Reseñas Caprichosas – «La sed de Heráclito» de Marcelo Fagiano: la materialización de la filosofía

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Para Heráclito, el motor de las cosas está en el constante cambio. Este libro, que apela en su título al nombre de este filósofo, apuesta a la observación de la transformación constante que impera en el universo. Marcelo Fagiano se permita abordar temas trascendentales desde un trabajo poético conciso y bien logrado.

Por Tamara Grosso*


Sobre el autor

marcelo fagianoMarcelo Fagiano nació en Río Cuarto, Córdoba en 1959. Es doctor en Ciencias Geológicas y profesor universitario. Publicó la obra de teatro Las manzanas de la libertad (1993) y los poemarios Jeroglíficos en la Arena (1997), Las florecillas del diablo (2009) y La sed de Heráclito (Ediciones del Dock, 2017). Participó de numerosas antologías de poesía, narrativa y dramaturgia. Su obra El diario de A.F se presentó en el ciclo TEATROXLAIDENTIDAD 2002 (Córdoba). Fue fundador e integrante del grupo de poesía callejera “Poetas del Aire”.


La materialización de la filosofía

“Contra la poesía de las nubes / Nosotros oponemos / La poesía de la tierra firme” dice el fragmento de Manifiesto de Nicanor Parra que fue elegido como epígrafe para La sed de Heráclito(Ediciones del Dock, 2017). Esas palabras son adecuadas para describir la apuesta de este libro de Marcelo Fagiano, en el que los temas filosóficos son abordados con imágenes y metáforas terrenales, concretas.

Los temas que recorren el libro son pueden ser tan trascendentales como la esencia humana o la existencia de dios, pero el autor se distingue por adoptar sobre ellos un punto de vista particular, como si observara desde lejos y desde muy cerca a la vez. Así, aparecen imágenes como la que da título al libro: “la sed de Heráclito no tiene fin / está encendida en el papel / secante del cerebro / para que las aguas consagren / el ciclo completo / de los fluidos / que dan sentido y sustento a los días.


Marcelo Fagiano - La sed de Heráclito


Al mismo tiempo, en el libro también se introduce la ironía, algo que podría resultar difícil de encajar en el tono filosófico, pero lo hace con acierto, incluso interpelando al lector: “Nebuloso y enigmático público / su atención por favor: / la fiesta de otro día está por comenzar / que cada uno escoja el personaje / más ajustado a su talle / sabiduría o veneno.» La idea de que el ser humano adopta personajes o disfraces, además, está presente, con un sentido crítico, en varios de los poemas.

Uno de los ejemplos es “Máscara”, poema que además muestra la concisión con la que se abordan las reflexiones filosóficas, al mismo tiempo profundas y concretas:

Sucede en un instante
asalta el ánimo
como una piedra
en la cara de los huesos
se instala siempre
ocurre de golpe
sintetiza los herrumbres y los brillos
copia las formas del enojo y la felicidad:
de pronto una mañana
en el relámpago de un espejo
ajustamos
la máscara
que usaremos
por el resto de la vida.

Si para Heráclito todo se basa en el movimiento constante, podríamos decir que en este libro ese devenir de continuo cambio se consigue atrapar, cristalizar en momentos concretos e imágenes que el lector se llevará después de la lectura.



 

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