Una iniciativa que se hizo viral

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Diego Crescimbeni (conocido entre sus amigos como «El Poni») estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Palermo, donde también fue docente, y colaboró como ayudante en la materia Tipografía I, cátedra Gaitto, en la Universidad de Buenos Aires. Hoy, Diego trabaja como diseñador Freelance y se dedica a encontrar maneras creativas de hacer que su profesión se ponga al servicio de la sociedad. 


A raíz de haber detectado un problema en su barrio, como es la falta de carteles y paradas del colectivo de la línea 59, Diego ideó una serie de diseños para las paradas y salió a pegarlas en los lugares correspondientes. A partir de esta acción desinteresada que culminó en un video que se viralizó por las redes sociales, el «diseñador solidario» fue contactado por medios masivos como Telefé, Canal 9, Canal 13, A24 y muchos otros, para que pudiera contar su iniciativa. Hoy piensa de qué manera puede dar una solución integral a este problema a través de un pedido que le llegó tanto del Gobierno de la Nación como del Provincial. «Yo sabía que estaba haciendo una acción buena onda, pero no esperaba que pasara ésto», contó Diego en una entrevista exclusiva para La Primera Piedra.


¿Cómo se te ocurrió todo el proyecto?

─Siempre que llego a mi casa después de trabajar, me tomo una Coca en la vereda porque me encanta ver a la gente pasar. Un día estaba sentado, Coca en mano, cuando veo que una señora en la cuadra de enfrente estaba caminando en una situación como dudosa, investigando. Yo claramente no sabía para dónde iba la situación, pero vi que pasó por la esquina donde para el 59, siguió de largo hasta la otra esquina y, cuando vio que venía el colectivo y levantó la mano para pararlo, el colectivo pasó y no paró, porque no era la parada. Es un lugar en el que va acelerando. La señora seguía sin saber dónde era la parada, y como yo vivo ahí, me acerqué y le dije que paraba en frente. A partir de ahí, empecé a prestar atención a las palabras de la zona, como yo me tomo ese bondi sé muy bien dónde frena, y entonces noté que estaban todas en mal estado, ilegibles, o que directamente no existían.

─¿Es tu primera acción ciudadana?

─En la ciudad, sí. Nunca estuve tan involucrado ni tan metido en una acción así. Había tenido un par de ideas y fan pages, como “Hoy paz y amor”, que debe haber tenido 200 o 300 likes nomás. Frente a una mala noticia de actualidad, hacía un posteo, con fotomontaje. Por ejemplo, si salía una mala noticia sobre la guerra, subía imágenes en las que las partes se unían con un corazón. No tuve tanto alcance como esta vez, que es mucho más vivencial, y explotó.

─Vos viste un problema y buscaste una solución. ¿Desde qué lugar ideaste esta solución?

─Vi el problema y quise solucionarlo, ese fue el primer paso. Al toque me puse a dibujar un 59, tomé el ejemplo del fileteado porteño, del bondi antiguo, de la Ciudad de Buenos Aires. Me gusta la estética, así que dibujé en ese estilo de números. La paleta de colores fue referencial de la línea de bondi,  lo pasé a la compu. Todo lo fui registrando, porque tenía la idea de hacer un video que contara la acción, lo mandé a imprimir, saqué presupuestos, lo imprimí en autoadhesivo con una laca para que fuera un poco resistente al exterior, y lo pegué en todo el recorrido del 59 en las calles internas, donde está mucho menos regularizado.

Yo sabía que estaba haciendo una acción buena onda, pero no esperaba que pasara esto. Fue un quilombo. Al toque me llamaron de Telefé, de Canal 13, hicimos una nota, Canal 9, A24, peleándose a ver quién me hacía la nota primero. También Radio 1, Clarín, ahora voy a salir en La Nación, radio nacional, y varios otros medios. Tuvo mucha repercusión hasta que llegó al gobierno. Me llamaron del Gobierno de la Nación y del de Provincia, con muy buena onda, para preguntarme qué intenciones tenía. Yo les pedí que me dieran tiempo para sentarme, enchastrarme y pensar de qué manera podía solucionar este problema de modo más integral.

─¿Cuál fue el objetivo que querías alcanzar con esta acción?

─Yo soy puro impulso. No tuve un objetivo más grande que solucionar ese problema y ver mis cartelitos ahí. Es una cuestión de ego. Cada vez que los veo ahí, me emociono. Cuando veo que alguien lo mira me queda una sensación muy linda. A raíz de eso, la gente me empezó a llamar para solucionar otros problemas. Una señora me llamó para que hiciera bancos para que se sentara la gente de la tercera edad, pero yo no soy diseñador industrial, ni herrero, no lo sé hacer, así que le contesté que si quería lo hacíamos con cajones de fruta, o algo así, y se cagó de risa. Me llamaron choferes de bondi y empresas de bondi, también.

─Pero antes de esas llamadas, pasó algo, que fue que subiste tu video y se hizo viral…

─Claro. Cuando termino de pegar los carteles del 59 con mucha gente linda que me acompañó a pegar como mi sobrino más chico al que le divertía el “vandalismo buena onda”, ahí terminé de editar el video. Algunos amigos me ayudaron con el guión, otros con la traducción, siempre tuve ayuda o sugerencias que me acompañaron. Lo posteé en mi Facebook y estalló.

─¿Esperabas tener esa repercusión?

─Para nada. Yo sabía que estaba haciendo una acción buena onda, pero no esperaba que pasara esto. Fue un quilombo. Al toque me llamaron de Telefé, de Canal 13, hicimos una nota, Canal 9, A24, peleándose a ver quién me hacía la nota primero. También Radio 1, Clarín, ahora voy a salir en La Nación, radio nacional, y varios otros medios. Tuvo mucha repercusión hasta que llegó al gobierno. Me llamaron del Gobierno de la Nación y del de Provincia, con muy buena onda, para preguntarme qué intenciones tenía. Yo les pedí que me dieran tiempo para sentarme, enchastrarme y pensar de qué manera podía solucionar este problema de modo más integral.

─¿Crees que toda la repercusión mediática sirvió para que tu pequeño objetivo pudiera convertirse en algo más grande con resultados más efectivos?

─Por su puesto. Yo empecé a traccionar. Cuando vi toda la repercusión del 50, me mandé a imprimir mis diseños para 6 líneas de colectivo que voy a empezar a pegar este fin de semana: 161, 152, 168, 343, 333 y me voy a conquistar el Oeste con el 269. Esta es una primicia, pero hace poco venía hablando por teléfono con la producción de un programa, en el tren que me tomo todos los días. Paso por Olivos, que es donde yo me bajo, y quise ver por la ventana para ver en qué parada estaba, y no había ningún cartel. ¿Qué voy a hacer? Los carteles de Olivos de tren. Son 6 vagones, voy a imprimir 12, y los voy a pegar para que desde el vagón puedas ver la parada, con el mismo estilo de mis diseños.

Esto me dio mucha motivación para seguir generando cosas, para proyectar cosas nuevas, me dio mucho aire a mi cabeza. Esta profesión, si no la podés llevar bien, te agota. Yo tengo mucho trabajo, por suerte, pero te quema. Es como decía un futbolista, a los 35 ya no te queda más cuerpo. Entonces, me renovó esperanzas, sean en este rubro, o en asistencia social, o en lo que sea. Volví a nacer gracias a esto.

─¿Cómo viviste toda la repercusión de los medios?

─Por mi forma de ser, casi que vivía como un famoso. Cada boludez que subo a Instagram suele tener como un “revuelo”. Nada que ver con esto, que explotó. Hice el cálculo de la repercusión de mi video en los medios, y llegaron a 1 millón de personas. Yo no voy a llegar a 1 millón de personas nunca más en mi vida. Es ahora. Lo disfruté mucho. Cuando estás en la vorágine de laburo por ahí no lo sentís, pero en el bondi, en el tren, cuando me tomo el tiempo para leer cada devolución, digo “wow, qué bueno recibir tanta buena onda”. Cien mil comentarios que fueron hermosos. Me dejé a mí mismo disfrutar de esos mimos al ego.

─A raíz de todo esto, ¿qué esperás de ahora en adelante?

─Esto me dio mucha motivación para seguir generando cosas, para proyectar cosas nuevas, me dio mucho aire a mi cabeza. Esta profesión, si no la podés llevar bien, te agota. Yo tengo mucho trabajo, por suerte, pero te quema. Es como decía un futbolista, a los 35 ya no te queda más cuerpo. Entonces, me renovó esperanzas, sean en este rubro, o en asistencia social, o en lo que sea. Volví a nacer gracias a esto.

─¿Qué es lo más lindo que te dejó la experiencia ésta?

─Lo más lindo fue que me renovó el aire. Me dio ganas de todo. Me dio mucha seguridad en mí mismo, y eso fue lo más lindo, por el hecho de que se me disparó una idea, me la imaginé, la pensé, la dibujé, dije que la iba a hacer, y la hice. Y le puse un broche de oro, que fue el video. Entonces todo el proceso, eso es lo más lindo que me dio todo esto.

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