La plástica anestesia de la SUBE

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Hoy se cumple un mes del aumento en el boleto del subte. Hace exactamente 31 días que cada viaje cuesta $4,50 y creo que merece una pequeña reflexión. Si el aumento es justo o no es una discusión económica que no pretendo abordar en este momento. Lo que sí me interesa es analizar algo que me llamó la atención desde el primer día: el subte aumentó y parece que nadie se dio cuenta.

El precio del boleto del subte sufrió fuertes cambios en los últimos dos años. A comienzos  del 2012, después de un polémico pero entendible ajuste, el viaje pasó a costar $2,50. En ese momento, el aumento convivió con el furor de la campaña de la tarjeta SUBE, donde se pedía por los medios de comunicación que todos consiguieran su plástico para poder viajar. Recién en agosto de 2012 se implementó la tarifa diferenciada para quienes pagaran su boleto con SUBE, así que podemos deducir que durante ese año su uso y popularidad se masificaron, a pesar de existir desde el año 2009.

A comienzos del 2013, a un año del anterior aumento, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que el boleto pasaría a costar $3,50 a partir del 20 de Marzo. Esta noticia tuvo mucha repercusión en los medios: invitaron a los programas de televisión a quienes defendían y criticaban el aumento para intentar descifrar el problema, imprimieron columnas de opinión en los diarios y llenaron horas de radio hablando del tema. Los opositores al gobierno de Macri planteaban que la gran diferencia de precios entre el subte y el resto de medios de transporte iba a hacer colapsar el sistema porque muy pocos podían pagar ese monto. Mientras tanto, la gente hacía colas interminables para comprar boletos a $2,50 los días previos al aumento (http://www.cronica.com.ar/diario/2013/03/05/43234-los-pasajeros-del-subte-previsores-ante-el-aumento.html). Con el tema instalado fuertemente en la agenda de los medios, el aumento fue suspendido por un recurso de amparo presentado por el legislador porteño Alejandro Bodart (http://www.lanacion.com.ar/1565016-suspenden-el-aumento-del-boleto-de-subte). Seis meses después, en Noviembre de 2013, el aumento finalmente fue autorizado por la justicia bajo la condición de que se aplicara una tarifa social para los usuarios en situación vulnerable. El primer día con el boleto a $3,50 hubo disturbios en la estación Constitución y malestar en la opinión pública por el tema (http://www.telam.com.ar/notas/201311/40334-indignacion-de-pasajeros-por-el-aumento-de-la-tarifa-del-subte-y-porque-se-viaja-mal.html). Pero, lógicamente, con el tiempo la tarifa se naturalizó y no se vio un descenso muy pronunciado en la cantidad de pasajeros en comparación con el precio anterior.

Hace exactamente un mes, el 14 de Marzo de 2014, entró en vigencia una nueva tarifa: $4,50 para quienes compran su boleto con la tarjeta SUBE y $5 para quienes compran por ventanilla (http://www.clarin.com/ciudades/Sube-subte-descuentos-usuarios-frecuentes_0_1100889969.html). El aumento fue de $1, igual que el aumento anterior. Sin embargo, éste fue ignorado por la opinión pública. No hubo debates, discursos ni desmanes los días previos a la suba. No hubo largas colas para comprar boletos $1 más baratos. Esta es mi hipótesis: Cuando usamos la SUBE, no nos fijamos cuánto gastamos. Al mejor estilo Sex and the City o publicidad del Alto Palermo, pasamos la tarjeta sin mirar la etiqueta del precio. Es la única explicación posible a la falta de discusión que tuvo este aumento en la agenda mediática. La cantidad de gente que viaja (por lo menos en horarios pico) no se ha modificado a pesar de los aumentos.

Después de esta reflexión, sólo me quedan dos datos interesantes para aportar. El primero es que con esta última suba se implementaron descuentos para viajeros frecuentes que hay que tener en cuenta, porque no están bien señalizados en las estaciones. Si dentro de un mismo mes una persona realiza más de 20 viajes, a partir del viaje número 21 el boleto le costará $3,60. Es decir que, para alguien que viaja en subte 5 días a la semana ida y vuelta, a partir de la tercera semana del mes deberían cobrarle menos. Lo mismo sucede a partir del viaje 31, donde el boleto pasa a costar $3,15. Para quienes usan mucho el subte, después del viaje número 41 el viaje sale $2,70 (Más información: http://www.buenosaires.gob.ar/tarifas). Estos precios sólo valen dentro del mes (al comienzo del mes siguiente indefectiblemente vuelve a costar $4,50) y se contabilizan a través de la tarjeta SUBE. Cualquiera puede acceder al sistema de SUBE online (http://www.sube.gob.ar) para asegurarse que le estén cobrando el monto correcto.

Otro dato importante es que hoy se cumple el plazo para que el Gobierno de la Ciudad explique la suba. La Justicia tiene la potestad de volver a $3,50 si la suba no está debidamente justificada (http://www.lanacion.com.ar/1680187-el-gobierno-tiene-hasta-el-lunes-para-explicar-el-aumento-del-subte). Más allá de la resolución judicial, utilicemos este día para analizar el desparejo nivel de importancia que se le dio a ambos aumentos. ¿Hasta qué punto las quejas están relacionadas con la masividad mediática del reclamo? ¿Es que si no nos dicen que hay que reclamar directamente nos resignamos? Por ahora no tengo respuestas a esas preguntas pero, por lo menos, las sigo buscando.

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