Entrevista a Javier Nadal Testa: «El desafío siempre es encontrar algo que te sorprenda en lo que hacés»

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Javier Nadal Testa es un músico popular argentino. Nació en Tucumán y hace unos años vino a estudiar la carrera de Música Popular en la Universidad Nacional de La Plata. Recientemente licenciado y ejerciendo la docencia, se encuentra preparando los detalles de la presentación de su primer trabajo discográfico, Mirada primera, que tendrá lugar el próximo viernes 10 de noviembre a las 20 hs. en el Espacio Tucumán (Suipacha 140).



Orígenes tucumanos y sonidos primeros

— Naciste y te criaste en Tucumán. Contame cuál fue el paisaje sonoro de tu infancia por allá. ¿Qué se escuchaba en tu casa?

— Empecé más que nada por lo que escuchaban mis hermanos mayores, que cuando uno es chico son los ídolos y referentes; fundamentalmente eran bandas de rock internacional de los noventa como Nirvana. Pero en casa se escuchaba mucha variedad de cosas: mi mamá, por ejemplo, es pianista y fue al conservatorio algunos años, entonces también se oía música clásica y algo de folklore.

— ¿Cómo llegaste a la guitarra?

— Yo siempre quise tocar el saxo, pero cuando tuve el tamaño para poder agarrar uno estalló la crisis de 2001 y… chau a mi sueño, porque es un instrumento muy caro. Entonces mi hermano me regaló su guitarra y ahí empecé con las clases.

— ¿Qué fue lo primero que escuchaste y te generó un deslumbramiento musical?

— Una de las canciones con las que más me he fanatizado de chico ha sido “Mariposa tecknicolor” [de Fito Páez]. Mi familia siempre me recuerda que estaba enfermo con esa canción. Y también me acuerdo de los videoclips: antes de ir a la escuela siempre hacía zapping entre Nikelodeon y MTV.


Música popular y bohemia platense

— ¿Cómo fue la decisión de venir a estudiar a la Universidad Nacional de La Plata?

— Allá en Tucumán siempre tuve mis bandas, pero también estaba la idea de que La Plata era un polo universitario artístico importante. Cuando egresé hice un año de Comunicación Social pero me di cuenta de que no lo hacía con entusiasmo, así que empecé a averiguar por otras cosas que me interesaban: música, cine y diseño. De todas maneras la comunicación me gusta mucho.

— La música es una manera de comunicar también, ¿no?

— Sí, claro. Yo pienso todos estos elementos como herramientas de producción. A la hora de generar un proyecto está bueno disponer de esas herramientas para poder dirigir y transmitir la idea que uno tiene en la cabeza.

Javier Nadal 1

— ¿Cómo fue el paso por la UNLP?

— La Facultad de Bellas Artes es muy inclusiva porque no tenés que rendir ningún examen para ingresar, algo que no ocurre en los conservatorios o en otras instituciones artísticas. Entonces ahí adentro te encontrás con gente de todos los niveles, no sólo socioeconómicos sino también de entrenamiento musical.

— Te recibiste hace poquito con una tesis titulada “La canción: algunos recursos compositivos a partir de distintas relaciones entre la construcción semántico-sintáctica del texto y la composición melódico-rítmica”. Contanos de qué se trata.  

— Parto de la idea de que la producción artística puede conformar un proceso de investigación, porque el arte suele ser el último orejón del tarro en este campo. Es una manera de validar la instancia misma de producción —un disco, por ejemplo— como parte de la investigación. Es una sistematización de algunos recursos para analizar, producir y componer, porque no existe ningún método o receta; se trata de un proceso muy personal y subjetivo.

— Esa es una pregunta muy recurrente, ¿no? Solemos preguntarles a los músicos por dónde empiezan: si por la letra o por la música.

— Justamente. Lo que digo ahí es que más allá del orden de los factores, lo más importante es la relación que hay entre ellos; esto es algo sobre lo que no suele hablarse. Además, he compuesto varias canciones para ilustrar las distintas maneras de jugar con las construcciones semántico-sintácticas, los ritmos y las melodías. Algunas están en el disco.


Sobre los procesos creativos y el desarraigo

— ¿Cómo abordás ese proceso de composición en tu caso personal?

— Las canciones de este disco fueron compuestas a lo largo de cuatro años. Las primeras surgieron esencialmente a partir de la escritura, después de haber leído bastante poesía.

— ¿Qué leías?

— Benedetti, García Márquez, varios autores latinoamericanos. Y cuando digo poesía no me refiero sólo a la escritura en verso, sino también a los novelistas que tienen mucha poesía en su prosa, en el modo de decir, en la manera de adjetivar. Y esas búsquedas de un modo de decir están presentes en el disco también, porque es un trabajo con reflexiones muy personales ligadas a la amistad, al desarraigo.

— ¿Cómo viviste ese desarraigo? ¿Qué cosas dejaste allá y qué descubriste acá?

— No fue para nada sencillo. Hay gente a la que no le cuesta tanto, pero en mi caso ha sido bastante complicado porque nunca estuvo en los planes mudarme. Además, ese mismo año falleció mi mejor amigo así que fue muy difícil; gran parte de las reflexiones del disco hablan sobre el tema del duelo. Y acá encontré mucho de mí: me independicé, viví con mucha gente, con poca gente, solo. Encontré una familia en torno a la música: hoy la mayoría de mis amigos más cercanos hacen canciones y producen sus propios proyectos; esto no es muy usual. Es un grupo de trabajo en donde compartimos una búsqueda de nuestros propios modos de decir.

— Ganaste una beca para ir a la Casa de la Cultura de la Universidad Autónoma del Estado de México durante dos meses. ¿Cómo fue esa experiencia?

 — Personalmente ha sido un antes y un después. Hasta ese momento nunca había salido del país. Me di cuenta que estando solo en un ambiente tan ajeno al mío podía animarme a hacer un montón de cosas que antes ni hubiese imaginado por esos fantasmas que uno tiene todos los días. Hubo una libertad que cuando la puse en práctica me permitió un crecimiento enorme.


Mirada primera

Mirada primera 1

Podés escuchar el disco en YouTube

— Este disco está grabado con un septeto. ¿Cómo convocaste a los músicos?

— La mayoría son compañeros de la facultad. Con algunos de ellos hemos compartido viajes y pegamos muy buena onda, entonces cuando tuve el proyecto en mente los llamé y les propuse participar. Además de ser amigos son músicos excelentes y todos tienen una manera de tocar particular, así que fue muy sencillo trabajar con ellos.

¿Por qué el título Mirada primera?

— El disco está dedicado a mis dos hermanos y tiene que ver con las cosas que nos gustaban a los tres, con algo muy personal; esa mirada primera habla de confiar en esas primeras impresiones de las cosas, en esas mezclas intuitivas sin autocensuras. Por eso siento que este material me representa muchísimo.

— ¿Cómo concebís el folklore desde tu generación?

— El folklore me empezó a interesar cada vez más por los amigos y las guitarreadas; en todos los grupos hay chistes en común y cosas que se van contagiando unos a otros. Después empecé a escuchar mucho rock y a interesarme por lo acústico. El disco Quebrado vivo de Pedro Aznar me marcó bastante porque ahí, por ejemplo, mezclaba una zamba con sonidos eléctricos. Y en Aca Seca y Juan Quintero encontré una manera peculiar de hablar que está muy ligada a lo cotidiano en Tucumán; me sentí muy reconocido no sólo en los contenidos sino también en esos modos de decir.

— ¿Qué otras influencias musicales reconocés?

— Varios artistas nacionales con perfiles y estéticas muy personales como Pedro Aznar, Gustavo Ceratti o Lisandro Aristimuño. Algunas bandas de rock alternativo internacional como Dave Matthews Band o Incubus que acá no son tan conocidas, o formaciones argentinas como Sorín Octeto u Octafonic.

Javier Nadal 2

— Hay una búsqueda muy ligada a la poesía de la mano de Gabriela Álvarez y también a lo audiovisual con el proyecto Agua el picolé junto a Juan Fermín Ferraris. ¿Cómo fueron esas experiencias?

— Con la Gabi nos conocemos desde hace mucho tiempo y trabajamos desde una admiración mutua. Es bajar a tierra la idolatría y la fascinación por una manera de ver: el que vive en la cuadra de tu barrio puede ser tu ídolo porque te representa mucho más. Lo que nos propusimos fue mezclar sus poesías con mi música, pero no como dos cosas separadas sino para generar un tercer sentido aún más emocionante. Y en lo audiovisual pasa algo parecido, tiene que ver con la exploración por las distintas maneras de contar, muy desde el hacer hasta que guste.

— ¿Qué influencias rastreás en el campo audiovisual?

Me gusta Lucrecia Martel, Wes Anderson (su laburo fotográfico y cómo elabora los personajes y situaciones); también me fascina el stop motion, Pablo Trapero, Woody Allen. Y muchas series: House of Cards por ejemplo.

— Todos los autores que nombraste en la entrevista tienen un sello muy personal en sus obras, ¿va por ahí tu búsqueda?

— Sí, el desafío siempre es encontrar algo que te sorprenda en lo que hacés. La búsqueda es esa. ¿Cómo hago un tema que me rompa la cara después de haber hecho veinte?


Presentación del disco Mirada Primera: viernes 10 de noviembre a las 20 hs. en Espacio Tucumán (Suipacha 140, CABA)

Formación del SEPTETO JAVIER NADAL TESTA:
Juan Fermín Ferraris – Piano
Miguel Carotenuto – Batería
Mariano Ferrari – Bajo
Juan Cruz Cerasa – Clarinete
Leila Cuñado y Leandro Pérez Mogni – Saxo

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