos: «El feminismo es un movimiento revolucionario»

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“Frente a toda la crueldad que vivimos, la respuesta que hemos tenido siempre las mujeres es más organización, más movilización en las calles y mostrarnos juntas. Esa es nuestra respuesta para el 8 de marzo”, sentencia María Florencia Alcaraz, Lic. en Comunicación por la Universidad Nacional de la Matanza e integrante del colectivo Ni Una Menos, a La Primera Piedra.  (Foto de portada: Gustavo Yuste)

En la semana de la mujer, y a tan solo unas horas del primer Paro Internacional de Mujeres (PIM) en el mundo, la periodista nos contó los principales motivos de este primer paro colaborativo en coordinación con más de 30 organizaciones de 45 países diferentes. Este 8 de marzo, entre otros motivos, la lucha de las mujeres reclama la libertad de Higui, presa por ser mujer, lesbiana y pobre; las desigualdades históricas que viven las mujeres en la sociedad; y una deuda aún pendiente: el derecho a un aborto legal, libre, seguro y gratuito.



—¿Cómo decidieron llamar a un Paro Internacional de Mujeres?

—La primera convocatoria de Ni Una Menos fue en marzo de 2015 y se trató de una maratón de lectura contra los femicidios. Pero, enseguida, después de esa actividad cultural de escritorxs que habíamos convocado, ocurrió el femicidio de Chiara Páez (16 años) en Rufino, Santa Fe. A partir de ahí convocamos al primer 3 de junio y fue masivo.

—¿Cuándo convocaron a la primera movilización bajo la consigna #NiUnaMenos, pensaron que iba a tener tanta masividad?

—La realidad es que todas las que integramos el colectivo de Ni Una Menos venimos de distintos espacios, pero la mayoría ya estábamos adentro del movimiento de mujeres, y sí, nos sorprendió la masividad que tuvo la convocatoria y cómo se ampliaron los márgenes de lo que era el movimiento hasta entonces. Se saltó un cerco que estaba limitado para las que históricamente militaban dentro de ese marco, y se ampliaron muchísimo esos márgenes. A nosotras no nos sorprendió porque teníamos mucha confianza en el feminismo, pero, por otro lado, claro que nos sorprendió la masividad, la réplica y la respuesta de lo que fue el primer Ni Una Menos.

El feminismo es un movimiento revolucionario. Frente a toda la crueldad que vivimos, la respuesta que hemos tenido siempre las mujeres organizadas es aún más feminismo, más organización, más movilización en las calles y mostrarnos juntas. Esa es la respuesta que siempre hemos tenido y es nuestra respuesta para el 8 de marzo.

—¿Cuál es la diferencia que marca, con respecto a las movilizaciones anteriores, el Paro Internacional de Mujeres?

—El PIM es una acción coordinada con muchos países. Después, con el 19 de octubre y lo que fue el Paro Nacional de Mujeres, esta actividad a la que estamos sumándonos de manera internacional, lo que tenemos es todavía más certeza de que el feminismo es un movimiento revolucionario. Frente a toda la crueldad que vivimos, la respuesta que hemos tenido siempre las mujeres organizadas es aún más feminismo, más organización, más movilización en las calles y mostrarnos juntas. Esa es la respuesta que siempre hemos tenido y es nuestra respuesta para el 8 de marzo.


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Foto: Gustavo Yuste


—¿Qué es lo que se está pidiendo al Estado argentino?

En cuanto a las demandas más urgentes, nosotras vemos con preocupación todas las políticas que tienen que ver con la prevención de las violencias machistas. Las mujeres se comunican a las líneas de ayuda porque ya no toleran más la violencia cotidiana, y llaman, piden ayuda, pero no tienen respuesta del Estado. La demanda más urgente es que el Estado de respuesta a los reclamos que surgen y que aparecieron en las calles desde el 3 de junio. Hay algo pendiente que surge después del primer Ni Una Menos que es la Ley de Patrocinio Jurídico Gratuito para Víctimas. Esa ley no tiene presupuesto, no está puesta en marcha por el Ministerio de Justicia. Nosotras creemos que es una ley fundamental para acompañar a las víctimas.

Reclamamos libertad para Higui ya, de manera urgente, porque está injustamente presa. Además, queda pendiente la Ley por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una de las deudas de la democracia hoy en día. Sobre los Derechos que todavía no fueron reconocidos, me parece que esta es una gran deuda. Todavía no tenemos soberanía sobre esa parte de nuestro cuerpo.

—¿Qué otras demandas se exigen en el Paro Internacional de Mujeres?

Hoy en día, una de las demandas más urgentes es lograr una autonomía real en lo que respecta a lo laboral. Las mujeres sufrimos muchísima más desocupación que los varones. Hoy, la desocupación laboral femenina en Argentina es del 10,5. Creemos que sin autonomía, sin formas autónomas de organizarnos económicamente, es muy difícil que las mujeres podamos salir de la situación de violencia doméstica. Esta precarización de nuestras vidas en lo laboral hace que estemos más expuestas a las violencias. También nos preocupa el aumento de la edad jubilatoria para las amas de casa. Es un problema. En Argentina, las mujeres hacemos el 76% de trabajos domésticos, tareas que no son pagas y no son reconocidas como trabajo.

—¿Qué consignas no pueden dejar de nombrarse este #8M?

Reclamamos libertad para Higui ya, de manera urgente, porque está injustamente presa. Además, queda pendiente la Ley por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una de las deudas de la democracia hoy en día. Sobre los Derechos que todavía no fueron reconocidos, me parece que esta es una gran deuda. Todavía no tenemos soberanía sobre esa parte de nuestro cuerpo.



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