Entrevista a Estefi, creadora de Pago Chico

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Hoy les traigo una entrevista que hicimos el primer día que hizo calor de este octubre. Esa mañana me levanté muy temprano porque a las 10.30 AM  tenía que estar en Beruti 3461 para realizar una nota en pleno Palermo, a un poquito más de una cuadra del Shopping Alto Palermo.  Caminé por Santa Fe y doblé en Bulnes hasta llegar a destino. Atendió el portero una voz que sonaba muy calma, que luego me recibió en el showroom de la marca éxito de las redes sociales, la preferida de cientos de chicas, entre ellas, muchas famosas argentinas.

La voz pertenecía  a Martina, una estudiante de diseño de indumentaria que además de diseñar para la marca, también atiende el showroom de Estefi.  Pese a estar en el corazón del diseño de Capital Federal, estar en ese lugar me hizo experimentar estar en uno distinto al resto. Lo calificaría casi como una cápsula del tiempo, del clima, de la energía, o como quieran llamarlo. El mix de colores, texturas, objetos, indumentaria y accesorios invadieron a mis sentidos, pero sobre todo a mi vista que ya no podía despegarse de un perchero lleno de remeras pintadas a mano.1003736_766127736767034_3284285910725769373_n

A los pocos minutos llega ella, Estefi, la responsable, dueña y creadora de Pago chico. Nos saludamos con un abrazo como si nos conociéramos de antes, porque con Estefi es todo así: puro desparramo de sonrisas y de caramelos (sí, como si quisiera contagiar al mundo de dulzura, reparte a su paso golosinas).

Tengo que confesar que todo el tiempo que pasé en ese aurático espacio no pude dejar de mirar cada pequeño rincón, porque en cada uno de ellos había algo diferente para apreciar. Con música de fondo todo el tiempo, comenzamos a charlar, valga la redundancia, sobre los comienzos.

E: Empecé vendiendo con valijas, todo por pura pasión por el comercio y por la moda. Me especializaba en bolsos y sobres.  Desde el principio el nombre de este emprendimiento fue “Pago chico” y teníamos en Facebook sólo un perfil y nos agregaban como  amigos. Venía un montón de gente a casa y yo veía que gustaba el producto porque era diferente.

El sobre Kalu es símbolo de la marca desde los comienzos. En la actualidad lo siguen fabricando y lleva 16 hs de trabajo

El sobre Kalu es símbolo de la marca desde los comienzos. En la actualidad lo siguen fabricando y lleva 16 hs de trabajo

C: ¿O sea que Pago chico fue el nombre desde el comienzo?

E: Desde el comienzo, sí.  Es el nombre de un pueblito que está en la Sierra de Córdoba, mi lugar en el mundo: naturaleza, colores, todas las estaciones a pleno. Ahí conocí a mi marido. Es un lugar muy especial para mí. Y lo que quise un poco, fue traer todo eso tan mío acá, a Buenos Aires, que también me apasiona. Yo soy mitad cordobesa, mitad puntana, nací ahí.

C: ¿A qué te dedicabas antes?

E: Yo soy abogada. Pero cuando noté lo que crecía esto de vender carteras y sobres empecé a pensar: ¿qué hago, sigo con la abogacía o hago algo más con Pago Chico? Fue un momento de quiebre. Averigüé en el edificio que hoy tenemos el showroom, que estaba habilitado para locales comerciales y llamé a la inmobiliaria. Quedaba el departamento 1E que estaba reservado y lo dejé en manos de Dios, le dije a mi marido, Nico: “Si se cae la reserva es porque me tengo que animar”. Y a la semana se cae la reserva y ya estaba, yo lo había dicho así, cumplí con la palabra. En ese momento trabajaba con dos artesanos y me ayudaron a pintar todo, cada elefantito de la pared, cada flor de loto, todo se fue dando. No teníamos nada, algunos productos colgados, pero igualmente vino un montón de gente a la inauguración, sabían que era súper a pulmón todo. Fue hace dos años exactamente. Abría dos veces a la semana al principio. Atendía yo que estaba ahí, embarazada y estaba un poco limitada por eso.

C: Crees que tus estudios en derecho te hicieron dar cuenta de que querías dedicarte a algo relacionado con todo lo contrario a ese tipo de profesión?

E: No, pero había algo evidente: mientras estudiaba me encerraba en mi cuarto a tocar la guitarra, tuve una banda, siempre buscaba mi lado artístico, hice fotografía, pero tenía que terminar la carrera porque tenía que cumplir con ciertas reglas que a veces son familiares. Y recién ya grande, ejerciendo, eso me permitió salir y hacer lo que me apasionaba, o sea: la pasión terminó ganando sobre la profesión.

C: ¿Crees que todo lo que lograste con Pago Chico es por la pasión?

E: Sí, definitivamente. Mi pasión se transmite a través de las redes sociales. Yo convivo las 24 hs con Pago Chico. No descanso, es difícil ponerse un límite de trabajo porque me apasiona. Y así fue como creció y creció y no sólo los celebrities sino todos, se coparon con un producto distinto, se armó algo mágico. Todo el mundo que viene acá habla de la energía del lugar.

Vengo a afirmar cada una de estas últimas palabras de Estefi. Y a dar una impresión: Pago chico es ella. Todo lo que sucede allí es porque lo trabajó arduamente, pensándolo apasionadamente. Con una charla de sólo unas horas es fácil darse cuenta de que ella y Pago Chico son un claro ejemplo de que los sueños se logran con pasión y trabajo. Estefi y Pago Chico son un solo ser.

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Mates, termos, artículos de decoración

E: De a poco, nos fuimos empezando a relacionar con gente nueva, y empezamos a meter de todo. Acá está todo lo que me gusta. Soy matera, entonces acá tengo termos y mates; en mi casa tengo velas, acá también. ¡No puedo quedarme quieta!  Ahora creemos que ya estamos en un momento de mudarnos a un lugar un poco más grande para estar más cómodos, pero tiene que ser un sitio que tenga la energía que tiene este.

C: De todas maneras, las redes sociales expanden este espacio físico.

E: Sí, totalmente. Hoy por hoy no tengo local a la calle pero cada vez que abrimos se llena, se llena y se llena. Me conoce todo el país, claramente gracias a eso. Soy un fenómeno de redes sociales.  Empecé con Facebook, teníamos la página de amigos y luego hice la fanpage. Más tarde agregué Twitter y ahora, Instagram. Esta última hoy por hoy es la más fuerte y va a superar a Facebook si se proyecta como viene. Crecen 400 seguidores por día, más o menos. Superó a Twitter: casi lo dobló. Y con respecto a Facebook, en el poco tiempo que lleva de vida ya tiene 50.000 y en la fanpage casi 100.000. Hago sorteos desde hace más o menos seis meses en Facebook y en Instagram y más allá de hacerlo como campaña para aumentar el seguimiento es porque a la gente le gusta, ¡les encanta!. Te das cuenta cuando vienen al showroom diciendo: “¡¡¡nunca me gané nada!!!”, pero muy copadas.

C: ¿Utilizan algún otro recurso fuera de las redes sociales?

E: Hacemos campañas, lookbook. De a poco, cada año vamos creciendo y mejorando, este último me di el gusto de hacer la campaña con modelos de Multitalent.

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Campana Pago chico ss15

C: ¿Nunca hiciste ningún curso de social manager?

Nada, nunca nada. Todo innato. Desde el diseño de indumentaria, hasta eso. Siempre me gustó mucho todo el proceso, por ejemplo, hoy viene un famoso y le saco las fotos yo. Antes me llevaba mucho tiempo porque a las fotos las bajábamos primero, las editábamos después.  Hoy el celular me permite hacer todo desde ahí mismo, me simplificó la tarea: edito, le pongo el logo, la recorto.  Antes con mi marido nos pasábamos fines de semanas enteros. Me ponía en el balcón y me sacaba las fotos con las cosas que vendíamos. Siempre fui muy hincha con las fotos. La cuestión no era sólo el producto sino como lo mostrás. Desde el momento en el que vendía en casa, jamás era mostrarte un sillón y la cartera arriba. Íbamos con Nico a un parque, me llevaba las cosas, me sacaba la foto con la ropa, después buscaba amigas para que modelen y bueno, fue todo una cadena. Me terminé dando el gusto de sacarle fotos  a Nicole (Neumann) acá, en el balcón, y a muchas otras.

C: ¿Cómo lograste que vengan acá celebrities?

E: Algunas me vieron en alguna red social, y luego el boca en boca es clave. La primera de las chicas que me hizo un favor fue Dolores Fonzi que fue quien salió en el tarjetón de inauguración y se copó para hacer unas fotos. Después quiso una, quiso otra. Pero hay algo: van a hablar de vos si el producto es bueno, si les caes bien, y una serie de cosas más. En este momento la màs chica que nos visita es Tini (Martina Stoessel), pero nos visitan muchas personas como Mery del Cerro, Cande Tinelli, Julieta Prandi, Luli Fernandez, entre muchas otras y todas son únicas para nosotros. Se me viene a la cabeza ahora que quiere venir Valeria Lynch, ¡se hacen fans de Pago Chico! Me va llamando la gente que les maneja la prensa para preguntarme si me interesa vestirlas. Muchas de las chicas no son de ir a showrooms ni ahí, capaz como Patricia Sosa que tiene gente que la viste hace años, pero vino acá ¡y se quedó loca! Todas ven algo distinto y está buenísimo. Y a mí me llama la atención, es espectacular que no tengamos límite de edad.

C: Tini tiene 16 años y anda dando la vuelta al mundo con tu ropa, la usó cuando estuvo viajando en el evento por la Paz.

E: En el evento la vistió Vero de la Canal, pero usó mi ropa en los ensayos, nosotros hacemos indumentaria más urbana. Que elija mi ropa me hace feliz, la quiero un montón. Nos contactamos con ella porque para la juntada tinista me habían pedido que vista a Mechi Lambre y me comentaron antes que a Martina también le gustaban nuestros diseños. Después de un par de mensajes pudimos concretar para que viniera, ella tiene una agenda muy ocupada, pero ya a los cinco días más o menos estaba acá. Vino con su mamá, Mariana, que también ama Pago Chico.

Martina Stoessel vestida por Pago Chico

Martina Stoessel vestida por Pago Chico

C: Es muy llamativo ver como en Pago Chico todo se conjuga en un solo criterio, ver cómo hay un choque cultural que da vida al estilo que está presente en el showroom.

E: En Pago chico hay un choque cultural, totalmente. Trabajo todo el tiempo con productos traídos del norte  de nuestro país, de Perú, India, Tailandia. Hoy en día vienen un montón de diseñadoras a ofrecerme su trabajo y capaz hablando con ellas terminamos acordando en que me hagan otra cosa a lo que me mostraron, bajo línea con todo. Las telas  que traemos ya son increíbles, pero si vienen un poco más tranquilas, tratamos de customizarlas, de ahí empezamos con nuestra frase “no hay dos iguales” y hasta el día de hoy sigue sucediendo, porque si bien trabajan muchas artistas plásticas y yo les pido un sólo diseño, capaz les tengo que pedir que repitan un dibujo, pero nunca sale uno igual a otro.

C: ¿Cómo está formado el staff?

E: Las chicas que pintan son todas artistas plásticas, que son unas genias totales, también tenemos diseñadoras de indumentaria, cada una desde su lugar va haciendo lo que va saliendo o que voy pidiendo.

C: ¿Por qué pintado a mano y no estampa?

Porque la estampa, si vos te fijas en otras marcas, terminan siendo más masivas, más iguales. A mí misma me gusta esto que proponemos nosotros. A veces voy en el subte y siento que tengo cinco pares de ojos mirándome porque llevo una campera pintada o lo que sea y me preguntan, o caminás por la calle y a las chicas que visten la marca les miran la ropa, a mí me encanta eso. Lo pintado a mano y lo intervenido pasa por tres personas diferentes. Primero la teñimos a mano, lo hace gente que le apasiona el batik, después se pinta a mano y arriba de la pintura se interviene. Así que pasaron tres artistas por cada prenda, eso lo hace único.

Buda. Una imagen frecuente en los diseños

Buda. Una imagen frecuente en los diseños

C: Teniendo tanta gente trabajando sumado a que estén presentes tantas culturas tan distintas entre sí, y si le agregamos la customización de las telas, impresiona que  logres una unidad en el estilo.

E: Lo mejor que ha alcanzado la marca es que (me cuentan) tanto celebrities como no celebrities dicen que alguien ve algo e inmediatamente dicen “es de Pago chico”

C: ¿Pensás seguir con showroom?

E: Sí, local a la calle todavía no. Primero quiero ampliar el showroom pero la idea es que siga siendo algo íntimo, personalizado. Más adelante sí, se vendrá el local también. Todo te va llevando. El concepto de showroom en el interior cuesta más que se entienda, pero acá en Buenos Aires está muy instalado, por ejemplo a mí me encanta.

Chaleco sin mangas pintado a mano

chaleco sin mangas pintada a mano

En pago Chico es todo personalizado. Creo que una de las claves de su éxito está ahí. Allí podemos encontrar indumentaria que sea para cada una y diferente a todas, porque la realidad es que a Estefi le gusta lograr eso, que cada una de sus clientas y ahora clientes hombres también, encuentren algo que les guste y los haga sentir únicos.  Porque Pago Chico es un lugar único que intenta ser, y lo logra, más que una marca de indumentaria. Es un concepto que integra  arte y pasión.

Les recomiendo a todas las que puedan, que los visiten. Pueden hacerse fans en Facebook buscándolos como “Pago Chico” y en Instagram y en Twitter con su usuario que es @pagochico. Para las que estén interesadas en acercarse a ver su ropa y sus objetos de decoración personalmente pueden pasar por Beruti 3461 departamento 1E de miércoles a sábado de 10 a 21 hs y ahora también, los domingos de 15 a 21 hs.

Para finalizar, los dejo con una última frase que me parece muy inspiradora.  Mientras me acompañaba hacia la puerta del showroom, Estefi me ató en el cuello un pañuelo y dijo:

“Hay que apostar a los sueños y a lo que le apasiona a cada uno, pensando en el día a día y no en lo que va a pasar”.

Ya en el ascensor, me miré en el espejo y no pude creer cómo hizo para cambiar tanto mi «outfit»  solo con un pañuelo rosado con estampas de palmeritas. Supongo que será el arte de estar en todos los detalles.

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