El fin del programa de Lanata: el padre de la grieta, el miedo y el “fuck you”

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Ayer por la noche se emitió por la pantalla de El Trece la última edición de “Periodismo para todos”, el famoso programa periodístico conducido por Jorge Lanata. Luego de 4 temporadas al aire y a tan solo una semana de haberse consagrado ganador de las elecciones presidenciales el partido de la oposición, el periodista afirmó que se retira para continuar con otros proyectos personales. A continuación, un análisis de un show que siempre despertó polémica.

“Periodismo para todos” fue sin lugar a dudas un caso único de la televisión argentina reciente, castigada por bajos niveles de encendido salvo en eventos excepcionales. Como Lanata recordó ayer  durante la apertura de la última edición del programa, mantuvo enormes números de audiencia y llegó a alcanzar los 30 puntos de rating durante el informe sobre “La ruta del dinero K” en el inicio de su temporada en 2013.

Lanata abrió su programa con una introducción donde explicaba el porqué de este fin de ciclo y sus planes para los próximos meses: va a encabezar un proyecto regional en internet con base en Miami que lo obligará a viajar por distintos países, pero igualmente mantendrá un espacio en Radio Mitre (donde actualmente conduce “Lanata sin filtro”, el programa más escuchado de su franja horaria) y tiene planes de comenzar un programa también en El Trece.

“Hicimos un montón de notas realmente y tuvimos mucho que ver con lo que fue pasando durante estos cuatro años”, explicó el periodista. Cuatro años atrás, en los inicios del ciclo, Lanata explicaba que el fin de su programa era vencer el miedo de oponerse al gobierno. El miedo y la falta de libertad de expresión fueron banderas que los medios opositores levantaron durante esta década, por lo que Lanata se encargó de forzar todos los límites, cuestionar al gobierno en todo momento, burlarse de sus medidas y hacer imitaciones burdas de sus dirigentes. Luego de la sanción de la Ley de Medios terminó su programa aclarando que quizás el próximo domingo no saldría al aire su programa, pero salió. A pesar de haber criticado fuertemente al gobierno durante 4 años, su programa siguió al aire en el prime time de un canal de aire. El miedo, a veces, también puede ser una sensación.

El miedo y la falta de libertad de expresión fueron banderas que los medios opositores levantaron durante esta década, por lo que Lanata se encargó de forzar todos los límites, cuestionar al gobierno en todo momento, burlarse de sus medidas y hacer imitaciones burdas de sus dirigentes.

Lanata decidió combatir el miedo con investigaciones, pero también con odio. Desde el primer programa, la cortina musical que lo acompañó fue «Fuck You» y los televidentes le enviaban fotos haciendo el famoso gesto con el dedo mayor para que las pasen en la pantalla. El hecho de que el programa que más criticó al gobierno termine una semana después de que Mauricio Macri haya sido elegido presidente de los argentinos deja una sensación de «misión cumplida» para sus televidentes: el debilitamiento de la imagen de los políticos del Frente para la Victoria fue tal que no resistió el paso por las urnas. Si el programa de Lanata fue la causa o la consecuencia de esta situación, es muy difícil de determinar.

El hecho de que el programa que más criticó al gobierno termine una semana después de que Mauricio Macri haya sido elegido presidente de los argentinos deja una sensación de «misión cumplida» para sus televidentes: el debilitamiento de la imagen de los políticos del Frente para la Victoria fue tal que no resistió el paso por las urnas. Si el programa de Lanata fue la causa o la consecuencia de esta situación, es muy difícil de determinar.

Nadie puede oponerse a las investigaciones periodísticas en televisión. Lanata logró crear lo que parecía imposible: un programa de denuncia que tenga impacto verdadero en la opinión pública. Incluso logró crear ciertos imaginarios que prendieron fuerte en «la gente», como la idea de que Máximo Kirchner «juega todo el día a la Play» o que los periodistas de 678 deberían «ponerse un maxikiosko». Muchas veces la liviandad con la que se tocan ciertos temas desde el humor hace que no se respete la información, como cuando dijo al aire que los jubilados deberían salir a robar porque los presos ganan más que ellos o cuando se habla del incremento del patrimonio presidencial comparando pesos del 2000 con pesos del 2015, sin aclarar los cambios en la inflación. Sin mentir, Lanata logró el alto impacto de todas sus declaraciones, sumado al lenguaje fuerte que lo caracteriza.

«La grieta no va a cerrar en cuatro años» dijo Lanata estos últimos días. A pesar de su preocupación por esta situación del periodismo actual, con su programa no colaboró en cerrar esa grieta, sino en abrirla cada día más. Sería interesante poder contar con un programa de investigación y denuncia que logre despegarse del odio hacia un gobierno e investigue a todos por igual. Quizás en el nuevo posicionamiento de los medios frente al gobierno entrante haya espacio para un programa así. Difícilmente salga en prime time por la pantalla de El Trece o a la mañana por Radio Mitre.

Por ahora, es sólo un deseo más.

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