Editoriales Independientes #5 – Qué diría Víctor Hugo?: «El rol del editor tiene algo apasionante»

por
Invitame un café en cafecito.app

Quinta entrega de la serie que se mete en profundidad en el tumultuoso mundo de las editoriales independientes. Andrés Alvarado, Gastón Córdova y Leandro Surce son los responsables de Qué diría Víctor Hugo?, una editorial con menos de dos años de vida y que apuesta al costado humano de la poesía y narrativa más allá de la lógica comercial. «Existe un desfasaje entre los artístico y lo comercial. Hay una apuesta mayor al aspecto creativo», sostienen y, además, destacan la importancia de agruparse con otros sellos: «Nosotros aprendimos el oficio con La Coop. Sino, seguiríamos siendo escritores neuróticos encerrados en su casa escribiendo». Conocé la historia, los próximos objetivos y cómo convive el rol del editor con ser escritor, en la siguiente entrevista.


Sobre la editorial

que diría víctor HugoQué diría Víctor Hugo? nació en el año 2014 y a mediados del 2015 lanzó sus primeros títulos. Como muchas de las editoriales independientes de la actualidad, nació con la idea de publicarse ellos mismos ante la negativa de otras editoriales y la falta de oportunidades. Actualmente su catálogo se compone de 5 libros y promueve la aparición de voces nuevas dentro del ambiente literario organizando concursos literarios. Con libros breves pero potentes, Qué diría Víctor Hugo? – editorial integrante de La Coop- es una muestra de que existen otras búsquedas dentro del mundo editorial, donde el tiempo, lo artístico y lo comercial se van acomodando según cada caso.


-¿Cómo surgio Qué diría Victor hugo??
Gastón Córdova (GC): Básicamente, entre Andrés Alvarado y yo coincidíamos en que escribíamos y estábamos un poco aislados del mundo literario. Nos reflejamos mutuamente en esa marginalidad y teníamos ganas de construir un puente a nuestro modo, no entrar de cualquier forma sino desde lo que nosotros pensamos sobre la poesía, la literatura, nuestra forma de ser.
Andrés Alvarado (AV): Sí, teníamos tanto Gastón como yo obras publicadas por las que tuvimos que pagar. A mí me llegó la obra de él a través de una amiga común y nos juntamos a charlar. También coincidimos en el programa de Laureano García en Fm La Caterva en el que ambos fuimos como invitados y ahí empezamos a pensar en algo más grande como nuestra propia editorial. Nosotros teníamos nuestra obra escrita publicada y por publicar.

-Surgió, entonces, como suele pasar un poco con este tipo de editoriales: escritores que no tienen en el espacio para publicar y se crean el propio, ¿no?
GC: Sí, en un punto sí. Igual hoy en día lo seguimos pensando como escritores que editan, no como editores propiamente dichos.

-¿Actualmente quiénes forman parte?
AV: Actualmente somos tres. Gastón lo conoce a Leandro Surce en el Mundial de poesía que organiza Años Luz Editora y él empieza a venir a nuestros eventos, presentaciones. Pegamos buena onda y leímos algunas cosas que él tenía publicado. Desde que se sumó Leandro tomamos otro impulso.
Leandro Surce (LS): Claro, tenía unos cuentos publicados en e-book que primero leyó Gastón y me llamaron porque querían publicar el libro y si no quería sumarme a trabajar con ellos.


qdvhg2

Andrés Alvarado, Jotaele Andrade, Gastón Córdova y Leandro Surce


Qué diría Victor Hugo? es una editorial joven, tiene alrededor de dos años, ¿no?
GC: Sí, desde que empezamos a trabajar dos años. Desde que salieron los primeros libros, alrededor de un año. Tuvimos que aprender todo de cero: diseño de tapas, maquetas, etc.
AV: Y el tema muy importante de no conocer prácticamente a nadie, teníamos muy pocos vínculos. Todo fue como ir subiendo y escalando.

-¿Porqué el nombre «Qué diría Víctor Hugo?»?
GC: La historia no la contamos porque en realidad nos gusta de que el nombre sea un tanto críptico, tenga algo enigmático de que no se sepa bien qué es. Por un lado mueve la risa, por otro también genera preguntas. Contar la historia concreta es arruinar ese juego.

-¿La idea era un título que provoque?
GC: Sí, para mí tiene que ver con una dialéctica entre la ironía con la tradición. Nos gusta el juego, la ironía, «capussottear» un poco, pero también nos gusta la tradición: leemos clásicos. El nombre desestabiliza un poco la solemnidad de los clásicos y también un poco la pelotudez. Todo lo puro no conduce a nada.

por las personalidades de nosotros tres, hay un desfasaje entre los artístico y lo comercial. Hay una apuesta mayor al aspecto creativo. Quizás tenga que ver con que los tres escribimos y leemos mucho. Nos interesa la cultura y lo que va pasando, así que capaz priorizamos eso

-Para ustedes, ¿qué sería lo que caracteriza a Qué diría Victor Hugo??
LS: Para mí, por las personalidades de nosotros tres, hay un desfasaje entre los artístico y lo comercial. Hay una apuesta mayor al aspecto creativo. Quizás tenga que ver con que los tres escribimos y leemos mucho. Nos interesa la cultura y lo que va pasando, así que capaz priorizamos eso. Por ejemplo, lanzamos un concurso de poesía y realmente nos tomamos un tiempo importante para analizar todas las obras que nos mandaron. Eso es por el desfasaje que tenemos, que a la vez nos da un plus, que es el tener una sensibilidad distinta.
GC: Sí, un poco en relación a lo que decía Leandro, nosotros empezamos a hablar por mails que eran muy largos y que se demoraban por eso. Eso es algo que no se ve mucho. En el «reino de la cantidad», como dice René Guenón, hay tanta cosa y lucha por meter lo tuyo abajo de la luz que parece que nadie se lee con nadie. Qué diría Víctor Hugo? nació un poco en esa espera por ver qué decía el otro. Nuestra intención no es que se pierda eso. No nos interesa quiénes son los que venden más libros, sino su historia personal y como autor, de dónde viene, qué hizo. Pensamos la obra y la vida fundida.

-¿Cómo van pensando el catálogo?
AV: Desde un principio, tanto Gastón como yo somos poetas sobretodo, aunque por ejemplo él tiene una novela por publicar, pero como somos más de ese palo, Qué diría Victor Hugo? nació como una editorial de poesía pero siempre mirando también a la narrativa. El hecho de sumar a Leandro que escribía cuentos nos pareció bueno justamente por eso, para abrir el catálogo de narrativa. Ahora estamos recibiendo material de ese estilo. También estamos pensando en abrir un catálogo de ensayo, que sería apuntar a un otro público lector, por lo que es una decisión lenta que la estamos llevando de a poco. En definitiva apuntamos a tres catálogos: poesía, narrativa y ensayo.
GC: Además, Leandro viene de la carrera de Ciencias Políticas y Filosofía, Andrés es guionista y yo de la Facultad de Psicología, por lo que es probable que esos campos vayan confluyendo a la hora de pensar catálogos.

-¿Cómo se dio el ingreso a La Coop?
AV: La Coop lo inició Marcos Almada, nosotros ingresamos a través de Juan Crasci de Años Luz Editora. Cuando nos enteramos que faltaba una semana para tener los libros en la mano, empezamos a pensar qué hacíamos con eso. Le escribí a él y le pregunté. Me dio varios consejos muy útiles. Otro día nos volvimos a ver y me contó que estaba empezando a nacer La Coop y me dijo por qué no se vienen. Desde el principio recibiéndonos y hasta que nos pudimos acostumbrar a su metodología de laburo, los chicos de La Coop nos bancaron un montón. Nosotros aprendimos muchísimos laburando con ellos.
GC: Sí, naturalmente nosotros tenemos cierta tendencia a aislarnos y La Coop la verdad que es un trabajo en conjunto que nos abre la puerta a un montón de cosas. Eso es lo bueno de juntarse: aprender a ser otro.

La Coop ayudó a derribar un poco esa distinción tan grande entre escritor y editor. Por ejemplo la mayoría de los chicos de La Coop escriben todos. Antes, yo venía con un prejuicio en el que ponía al editor como un lobbista hasta que te das cuenta que son pibes como vos y que le ponen una garra increíble al laburo que hacen.

-¿Cómo conviven en ustedes la faceta de ser escritores y editores?
AV: Todo este tiempo de trabajo con Qué diría Victor Hugo? y con La Coop ayudó a derribar un poco esa distinción tan grande entre escritor y editor. Por ejemplo la mayoría de los chicos de La Coop escriben todos. Antes, yo venía con un prejuicio en el que ponía al editor como un lobbista hasta que te das cuenta que son pibes como vos y que le ponen una garra increíble al laburo que hacen. Claramente yo todavía no conocía este mundo de las editoriales independientes. El rol del editor tiene algo apasionante: meterte en la obra de otro para ayudarla a crecer tiene algo que está buenísimo.
GC: Sí, es medio una pica boluda que se arma como el Burrito Ortega peleándose con el técnico en el Valencia. Eso de pensar «mi poesía es mi poesía y nadie la va a tocar» es una pelotudez, porque quizás el otro te puede aportar una mirada más interesante. A medida que te adentrás en algo se van derribando los mitos que uno cree. El escritor además es como un «editor bebé», está editando todo el tiempo.

qdvh1-¿Qué ventajas y desventajas ven en ser una editorial independiente?
AV: En un punto no sé como funciona una editorial no independiente. Nosotros cuando recién estábamos gateando nos sumamos a La Coop y eso nos dio un fuerte marco de referencia y también nos alivianó mucho eso de andar remándola solos. Antes de ser parte me pasó eso de peregrinar por librerías y que me rechacen los libros. Ahora, con La Coop, estuvimos en La Feria del Libro. Ahí te das cuenta la diferencia de laburo, nosotros aprendimos el oficio con La Coop. Sino, seguiríamos siendo escritores neuróticos encerrados en su casa escribiendo.
LS: Creo que también otra ventaja es que al ser una estructura chica te obliga a tener un contacto más directo con los escritores, a trabajar codo a codo. Eso a mí me encanta, porque es una instancia de aprendizaje para cada uno.
AV: Retomando eso del vínculo con los autores, tanto con Claudia Sobico como con Jotaele Andrade nosotros creamos un vínculo humano y de afecto.
GC: Además en cierto sentido no podemos comparar con otras editoriales porque no tenemos esa experiencia y para nosotros fue inevitable formar Qué diría Victor Hugo? en todo sentido y eso hay que aceptarlo.

El rol del editor tiene algo apasionante: meterte en la obra de otro para ayudarla a crecer tiene algo que está buenísimo.

-¿Cómo ven el mundo actual de las editoriales independientes?
AV: Hoy en día hay demasiadas editoriales que se dicen independientes pero que no tienen nada de independiente. No vamos a dar nombres, pero hay muchas que ya sea porque detrás tienen a alguien con mucha plata o una actitud que recuerda a las grandes empresas editoriales pensando en un modo comercial. Una de nuestras primeras premisas fue no cobrar a los autores, porque es algo bastante nefasto. Así cualquiera es independiente si le cobrás al autor tres veces el precio que sale fabricar el libro. Hay muchos que también le cobran a un perejil y con esa plata publican a un autor más conocido, lo que me parece algo bastante choto para con la persona a la cual se le cobra.
GC: Además te quedás a medio camino, porque es muy difícil vivir de editar libros. Si no podés vivir de eso y tampoco vas a hacer algo artísticamente honesto, te quedás en la mitad, es raro.

Otra ventaja es que al ser una estructura chica te obliga a tener un contacto más directo con los escritores, a trabajar codo a codo. Eso a mí me encanta, porque es una instancia de aprendizaje para cada uno.

-¿Y por qué creen que pasa eso?
AV: Creo que es un poco la ansiedad de los escritores nóveles, como me pasó a mí con mi primer libro. Eso después termina jugando en contra de uno mismo, esa ansiedad es lo peor que hay. Dentro del mundo editorial independiente hay de todo: mucha camaradería y también cosas más jodidas.

-Claro, Marcos Gras de Santos Locos también hacía referencia a eso, que al tratarse de una ambiente cultural uno pensaría que existe otra generosidad, pero que difícilmente es así.
GC: Claro, la realidad es un pequeño reflejo de lo que es el mundo, donde tenés cosas muy copadas y otras cosas que no.
AV: Como dice Gastón, es un reflejo y hay de todo.

(Leer nota relacionada: Editoriales Independientes #2 – Santos Locos: “Lo difícil es perdurar y eso es a lo que apuntamos”)

-Por último, ¿cuáles son los próximos proyectos de Qué diría Victor Hugo??
AV: Resolvimos los tres premios del concurso de poesía: el primer lugar fue para Lucas Gómez Sabio, con el libro Para dejar constancia; 2do Premio – Bárbara Alí, La mancha de los días; 3er Premio – Paulina Aliaga, La mejor forma de sanar. La idea es a futuro lanzar un concurso de narrativa, más específicamente de microcuentos.
-LS: Sí, ese es un género al que no se le suele dar mucha atención en las editoriales y hay microcuentistas que hacen cosas excelentes.
-AV: El objetivo más primario es seguir creciendo como editorial y seguir moviéndonos.


Contacto con Qué diría Víctor Hugo?:

Facebook: Qué diría Víctor Hugo?
Mail: quediriavictorhugo@outlook.com.ar

Ediciones Anteriores

Editoriales Independientes #1 Paisanita Editora: “Todas las editoriales independientes hacen un trabajo que merece ser festejado”

Editoriales Independientes #2 – Santos Locos: “Lo difícil es perdurar y eso es a lo que apuntamos”

Editoriales Independientes #3 – Mágicas Naranjas: “Creemos que no hay que subestimar a los chicos”

Editoriales Independientes #4 – Caleta Olivia: “De a poco surgen nuevas voces o editoriales que trabajan para que sea todo más federal”


¿Querés que tu editorial sea parte de la serie Editoriales Independientes?

Mandanos un mail a gustavo@laprimerapiedra.com.ar

TE PUEDE INTERESAR