A más de 110 años de su publicación original, Las fuerzas extrañas (Odelia Editora, 2016) de Leopoldo Lugones vuelve a la escena literaria actual para demostrar por qué este escritor abrió el camino a muchos otros autores de la literatura argentina del siglo XX, siendo el caso de Jorge Luis Borges uno de los más destacados. Considerado uno de los fundadores de la modernidad en el campo de las letras, este libro muestra el ingenio, creatividad y talento de un autor que, a pesar del paso del tiempo, mantiene esa extraña fuerza que hace que volvamos a leerlo.
Sobre el autor
Leopoldo Lugones nació en Villa de María del Río Seco, Córdoba, el 13 de junio de 1874. Fue un reconocido poeta, ensayista y periodista. Muchos le otorgan el título de uno de los fundadores de la modernidad en la literatura argentina y de un autor muy influyente para los escritores del siglo XX del país. También tuvo su carrera como político e intelectual, donde a pesar de tener un inicio próximo a la izquierda, se lo recuerda por estar cerca de los movimientos fascistas que derrocaron a Hipólito Yrigoyen en 1930. Se suicidó en Tigre, Buenos Aires, 18 de febrero de 1938, tras ingerir una mezcla de cianuro y whisky.
Las extrañas fuerzas de Lugones, más de un siglo después
Potente, contradictorio, extraño. Una lista de adjetivos que podría aplicarse a muchos de los referentes culturales argentinos. Ya sea del pasado, del presente o de los que vendrán. Leopoldo Lugones, claro, no parece escapar a esa regla y la llegada de una nueva edición de Las fuerzas extrañas (Odelia Editora, 2016), a más de 110 años de su primera edición, muestra el por qué del peso propio con el que cuenta este autor dentro de la historia literaria argentina.
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¿Por qué volver a Lugones después de tanto tiempo? La respuesta la ofrece el interesante y profundo prólogo que Inés Bruzzi escribe para esta coqueta edición de Las Fuerzas Extrañas. Allí, se destaca la decisión de la editorial de poner a este libro de nuevo a rodar por las librerías argentinas «por la influencia decisiva de los cuentos de Las fuerzas extrañas sobre la literatura fantástica del siglo XX en nuestro país, cuyo apogeo llegó de la mano de Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges».
La influencia decisiva de los cuentos de Las fuerzas extrañas sobre la literatura fantástica del siglo XX en nuestro país, cuyo apogeo llegó de la mano de Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges».
Inmediatamente después, en el mismo prólogo, aparece el autor de El Aleph, dando su testimonio: «Por la activa pasión de su inteligencia, por la pluralidad de sus inquietudes, por la constante búsqueda de una verdad que tantas veces lo llevó a contradecirse. Lugones constituye en este país un fenómeno insólito. Su personalidad excede sus libros y (…) la imagen del hombre ha oscurecido la literatura escrita por él. Admirables trabajos permanecerán inéditos hasta que nuestro tiempo los redescubra».
Si bien las contradicciones y la figura de un autor polémico que tapa su propia obra hoy parece moneda corriente en la cultura argentina -algo que hasta le pasó, en menor medida, al propio Borges- pueden entenderse esta declaración en su contexto. En el caso de Lugones, las contradicciones no solo venían por el terreno político -donde comenzó por izquierda y terminó, como muchos otros, encolumnado en la derecha-, sino también en el campo artístico e intelectual.
Esa «pluralidad de inquietudes» a la que hace referencia Borges y que es una constante en la biografía y blibliografía de Lugones, va a aparecer en Las fuerzas extrañas en todo su esplendor, donde el autor va a hacer uso de sus múltiples conocimientos en distintas ramas científicas, su espíritu inquieto por nuevos conocimientos y su creatividad a la hora de armar una historia. En ese sentido, aparece un nudo formado por polos opuestos que va a enriquecer a la obra de Lugones: su pasión positivista, que lo convirtió en uno de los más entusiastas de la modernidad en el campo intelectual argentino, convive con conocimientos astrológicos, relatos mágicos y un gran interés por la alquimia.
Las fuerzas extrañas es, sin dudas, el lugar ideal para encontrar al escritor y una obra todavía intacta del barro político-histórico que el propio Lugones se encargaría de juntar para tirarse encima. Así, los grandes temas de la literatura fantástica tienen también su temprana versión argentina, como es el caso de la cuestión del doble en el relato «un fenómeno inexplicable», donde Lugones muestra su talento para narrar su cover sobre el famoso doppelgänger utilizando un mono: «Es negro como mi propia sombrea, y melancólico al modo de un hombre. La descripción es exacta, porque lo estoy viendo ahora mismo. Su estatura es mediana; su cara como todas las caras de mono. Pero siento, no obstante, que se parece a mí».
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Por último, esta reedición comprende un «Ensayo de cosmogonía en diez lecciones», donde Lugones expone su capacidad ensayística y su fama de intelectual con un lenguaje que invita al lector a introducirse dentro de un campo tan extraño y potente como la cosmogonía, o como la obra de Lugones. Puede leerse: «Todas las cosas que son dejarán de ser, y vienen de otras que ya han dejado de ser. Tan universal como la vida misma es esta periodicidad de sus manifestaciones».
Leopoldo Lugones podría ser eso que dejó de ser para dar lugar a lo nuevo: un escritor tapado por el político y referente intelectual que quiso ser en un país que comenzaba a consolidarse. Sin embargo, la vuelta al ruedo de Las fuerzas extrañas hace honor a una de las narrativas que introdujo la modernidad a nuestra escena literaria y que serviría como allanadora del camino de los autores y autoras que pusieron a la literatura argentina disputando espacios de poder a nivel mundial. ¿Qué mejor que ver una de las líneas de partida de ese fenómeno bien de cerca? Con esta reedición de Las fuerzas extrañas, ahora es mucho más fácil.
