Granta y la literatura joven: la obra de escritores decididamente interesantes

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En 2021 la revista Granta publicó su selección de los mejores narradores jóvenes en español. Esta es la segunda edición de un concurso que fomenta la comunicación transatlántica, entre la literatura española y americana, y de la publicación de un listado de 25 jóvenes que son, bajo los criterios de Granta, los mejores novelistas de su generación. Pero, ¿qué significa ser parte de los mejores? ¿Es lo mismo crear bajo los términos de un concurso que crear libremente? La Primera Piedra dialogó con los tres ganadores argentinos: Camila Fabbri, Michel Nieva y Martín Felipe Castagnet.



Bajo la sombra del Covid-19 y con la temática pandémica invadiendo creaciones artísticas, Granta publica el catálogo que incluye a “The best of young spanish language novelists” (los mejores narradores jóvenes en español). Pero más allá del contexto en el que se debió llevar a cabo el concurso, no hay diarios de la pandemia (lo prohibimos)” escribe Valerie Miles, editora, en la introducción del libro que distribuye Big Sur en Argentina. En estas primeras 18 páginas introductorias se relata la historia de Granta, por qué se llegó a hacer una edición de lenguaje español, quiénes participaron del jurado de esta edición y se explican los términos y condiciones necesarios para poder participar y formar parte de la escueta lista.

Se habla de una necesaria conexión entre España y Latinoamérica, en lados opuestos del mundo con literaturas diferentes, pero con la misma lengua:la nueva ficción de América (…) no era lo suficientemente conocida en España. Pero lo contrario también era cierto (…). A ambos lados del Atlántico no se leían” escribe Miles en su introducción. Por lo tanto, este conjunto de narradores elegidos conforma no solo una lista de ganadores, sino también la unificación de una literatura comúnmente separada: Granta promueve con este concurso la comunicación transoceánica.

Por lo tanto, este conjunto de narradores elegidos conforma no solo una lista de ganadores, sino también la unificación de una literatura comúnmente separada: Granta promueve con este concurso la comunicación transoceánica.

En estas primeras páginas Valerie Miles también se encarga de explicar la elección de un jurado unánimemente forastero:a fin de evitar que las consabidas sospechas de tráfico de influencias, rivalidades, celos o intereses personales pudiesen enturbiar su juicio”, todos los integrantes emigraron de su país de origen hace años, explica Miles. Un criterio similar con el que se elige a los árbitros de las competencias internacionales de fútbol, para que su nacionalidad o empatía no intervengan en su juicio, una vez que el silbato indica que empezó el partido.  Algo parecido ocurre, entonces, en este concurso literario: el jurado debía ser totalmente imparcial a la hora de elegir a los mejores novelistas de esta generación. Los nombres que lo integran: Horacio Castellanos Moya, Rodrigo Fresán, Chloe Aridjis, Aurelio Major, Gaby Wood y Valerie Miles.

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Granta

La edición de Granta y los ganadores argentinos: Camila Fabbri, Michel Nievas y Martín Felipe Castagnet


Miles cita a Henry James cuando él dice que el arte vive del debate y luego retoma las palabras de Chloe Aridjis (jurada de esta edición) cuando expresa bienvenidos a la obra de escritores decididamente interesantes”, sobre la selección de Granta. Sí, lo son. Todos los relatos unificados en el catálogo tienen una voz propia y, como la llama Aridjis, “interesante”. Pero, ¿Qué pasa cuando la lista ya viene armada? ¿Cuando el debate se genera detrás de escena entre un jurado de renombre y se publica un listado definido? Entiendo a Granta como un catálogo en el que uno presenta sus escritos y esos escritos son seleccionados. Es una selección, más que un concurso en donde unos ganan y otros pierden. Hay algunas escrituras que se perfilan más para el catálogo que otras” explica Camila Fabbri a La Primera Piedra. La autora argentina cuenta con dos novelas publicadas: Los accidentes y El día que apagaron la luz. 

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Entre los escritores seleccionados se destacauna especial atención a las cualidades sonoras del lenguaje escrito” expone Miles. Se abre la puerta a la nacionalidad, se abandona el neutro, se le da paso a la melodía y las tonalidades para que los relatos, además de ser leídos, sean oídos con el sonido de su origen.Creo que hay escritores que escriben para ser leídos en voz alta y otros en voz baja; yo soy de los segundos. Pero eso no significa que en ese silencio de lectura no haya musicalidad, al contrario: hay un sonido silencioso, difícil de precisar, pero muy palpable, como si lo tocara la lengua del que lo lee, pero sin pasar por las cuerdas vocales”, responde Martín Felipe Castagnet, escritor de Los cuerpos del verano y Los mantras modernos.

En mi concepción la música es la que cuenta la historia. (…) Para mí la música está imbricada de una manera que no se puede sentir de la historia.”, expresa sobre el mismo tema Michel Nieva, el tercer ganador de origen argentino.

Entiendo a Granta como un catálogo en el que uno presenta sus escritos y esos escritos son seleccionados. Es una selección, más que un concurso en donde unos ganan y otros pierden. Hay algunas escrituras que se perfilan más para el catálogo que otras” explica Camila Fabbri

Esta multiplicidad de voces y sonidos llega presentada en un listado de 25 nombres. Las selecciones por parte de entidades artísticas de renombre, como lo es Granta, siguen siendo necesarias para visibilizar los trabajos de artistas. Y no solo de artistas que están empezando su carrera, de hecho, una de las condiciones para formar parte de este catálogo era que tuvieran, por lo menos, una novela o conjunto de relatos publicado”, escribe Miles.

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Granta

El libro publicado por Granta con los 25 autores seleccionados


En el mundo que consume al mundo del arte pesa más una lista de “los mejores”, que un trabajo concreto. El mayor honor sigue siendo ser premiado por un jurado. Empecé a escribir como una especie de termómetro para validar mis textos”, responde Michel Nieva cuando se le pregunta qué significa para él estar entre los elegidos, me empecé a presentar a cuanto concurso hubiera… escolar, municipal, barrial, provincial y nunca gané nada. Me acostumbré a que fuera así, la clase de texto que escribo no es la que gana concursos”. 

Ahora sí, Nieva entra en la lista de Granta, logró ganar su concurso. Pero… ¿No había ganado ya? Con cuatro libros publicados, Papelera de reciclaje, ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos?, Ascenso y apogeo del imperio argentino y Tecnología y barbarie: ocho ensayos sobre monos, virus, bacterias, escritura no-humana y ciencia ficción, ¿Es necesario entrar en una lista para validar su trabajo?

A pesar de la tendencia constante de categorizar todo, incluso algo tan ambiguo como el arte y más aún el arte de la escritura el reconocimiento empuja con fuerza el trabajo de los artistas jóvenes y acerca, al mundo, las palabras de esa generación. El catálogo lo que intenta poner en escena es lo que se está escribiendo, más allá de que sea lo mejor o lo destacado, lo que hay que valorar es un lugar en donde se echa luz sobre determinadas escrituras”, responde Fabbri.

«Estos concursos, premios y selecciones ayudan a hacernos llegar no sólo a los países centrales que concentran el flujo editorial sino también a los otros países fronterizos, donde precisamente por ser periféricos se están escribiendo cosas geniales.», expresa Martín Felipe Castagnet

Ser parte de la periferia literaria suele ayudar a ser más flexible, más arrojado, más mestizo. Estos concursos, premios y selecciones ayudan a hacernos llegar no sólo a los países centrales que concentran el flujo editorial sino también a los otros países fronterizos, donde precisamente por ser periféricos se están escribiendo cosas geniales. Los autores latinoamericanxs necesitamos toda la difusión que podamos recibir, y un poco más también”, expresa Martín Felipe Castagnet cuando se le pregunta sobre la necesidad de este tipo de concursos.

¿Qué criterios, entonces, se usan para elegir a “los mejores”? ¿Las consignas condicionan el trabajo o, al contrario, traen un nuevo tipo de libertad?Nada de selfies pasados por el Photoshop para hacerlos colar por ficción”; Escritores como los de antes, que no conocieron Instagram”; Los que pueden, en el futuro, seguir juntando frases que produzcan un estremecimiento en la columna vertebral”. Estos son algunos de los criterios, que describe Valerie Miles, con los que fueron evaluados los trabajos.

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Pero, si estos son, efectivamente, escritores convivientes con Instagram, con el boom de los relatos en primera persona y la autoficción, si no son escritores de antes, sino de ahora ¿Es posible desprender su creación de su presente? En otras palabras, ¿Para qué sirven las limitaciones de los concursos? ¿Sirven? Los autores solemos necesitar esos límites de tiempo y espacio, porque de lo contrario nunca cerramos y continuamos abriendo”, expresa Castagnet al respecto, Los concursos, tanto los que ganamos como los que perdemos, nos dan la libertad de poder cerrar una obra y a veces incluso nos animan a crearla”. 

Originalidad. Actitud. Sí, actitud. Escritores que escriben como si la vida les fuera en ello”. Esto es, en resumen, lo que expresa Miles que Granta buscaba en sus mejores 25. Exigente y algo ambiguo (¿Qué es escribir originalmente? ¿Quién define qué es tener actitud? ¿Por qué se les debe ir la vida en su trabajo?), pero efectivo al fin, porque los relatos publicados en el catálogo de Granta son, cada uno a su manera, excepcionales y fuertes. Relatos que quedan resonando y profundizan sobre temas que, antes de leerlos, parecían banales y cotidianos.

Los relatos publicados en el catálogo de Granta son, cada uno a su manera, excepcionales y fuertes. Relatos que quedan resonando y profundizan sobre temas que, antes de leerlos, parecían banales y cotidianos.

Voces que salen del papel para hacerse escuchar con sus sonidos y tonalidades. Solo falta que no sea necesario un concurso, una lista, un jurado, para difundir el trabajo de jóvenes escritores. Artistas que, además de la enorme labor de escribir, deben ¿Luchar contra? ¿Trabajar para? un sistema, en pos de validar su trabajo.


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