La visita de los cuerpos: miradas que construyen

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La visita de los cuerpos es una obra compleja, y eso es lo primero que hay que decir al respecto. Si el espectador va en busca de personajes chatos, nudos claros, dualidades reduccionistas y desenlaces predecibles…No es lo que obtendrá. En esta pieza hay búsqueda de sentido, por lo tanto, hay arte; esto demuestra que el teatro sigue vivo. La Primera Piedra asistió al estreno de la obra, que puede verse todos los domingos a las 20.30 hs. en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543).



La visita de los cuerpos es de esas obras de las que uno sale del teatro en el más absoluto silencio, y así se queda por un buen rato, porque la digestión y el análisis lleva su tiempo. Cuando el espectador es interpelado de alguna manera a través de las acciones dramáticas y la arquitectura de los personajes, aparece la incomodidad. «¿Me están hablando a mí?». «Esto es sin dudas algo que yo ya había pensado antes». Los ojos de los actores se clavan en los nuestros. De las bocas de esos actores salen palabras que minutos antes estuvieron en nuestras cabezas. Extraños sucesos que sólo el arte puede habilitar. En cierto momento uno de los personajes hace algunos planteos en torno a la mirada del espectador sobre el cuerpo del actor: ¿acaso no se trata de una forma legitimada de invasión, de apropiación, de voyeurismo?

¿Cómo se ponen en juego esos deseos en la escena?, ¿cómo son encauzados a la hora de la interpretación y de la expectación?, ¿qué deseamos ver nosotros?, ¿qué desean actuar ellos?

Teatro dentro del teatro. La multiplicidad de roles en cada ser humano. El uso de la máscara no sólo como recurso dramático en escena sino también como mecanismo de defensa en el seno de la sociedad. El ocultamiento del rostro ¿verdadero? (¿acaso hay uno?) detrás de los velos de la apariencia. La mímesis como esencia y punto de partida: ¿el teatro como espejo de la realidad o la realidad como réplica de los procedimientos teatrales? La fantasía como un motor para alcanzar lo que ante nuestros ojos se presenta como inalcanzable: la utopía. Imaginación creadora. El cruce tan insólito como ineludible entre el absurdo beckettiano, la comicidad chaplinesca y lo grotesco del sainete. Estos son tan sólo algunos de los tópicos que emanan de la degustación de esta pieza.


La visita de los cuerpos 2



La visita de los cuerpos, escrita por Santiago Alonso, dirigida por Claudio Gatell y protagonizada por cuatro actores de grandes destrezas –Mariano Bassi, Ricardo Carranza, Yasmina Cura y Eva Panaro– se nos presenta como parodia de una parodia en donde se mixtura lo poético y lo grotesco, lo lírico y lo coloquial: lo sagrado y lo profano. Como telón de fondo hay allí una trama que por momentos se insinúa de manera elegante y por momentos se expone de modo bestial. Sobrevuelan relaciones incestuosas, prohibidas, en torno a un deseo ya satisfecho -el asesinato de Sara perpetrado por padre (Gustavo) e hija (Rita)- y un deseo por cumplir: la muerte de Jorge (primo de Rita y sobrino de Gustavo que ha venido a estudiar Letras a la universidad) para apropiarse de sus riquezas.

Cuando el espectador es interpelado de alguna manera a través de las acciones dramáticas y la arquitectura de los personajes, aparece la incomodidad

Pero esa trama queda en segundo plano y oficia como sustrato, porque lo que en verdad prima aquí es la metateatralidad y la ruptura del sentido. Sabemos que hubo un crimen y posiblemente haya otro a lo largo del desarrollo de las acciones. ¿Cómo se ponen en juego esos deseos en la escena?, ¿cómo son encauzados a la hora de la interpretación y de la expectación?, ¿qué deseamos ver nosotros?, ¿qué desean actuar ellos? La mirada construye. ¿Cómo se apropian actores y espectadores de esos deseos? El actor enmascara; el espectador desenmascara. El actor juega y se oculta detrás de la máscara; el espectador lo expone y le quita el velo. ¿Qué ocurre cuando los roles se invierten, cuando los velos se caen o simplemente se quiebra una convención?



La mirada expectante de algún modo carcome el sentido instaurado. Algo se rompe. Las convenciones se tambalean sin soporte. Ver una obra como La visita de los cuerpos es estimulante, entre otras cosas, porque nos remonta a los orígenes del teatro: al cuerpo observado sobre el cual se derrama un haz de luz. El trabajo de los actores es excelente, con momentos de gran lirismo, otros de humor negro y algunos con aires chaplinescos (un Bassi para el deleite). La dirección es eficaz y puede apreciarse un exquisito trabajo con las luces y el vestuario, que contribuyen a completar esos sentidos quebrados. Un detalle quizás demasiado minucioso: por momentos el doble click para activar las luces o la música nos saca del clima, pero esto responde a las dimensiones del lugar (quizás pueda haber alguna solución). Vale la pena ir a ver esta obra que ciertamente nos invita a seguir reflexionando y pensando el teatro.


Funciones: Domingos a las 20.30 hs. // Localidades $150
Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543)

FICHA TÉCNICA-ARTÍSTICA
Autoría: Santiago J. Aonso
Adaptación y Dirección: Claudio Gatell
Interpretación: Mariano Bassi, Ricardo Carranza, Yasmina Cura., Eva Panaro
Escenografía, iluminación y puesta en escena: Claudio Gatell
Fotografía: Daniela Bedoya
Asistencia de vestuario y  dirección: Paula Alejandra González

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