«Pueblos para escapar de la justicia»: cinco poemas de Ezequiel Naya

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Los poemas de Pueblos para escapar de la justicia (Liliputienses, 2023) marcan un tono que se mueve entre el humor y la resignación. El brillo del mundo, por momentos, se apaga en los versos de Ezequiel Naya, para después volver a recuperar fuerza y escaparle a la apatía. Con una mirada crítica y sensible al mismo tiempo, este libro del autor residente en Barcelona es una de las muestras de la flexibilidad y desparpajo que puede tener la poesía sin perder sus bases fundamentales. 




Sobre el autor

Ezequiel Naya nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1981.  Es Licenciado en Publicidad y en 2008 fundó Bleed VFX, uno de los primeros estudios de animación 3D especializados en simulaciones, con sede en Buenos Aires y Barcelona. Se formó como escritor en los talleres de Diego Paszkowski y Fabián Casas. Es egresado del Máster en Creación Literaria (Universitat Pompeu Fabra). En 2012 publicó el libro Fantasmas de Animales (Corregidor) Es uno de los fundadores de la librería Lata Peinada, con sede en Barcelona y Madrid.

1 . L

Guardan partes de su cuerpo

en casas de piedra.

No las venden ni las muestran.

Dos familias tienen sus ojos,

otros las piernas

unos pocos son felices

de tener un codo.

El amor, me dijo 

cuando estaba entera, 

es una planta que hay que regar



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  1. M

En las olas hay un asesino. 

Mandaron surfers y tipos en 

motos de agua para 

encontrarlo 

algunos dicen haberlo visto 

entre la espuma. 

 

No desafíes a la naturaleza, 

les dijo 

 

Todos llegan pálidos a la playa 

los que tienen hijos 

piden abrazarlos, 

los que no tienen familia

comen una fruta  

y vuelven al agua.

 

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  1. d

Es hora de olvidar los bosques

y abrazar las fábricas.

Alerta: nadie es feliz

por demasiado tiempo

en una casa frente al mar.

Abrite paso

entre las paredes marcadas y 

mirá hacia arriba para hablar

con el dios rediseñado

por los satélites

que sus hijos

mandamos al cielo.

 

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  1. j

Esta feria 

se desmantela de a poco, 

mientras dos perros 

muerden el óxido 

de un poste de luz 

que alguna vez fue nuevo, como todos nosotros 

después llega el fuego y hace cenizas 

lo que no entra en los camiones. 

 

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  1. n

Por qué, pensé mientras levantaba una pierna

que después bajaría 

para terminar con aquel nacimiento

con toda su obra.

por costumbre podría matarla

por esa línea asesina de padres cazadores

que matan por un gesto heredado

salven a las ballenas y a los tigres de bengala 

pero salven también

a las plantas   a las arañas

sálvense de ustedes mismos 

si sienten que una pierna se levanta y 

su pie 

apunta a lo vivo.

 

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